Casi la mitad de los fumadores en Antioquia se han volcado al mercado de los cigarrillos contrabandeados en medio del más reciente incremento de los impuestos para el tabaco, que desde el pasado 1 de enero contempla un arancel de $3.725 por cada cajetilla de 20 unidades.
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Según Martín Orozco, director del Invamer, para el año 2023 el 40% de los cigarrillos que se consumen en Antioquia provienen del contrabando, dejando el departamento de recaudar más de $263.000 millones que serían destinados para salud y deportes. Pues según la Secretaría de Hacienda de Antioquia el impuesto del cigarrillo en el departamento estima una inversión del 37% en salud y 3% en deporte, plata que ha disminuido producto de las ventas ilegales de cigarrillo.
El Grupo Operativo de Subsecretaría de Ingresos, perteneciente a la Secretaría de Hacienda de Antioquia, evidencia que desde el 1 de enero hasta el 31 de julio del presente año van $134.300 millones en cajetillas aprehendidas. Entre las subregiones y sus municipios con mayor número de aprehensiones se encuentra el Valle de Aburrá en el primer lugar con un 86,40% y su ciudad, Medellín en un 62,31%; a este le sigue el Suroeste en un 12,20%, con aprehensiones en Jardín en un 50,83%; y en tercer lugar está el Norte con un 0,43% e incautaciones de cigarrillos de contrabando, el 96,49% en Entrerríos según el ente.
Los principales comercializadores de cigarrillos ilegales son los venteros ambulantes, le siguen las bodegas, las salsamentarias, los graneros y las tiendas. Además, según el Grupo Operativo de Subsecretaría de Ingresos, las principales marcas que se aprehenden son Carnival en un 18%, Rumba un 16% y Última en un 13% en el departamento.
Entre las razones para adquirir cajetillas de contrabando el hecho de que son más baratas fue la principal, seguida del sabor y la disponibilidad. Además según Martín Orozco, el cigarrillo de contrabando no es como el licor adulterado, solo se dejan de pagar aranceles, más no se tiene evidencia de que se cambien sus componentes.
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Y precisamente estos compuestos altamente nocivos llevaron al incremento de impuestos desde el Gobierno para reducir la población fumadora en Colombia, la cual en el 2023 según el Ministerio de Salud y Protección Social, uno de cada tres colombianos y colombianas ha fumado alguna vez en su vida y cada año mueren más de 34.800 personas por enfermedades atribuibles al tabaquismo.
Asimismo, Ferney Ernesto Barbosa, médico experto en tabaquismo afirma que el cigarrillo cuenta con 4.700 compuestos de los cuales 99% son tóxicos y por lo menos el 70% son altamente cancerígenos. “La gente cree que el problema del tabaco es la nicotina pero radica es en los innumerables compuestos dañinos que tiene el cigarrillo, como el plomo, arsénico, amoniaco y otros que surgen si el cigarrillo es mentolado”, dijo Barbosa.
Ante esto, el problema de salud pública no se está atacando, por el contrario las personas podrían incluso consumir un mayor número de cigarrillos ante la diferencia de precios entre una cajetilla legal y una de contrabando. Según Invamer una cajetilla legal ronda por los $8.400 pesos mientras que una ilegal es de $4.100 pesos, duplicando significativamente el valor que, según estudios anteriores de la Federación Nacional de Departamentos (FND) e Invamer, el contrabando lo estarían adquiriendo personas de estratos 1 y 2 y habitantes de zonas rurales.
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De manera contundente Martín Orozco afirmó que: “Si no son capaces de controlar las fronteras hay que bajar el impuesto porque va a entrar cada vez más contrabando”, significando así menos ingresos para la salud y el deporte en el departamento.
Además, Orozco parte de una comparativa entre Antioquia y el departamento que presenta mayor contrabando de cigarrillos: La Guajira en un 91%. Si bien afirma que La Guajira es el departamento más afectado geográficamente, Antioquia lo es cuantitativamente. Diciendo, “Un 90% en la Guajira es menos preocupante que un 40% de Antioquia tanto en términos de recaudo como en población”.
Finalmente, ante la aprehensión total de cigarrillos de contrabando que hace el Grupo Operativo de Subsecretaría de Ingresos de la Secretaría de Hacienda de Antioquia junto a la Policía, guardan las cajetillas en la bodega del Grupo y posteriormente con una gran cantidad recogida, se le entrega a RECIMED, que a su vez recicla las cajetillas y tritura los cigarrillos para usarlos como abono.