La tensión entre la Alcaldía de Sabaneta y las constructoras que vienen levantando grandes edificios en la vereda San José atraviesa por uno de sus momentos más críticos.
Luego de más de cinco años de controversia, el gobierno de ese municipio asegura tener su paciencia agotada ante los múltiples accidentes de tránsito que se presentan en la calle 77 sur, la única vía de acceso a esa empinada zona y que ahora es objeto de una encendida disputa.
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Argumentando que las constructoras le estarían haciendo el quite a sus compromisos urbanísticos, el alcalde de ese municipio, Alder Cruz, suspendió los permisos de movilidad de esas empresas, lo que se traduce en que no podrán transportar materiales por la zona.
El mandatario local advirtió que hasta que no se concluyan varias obras ya proyectadas en la vereda, las unidades residenciales del Plan Parcial La Macana no podrán seguirse ejecutando ante la falta de insumos.
“Así traían a la administración pasada y me traen a mí desde que nos sentamos y no veo mover un pedazo de tierra en la 34. Siguen ejecutando sus obras, sacando unidades inmobiliarias, que es lo único que les interesa, y los que generaron ese problema fueron los constructores, que en su mala planificación y ejecución del Plan Parcial La Macana nos tienen metidos en el problema más grande del mundo”, expresó Cruz, sosteniendo que desde hace más de 11 años esas empresas habían tenido que empezar a construir las vías alternas que hoy se necesitan con urgencia.
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La controversia por las obras en la vereda San José, ubicada en el sur de Sabaneta, se remonta el 19 de diciembre de 2012, cuando el gobierno municipal aprobó vía decreto el Plan Parcial La Macana, que dio luz verde para que se aprovechara un área de al menos 344.614 metros cuadrados.
Según puede leerse en esa norma, al tiempo que el municipio autorizó el aprovechamiento del lugar con un margen de hasta 6.058 unidades de vivienda desagregadas en 10 Unidades de Actuación Urbanística, también estableció un conjunto de obligaciones urbanísticas, entre las que se destacaban obras en vías como la calle 77 sur, la calle 78 B sur y la vía longitudinal oriental (entre las calles 75 A sur y 77 sur).
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A pesar de esa planeación, la otrora zona rural comenzó a llenarse de habitantes durante los últimos diez años y las vías no se ampliaron, generando una pesadilla de movilidad, ya que la única vía de acceso, tanto para residentes como para constructores, terminó siendo la calle 77 sur.
Además de su estrechez y ocasionar embotellamientos que pueden extenderse a lo largo de 3 kilómetros, este corredor se volvió un peligro al tener una inclinación del 34%, generando accidentes con camiones y vehículos particulares que se han venido loma abajo, dejando daños materiales y personas heridas.
A pesar de las complicaciones topográficas, durante los últimos años el gobierno municipal ha insistido que si se ejecutan las obras viales ya proyectadas en el plan parcial el panorama mejoraría, especialmente si se efectúan obras en la calle 77 sur, la carrera 34 y una vía denominada S, aún por construirse.
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A comienzos de este año, como medida de presión, la alcaldía ya había advertido que no entregaría nuevas licencias constructivas hasta que esas obras se completaran. Sin embargo, a juicio del gobierno, dicha medida se habría quedado corta y ahora el objetivo es poner bajo más presión el desarrollo mismo de los proyectos inmobiliarios, hasta que estos no se pongan al día con las obligaciones que tienen con el municipio.
Una medida similar ya había sido aplicada durante el gobierno pasado en la vía San Judas, que fue ampliada luego de que se suspendieran los planes de manejo de tránsito de las constructoras.
“No vamos a autorizar ninguna licencia de construcción en San José hasta que el equipamiento público y las obligaciones urbanísticas no estén a la orden del día. Hasta que no se entreguen la 34 y la S no se liberarán los planes de manejo de tránsito”, enfatizó Cruz.