Hace pocos días y de manera informal se produjo una respuesta que daría una luz de alivio ante el suplicio que padecen cientos de personas que transitan con frecuencia entre la glorieta de El Tablazo, de Rionegro, y la glorieta del aeropuerto José María Córdova: podría haber quién financie la construcción de una doble calzada para desembotellar ese tramo.
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La vía está dentro del espectro de influencia de la Autopista Medellín-Bogotá, que construyó y administra el concesionario Devimed. Y una fuente ligada con esa firma le confirmó a EL COLOMBIANO que el Gobierno Nacional estaría dispuesto a desembolsar los recursos necesarios para la obra. La plata saldría de los remanentes que han quedado del cobro de los peajes de esta concesión.
La fuente consultada relató que la semana pasada, justo cuando los directivos de Devimed desembarcaban en Bogotá para realizar diligencias ante la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI, la encargada de velar por la concesión por parte del Gobierno) recibieron una llamada de parte del alcalde de Rionegro, Jorge Humberto Rivas, para pedirles que plantearan la posibilidad antes esbozada. Así lo hicieron y obtuvieron un concepto positivo de parte de la Gerencia de Proyectos y la Vicepresidencia de Gestión de Proyectos de esa dependencia.
Solo que estos funcionarios pusieron dos condiciones: la primera es que el Municipio de Rionegro recupere la totalidad de los predios hacia donde se debe ampliar la vía, los cuales fueron comprados por el Fondo Aeronáutico Nacional, que depende de la Aerocivil, como parte de una gran franja de 40 metros de ancho, cuando se iba a construir el José María.
La segunda condición es que la Gobernación también se meta la mano al dril para desembolsar unos $20.000 millones, que equivalen más o menos a la mitad de lo que cuestan los trabajos propuestos, todo porque la mayor parte de los vehículos que circulan en ese tramo vienen de la red vial departamental. Ese dinero saldría igualmente de excedentes obtenidos por la operación del Túnel de Oriente.
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“Así, la ANI estaría dispuesta a incluir el tramo dentro del programa de obras con excedentes. Eso se le transmitió al alcalde Rivas y él se manifestó dispuesto a comenzar la recuperación de los predios”, explicó un funcionario de Devimed.
La razón por la que los terrenos están hoy día en manos de particulares es que cuando la Nación los adquirió para acometer las obras complementarias al aeropuerto José María Córdova les permitieron a los que fueron hasta entonces sus propietarios que cercaran con el fin de que no los invadieran, todo bajo la condición de que cuando se fuera a hacer la vía los devolvieran.
“De eso se tiene registro, tanto en las escrituras como en los planos que se protocolizaron con esos documentos. Ahora toca identificar esos predios, hablar con los nuevos poseedores, marcar por dónde compró la Aeronáutica y que las personas por voluntad propia corran de nuevo los cercos o autoricen a Devimed para hacerlo”, le indicó la entidad a este diario.
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Esa es la situación de más o menos el 95% de la línea entre el José María y El Tablazo, que mide 3,7 kilómetros. No obstante, serían apenas entre 9 y 10 predios, porque cada uno es de áreas grandes.
Los únicos que ya comenzaron a cumplir con tal compromiso son los dueños de la finca Paimadó, que autorizaron para que Devimed hiciera el nuevo cerco y este ya va por el 70%.
“Vamos a comenzar a socializar con los poseedores de ahí en adelante para que hagan lo propio, de acuerdo con los planos existentes”, añadió Devimed.
El problema sería si no acceden a hacerlo de manera voluntaria y tocaría que entren en acción las autoridades municipales para obligarlos con la restitución de los terrenos de uso público.
Actualmente Devimed cuenta con unos $90.000 millones por el pago que hicieron los usuarios durante el año 2023 y de ellos el Gobierno aprobó que se destinen aproximadamente $60.000 millones para construir 3 kilómetros de vía entre el sector del Yeguerizo y la institución educativa María Estévez, en La Ceja. No obstante, le alcanzaría también para sufragar el tramo de la glorieta de El Tablazo a la Glorieta del aeropuerto –que costaría entre $40.000 millones y $48.000 millones- porque del presente año le quedarían otros $25.000 millones, si los cálculos de la operación se cumplen.
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Es decir que bajo las condiciones actuales, todo dependería de la capacidad de gestión de Rionegro para retomar los terrenos y de lo qué diga el gobernador Andrés Julián Rendón sobre el desembolso del dinero que le tocaría dar.
Este diario consultó al respecto con fuentes de la Secretaría de Infraestructura departamental y estas no se comprometieron aún con una respuesta, bajo el argumento de que apenas están “escuchando las iniciativas de los municipios y los gremios” para ver cuáles quedan consignadas en el Plan de Desarrollo.
No obstante, un detalle para nada menor es que el mandatario seccional es rionegrero y hace dos periodos fungió como alcalde de su ciudad.
“En las mesas de movilidad que se han hecho esta obra ha sido considerada como de interés regional, tanto para la Gobernación como para la los alcaldes de la zona. Si no se hace, quedaría inconclusa la conectividad de Medellín con el Oriente y con Llanogrande”, apuntó el secretario de Desarrollo Territorial de Rionegro, Andrés Aristizábal.
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A partir de que las condiciones pedidas por la ANI estén dadas, las obras podrían demorar dos años. La finalización es un momento que esperan con ansias, por ejemplo, personas como Henry Henao, quien conduce un taxi entre Medellín y el José María. Según él, en los 3,7 kilómetros a intervenir la circulación es tormentosa, sobre todo los sábados y domingos y en las horas pico de la semana. El tiempo normal para ese kilometraje son 4 a 5 minutos, pero suele aumentar hasta los 25 minutos.
Por eso, la mejor recomendación es que si alguien va a viajar por vía aérea, calcule su tiempo con holgura, para que disminuya su riesgo de que el avión lo deje.
“Cuando hay algún accidente de tránsito o algo extraordinario, se arman unos trancones monumentales que llegan incluso hasta el interior del Túnel de Oriente”, apuntó Henao.
