Después de levantar la presa, el vertedero, perforar más de 50 kilómetros de túneles, hacer los concretos de las unidades de generación 1 y 2, y otras obras principales de Hidroituango, el consorcio CCCI le dijo adiós a la megaobra que construyó durante 10 años.
Santiago García Cadavid, el representante del consorcio, defendió la calidad de las obras entregadas y dijo que la calidad de los materiales fue probada en cada etapa de la construcción, respondiéndole al alcalde Daniel Quintero quien ha repetido en su retahíla, sin presentar pruebas, que a la obra le bajaron la calidad de los materiales.
“Ejecutamos todas las obras con materiales de primera calidad, siguiendo estrictamente los diseños y las especificaciones que nos entregó EPM. Todo lo que se ejecutó se ciñó estrictamente a los diseños. Lo que estamos entregando es una obra con los más altos estándares y de acuerdo a los diseños”, indicó García, quien aseguró que en ninguna investigación realizada por las aseguradoras se encontraron deficiencias en los materiales, motivo que hubiera sido considerado doloso y hubiera servido como argumento para no pagar las pólizas, por las cuales EPM terminó recibiendo $4,3 billones este año.
García contó que terminaron la participación en la obra el pasado 30 de noviembre y desde entonces tienen seis meses dentro del periodo de liquidación del contrato para retirar plantas, redes y equipos. Para ese proceso se mantuvieron en el sitio de obras 600 de las 4.200 personas que estaban en los frentes constructivos hasta el mes pasado.
Desde el 1 de diciembre aterrizó la empresa colombiana Schrader Camargo para concluir dentro de siete meses los concretos faltantes de las unidades de generación de energía 3 y 4 de la central, que deben operar antes del 30 de noviembre de 2023. CCCI no se presentó porque le era muy costoso permanecer en la obra un año más para ejecutar concretos que podría terminar en menos tiempo.
“Nos daba precios muy altos por las condiciones accesorias del contrato, la sola extensión de garantías y el mantenimiento de sistemas para el manejo ambiental. No nos pareció correcto y por eso declinamos la invitación”, acotó el director García.
Sobre los pleitos que quedan pendientes por la construcción de las obras, CCCI indicó que la demanda presentada por EPM en 2021 no fue admitida y, por el contrario, la demandaron ante un tribunal de arbitramento internacional en el que esperan “que se demuestre que no tuvimos responsabilidad en lo que pasó. El Tribunal está procesando la demanda. La decisión se conocería en uno o dos años”, explicó García.
Ahora bien, el consorcio confirmó que no se ha inspeccionado la zona donde estarán alojadas las unidades de la 5 a la 8, que sigue siendo la gran incógnita en el proyecto y cuyo proceso licitatorio se espera cerrar hoy con la recepción de las ofertas finales (Ver recuadro).
En esta parte de la casa de máquinas no ha sido posible determinar con precisión el estado de las obras sobre las que persiste un volumen importante de escombros alojados luego del paso del río Cauca por las cavernas.
Según CCCI, durante la década en la que construyeron a Hidroituango lo dejaron en un 90% de avance, gracias a la participación de más de 30.000 trabajadores que estuvieron desde 2012 (el pico más alto de empleo se dio en agosto de 2017 con 8.157 empleados y 524 equipos). Además, se contrataron más de $30.000 millones en bienes y servicios de la zona de influencia.
