Según el informe “Cuantificación Física y Económica del Impacto de la Contaminación Atmosférica en la Población de la Ciudad de Medellín”, realizado por la Contraloría de Medellín y la Universidad Nacional, entre 2012 y 2016 se presentaron 22.922 muertes asociadas a Enfermedades Respiratorias Agudas (ERA).
Aunque no todas tienen que ver necesariamente con la calidad del aire, la acción de este tipo de enfermedades se ve potenciada por la contaminación atmosférica, sobre todo en las personas que componen lo que se ha denominado los grupos sensibles. Ellos son:
Personas con enfermedades respiratorias como el asma,
Personas con enfermedades cardíacas,
Niños y adolescentes,
Adultos mayores,
Mujeres embarazadas,
Personas que practican actividades y deporte al aire libre.
¿Por qué son más vulnerables?
William Parra Cardeño, médico neumólogo de la Clínica Las Américas, explica que los niños respiran el doble de inhalaciones cada minuto que un adulto, un total de 30 inhalaciones, por lo que están doblemente expuestos a la contaminación. El otro grupo, los adultos mayores son sensibles por su sistema inmunológico. Además las mujeres gestantes porque exponen al bebé que viene en camino.
“El feto se expone a la contaminación de partículas muy pequeñas, de menos de una micra, que pasan al torrente circulatorio. Se han visto casos de mujeres gestantes que tienen niños con bajo peso, prematuros y con déficit de atención, además con su función pulmonar alteradas”, confirma Parra Cardeño.
Sobre los adultos mayores, explica que con los picos de contaminación suceden a picos de accidentes cerebrovasculares y problemas cardiovasculares. Carmen Elena Zapata, directora del Laboratorio Calaire de la Facultad de Minas de la U. Nacional, agrega que la contaminación es la primera causa de muerte por accidentes cerebrovasculares. Y retira que hay que tener especial cuidado con los niños y mujeres embarazadas.
“Los niños y los adolescentes todavía tienen un sistema inmunológico en desarrollo y por eso son mucho más sensibles a enfermedades que el adulto joven. Sobre las mujeres embarazadas, hay estudios que demuestran que las gestantes expuestas a niveles de contaminación altas su feto puede desarrollar diabetes, asma y problemas respiratorios. Los genetistas dicen que la contaminación daña la pared celular y el ADN de las células. A la larga se pueden producir mutaciones que todavía no sabemos cómo serían”.