La agrupación delincuencial, con más de 4.000 hombres en sus filas y con injerencia en Antioquia, Chocó, Córdoba y otras partes del país, desde hace unos años se autodenominaba como Autodefensas Gaitanistas de Colombia, si bien, las autoridades mantuvieron el apelativo de Clan del Golfo para referirse a su actuar criminal.
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Cabe recordar que este sería el cuarto nombre con el que se conoce a la estructura criminal que fue dirigida por el extraditado capo alias Otoniel tras su desmovilización de los grupos paramilitares que operaron en Urabá.
Inicialmente, el grupo fue conocido como los Urabeños, pero después las autoridades lo designaron como Clan Úsuga o el Clan del Golfo para evitar la estigmatización a los habitantes del Urabá.
Posteriormente, recuerdan algunos, a raíz del inicio de negociaciones con el gobierno Santos, pasó a llamarse Agc, para así otorgarse un supuesto estatus de grupo subversivo ajeno a los vaivenes del negocio del narcotráfico.
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No obstante, en las últimas horas, esta organización armada emitió un comunicado a la opinión pública en el que explican por qué se cambiaron el nombre e indicaron que su surgimiento como Agc data de finales de 2007, tras la recordada desmovilización de los grupos paramilitares. Afirmaron que esto se debió a que luego de dicha desmovilización hubo incumplimientos del gobierno a los acuerdos pactados y se presentó un alto número de asesinatos de excombatientes.
Entonces, mientras que algunos dicen que ahora el cambio de nombre a Ejército Gaitanista de Colombia obedece a una estrategia ya usada antes con la que pretenden mostrar legitimidad ante una eventual negociación con el Gobierno dentro de la Paz Total de Petro, el grupo criminal asegura en su comunicado que desde sus inicios se llamaron Agc y algunas fuentes han dicho que los otros nombres no han sido inventados por ellos.
Ahora bien, además del comunicado, en redes sociales también se conoció un video de febrero pasado en el que alias Jerónimo, uno de los principales lugartenientes de la estructura armada ilegal, hace algunas manifestaciones en las que nombra el grupo como Ejército Gaitanista de Colombia.
En la grabación, el cabecilla aseguró que el EGC es una organización político-militar que tendría el propósito de sentarse en una mesa con los delegados del presidente Petro.
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Pese a esto, el grupo ha mantenido sus operaciones en varios departamentos, y sobre todo en Antioquia, principalmente en la zona del Bajo Cauca y del Urabá, donde son hegemónicos. De hecho, recientemente el grupo ha protagonizado choques violentos en el norte y el nordeste del departamento, en una pugna con las disidencias, el Eln y otras estructuras paramilitares.
A propósito de esto último, entre los apartes más polémicos del comunicado está la consideración de este grupo ilegal, según la cual no son “estructuras paramilitares ni neoparamilitares”, lo que contrasta con múltiples denuncias de organizaciones sociales y de derechos humanos de los distintos territorios, que consideran que sí son una especie de herencia del paramilitarismo.