Quizás no ha habido un año tan marcado por las polémicas y las tensiones políticas entre los mandatarios de Medellín y Antioquia como el que está por culminar. Los claros distanciamientos del gobernador Aníbal Gaviria con el alcalde Daniel Quintero se hicieron evidentes en temas claves para la región como el encendido de Hidroituango, el Tren del Río o la misma operación del Metro de Medellín.
Pero no solo fueron las obras de infraestructura las que los puso en orillas distintas y causó tensión en el relacionamiento institucional, también la famosa comisión de empalme que lideró el equipo político del alcalde Daniel Quintero, tras la elección de Gustavo Petro como presidente de Colombia, generó una dura reacción del gobernador Gaviria contra quienes se abrocharon de manera inusual la vocería de los temas del departamento.
Sin duda alguna, Quintero fue protagonista de primer nivel en la agenda noticiosa de la ciudad en este 2022 por sus constantes salidas en falso alrededor de los temas de Hidroituango, por la suspensión de la que fue objeto por parte de la Procuraduría como medida preventiva ante su evidente participación en la campaña presidencial, por las movidas de su gabinete anteponiendo la agenda electoral a las ejecuciones de su Plan de Desarrollo y por su cuestionable estilo para gobernar dividiendo la ciudad bajo una narrativa populista y de exaltación de su imagen, con la ayuda de influenciadores pagados y portales web hechos a su medida.
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Defensa regional
A la par, el gobernador Gaviria asumió la defensa de los intereses de la región en el contexto nacional y puso el dedo en la llaga al cuestionar el acuerdo firmado por EPM y Mapfre para cubrir solo los $4 billones que reclamaba la Contraloría General de la República por la contingencia en Hidroituango cuando la cobertura podría haber sido de hasta 15 billones de pesos. El mandatario, además, le metió este año la ficha a la construcción del Túnel del Toyo, que está a punto de alcanzar el cale, y la definición de la agenda 2040 que trazará el rumbo del departamento en las próximas décadas, en un ejercicio amplio de consulta y participación ciudadana.
Y como el año cerró con la puesta en operación de las dos primera unidades de generación en Hidroituango, el ingeniero William Giraldo se convirtió en el símbolo de los miles de trabajadores que durante 10 años estuvieron al frente del proyecto para sacarlo adelante.
Los hechos de Daniel Quintero
Alas 9:14 de la noche del 9 de mayo, el alcalde Daniel Quintero subió a sus redes un video de cinco segundos en el que, sentado al frente al volante de un vehículo, se le oye decir: “el cambio, en primera”. El video claramente aludía a la campaña de Gustavo Petro.
Al día siguiente, la Procuraduría suspendió del cargo al alcalde Quintero y le inició una investigación disciplinaria por su presunta y reiterada participación en política.
Y eso es lo que ha predominado en la agenda de Quintero este año: la intención permanente de hacer política desde el cargo no solo con sus mensajes, sino con actos, como aquel de despedir en las afueras de la Alpujarra a los secretarios que renunciaron para asumir la contienda electoral en 2023.
Pero además, la campaña presidencial fue para Quintero una obsesión. No en vano, una vez Petro ganó, el alcalde emprendió una “cacería” del mandatario electo que lo llevó a viajar de manera sorpresiva a Florencia, Italia, en busca de una reunión que le había sido esquiva en el país. Pese a sus movidas, no logró, hasta ahora, ninguna representación en el alto gobierno ni para su esposa Diana Osorio ni para ninguno de los miembros de su equipo cercano.
Cambios en Hidroituango
En la recta final del año, Quintero se dedicó a construir una narrativa para sortear la posible sanción que se le vendría a EPM por incumplir el plazo acordado ante la Creg para la entrada en operación de las dos primeras unidades de Hidroituango. Dio bandazos no solo con las fechas si no que a última hora esgrimió argumentos de riesgo para las comunidades aguas abajo que por poco terminan de frustrar la puesta en operación por las exigencias que le impuso la Ungdr para autorizar el encendido que finalmente se dio.
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La impopularidad con la que cierra el año el alcalde es producto del desgreño de su administración en asuntos sensibles para la ciudadanía como el manejo de las basuras, el descuido y abandono de la infraestructura educativa, las denuncias sobre presunta corrupción en la contratación y su empeño en graduar de enemigos a todo aquel que cuestione sus decisiones. En la última medición de la encuesta Invamer, Quintero aparece con la aprobación más baja que haya tenido un alcalde en los últimos 30 años: lo aprueba el 44% frente a un 50% que lo descalifica. Más desolador aún es que el 68% de los medellinenses considera que la ciudad va por mal camino, la muestra más evidente de una ciudad que hoy está desencantada con su alcalde.
Los hechos de Aníbal Gaviria
Parado en la raya. Así le tocó este año al gobernador de Antioquia, Aníbal Gaviria, salirle al paso a ciertas afirmaciones hechas por el alcalde Daniel Quintero, muchas veces contrarias a la verdad.
En febrero, Gaviria dejó en claro que no estaba dispuesto a que se siguiera construyendo la mentira de que Hidroituango era un foco de corrupción, sin aportar prueba alguna. “Ninguna de las pesquisas e investigaciones –y ha habido bastantes– ha detectado, denunciado y mucho menos comprobado cualquier indicio de corrupción. Quienes han hecho estos señalamientos, los hacen entonces irresponsablemente y sin fundamento”, señaló el gobernador.
Luego vino la elección de Gustavo Petro como presidente y entonces la tensión creció entre los gobiernos local y departamental de cuenta de la conformación de una inusual comisión de empalme integrada por miembros del círculo cercano a Quintero, bajo la coordinación del exsecretario de Gobierno de Medellín Esteban Restrepo.
Gaviria se opuso a dicho comité de empalme y en su cuenta de Twitter escribió en julio que “mi desacuerdo no es con @petrogustavo, con él la mejor relación. Mi desacuerdo es con la intención de otros de utilizar la función de empalme para desinstitucionalizar y dividir”.
Pero no fue el último round del año. En medio del Congreso Nacional de Exportadores, en el Hotel Intercontinental en Medellín, tras un discurso de Quintero en el que atribuía los logros de Medellín solo a su gobierno, Gaviria le recordó al alcalde que “el reconocimiento que el mundo le hace a Medellín no es a un gobierno, a una persona (...) es al trabajo de una sucesiva serie de gobiernos distintos (...) pero gobiernos de resultados”. El auditorio estalló en aplausos como un respaldo a la tesis del gobernador.
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Cumplirle a Medellín
Gaviria también cuestionó el acuerdo que firmaron EPM y la Contraloría para el pago del seguro por Hidroituango: “Si se va a perder un peso en Hidroituango fue porque dejaron de cobrar los seguros”, en alusión a que el pago fue de $4 billones cuando por lo menos debió haber sido por $15 billones.
Finalmente, el gobernador insistió en la necesidad de que el alcalde de Medellín les cumpla a sus habitantes con el aporte prometido para la construcción del Tren del Río, al que Quintero le ha puesto todas las trabas posibles, dado que este sistema se proyecta como la mejor alternativa para aliviar la saturación del metro.
Cuatro personajes que dieron de qué hablar