Cuando se habla de planes turísticos en Antioquia, por lo general, se piensa en visitar la capital antioqueña y conocer sus plazas y parques, el Pueblito Paisa e incluso ir a municipios aledaños como Guatapé pasando por la piedra de El Peñol, pero existen otras opciones más allá de lo típico y estas han ido en aumento, gracias al turismo alternativo.
Esta clase de turismo es una tendencia muy popular en Europa y Estados Unidos que se ha abierto camino en Colombia. La propuesta es realizar viajes que permitan tener un contacto directo con la naturaleza o convivir con las comunidades locales y compartir sus tradiciones culturales mientras se aprende sobre la conservación del medio ambiente.
La principal diferencia entre el turismo tradicional y el alternativo es que este último suele realizarse en lugares que no son tan visitados por las personas. Para poder realizarlo hay que dejar de lado las comodidades y disfrutar la experiencia.
Dentro del turismo alternativo se pueden encontrar diferentes categorías, pero existen tres tipos que son las más destacadas.
Está el ecoturismo, movimiento que tiene la finalidad de incentivar el cuidado de la naturaleza y el bienestar de las comunidades locales, incluyendo también las zonas rurales. Con esta práctica se busca minimizar los efectos negativos que pueda tener la presencia de las personas en los lugares visitados.
También está el turismo cultural, en el que se tiene en cuenta las experiencias sociales y culturales. Además, permite realizar actividades económicas propias del lugar, respetando sus tradiciones y costumbres.
Por último está el turismo de aventura, ideal para las personas que quieren estar en lugares con paisajes maravillosos y sentir algo de adrenalina. Este también puede considerarse como un turismo deportivo donde se realizan muchas actividades físicas como canopy, senderismo, montañismo, entre otros.
Turismo y experiencias
La biodiversidad que ofrece el territorio abre un abanico de posibilidades, aún en localidades cuya fuente de ingresos tradicionales no está en el turismo.
El secretario de Productividad y Competitividad de Antioquia, Juan Manuel Valdés, asegura que desde la Gobernación se viene trabajando para que el departamento sea líder en turismo alternativo vinculando a los visitantes con las costumbres típicas de los habitantes locales.
“El año pasado tuvimos un incremento del 12 % con respecto a los visitantes extranjeros que recibimos en 2017. Este crecimiento nos lleva a valorar y potenciar la biodiversidad de Antioquia que se constituye en un elemento muy atractivo para la gente”, según Valdés.
Las playas de Necoclí y San Juan de Urabá presentan la posibilidad para que las personas tengan un contacto directo con la naturaleza. La Gobernación de Antioquia busca que a través de la explotación turística responsable estos puntos sean frecuentados por los turistas durante todo el año y no se limiten simplemente a ser lugares atractivos durante las temporadas de vacaciones.
En el Suroeste de Antioquia también se viene impulsado el turismo a través de la experiencia. Según el secretario de Productividad y Competitividad, en esta zona del departamento se identificaron 100 fincas productoras de café que tienen las condiciones para que sean ecohoteles que brinden una oportunidad para el turismo alternativo.
“Las personas no van a ir solamente a tomarse una foto en el paisaje cafetero. Van a poder vivir la experiencia de cultivar café y convivir con las comunidades campesinas productoras de este”, dice el secretario Valdés.
Cultura y ecoturismo
La Ceja, Támesis, San Pedro, San Rafael y Carolina del Príncipe, son algunos de los municipios que permiten tener esa experiencia cercana con la naturaleza, según Mauricio Amaya, cofundador de Travelgrafía, blog especializado en naturaleza y lugares de Colombia.
Las costumbres y tradiciones ancestrales de estos lugares, según Amaya, se ven reflejadas en la arquitectura de los municipios y sus habitantes, y esto hace que se facilite el cruce entre el turismo cultural y el ecoturismo.
“El departamento de Antioquia tiene una cultura muy exclusiva de ellos. Uno puede encontrar muchos pueblos bonitos que conservan muy bien sus costumbres. Tienen diferentes potenciales que los hacen ideales para el turismo alternativo”, afirma el bloguero.
Además, asegura que el fin del conflicto armado en algunos territorios colombianos ha facilitado que se conozcan otros destinos que antes ni siquiera se contemplaban como atractivos turísticos.
“La sobrevaloración de otros municipios, donde se cobran precios exorbitantes, hace que las personas piensen un poco más sobre los destinos para visitar. Una mayor percepción de seguridad y destinos más asequibles forman parte de un ‘boom’ de turismo alternativo”, enfatiza Amaya
