Un grupo de vecinos del barrio Simón Bolívar, ubicado en la comuna de Laureles, emprendió con machete en mano una persecución contra un ladrón que deambulaba por la zona durante la noche del pasado miércoles 14 de septiembre. En medio de la vista atónita de decenas de vecinos, el hombre fue lanzado al piso y en plena calle comenzó a ser golpeado, segundos antes de la llegada de una patrulla de la Policía.
Un día antes, en un caso similar, otro grupo de transeúntes del centro de Envigado persiguió a otro hombre acusado de arrebatarle el bolso a una mujer y le propinó una dura golpiza que por poco le quita la vida, de no ser por la intervención del Cuerpo de Bomberos local, que llegó a calmar los ánimos y protegió al sujeto mientras llegaba la Policía.
Los dos hechos se suman a una racha de por lo menos cinco episodios ocurridos desde el pasado viernes 9 de septiembre en varios puntos de Antioquia que dejaron un saldo de 4 presuntos criminales muertos, encendiendo las alarmas ante un nuevo repunte de casos de “justicia” por mano propia. Cabe recordar que entre enero y abril de este año se conocieron otros ocho casos similares, que dejaron cinco muertos.
Los últimos tres sucesos más violentos ocurrieron en Itagüí, Copacabana y Guatapé, en donde las retaliaciones contra los ladrones terminaron en tiroteos y en capturas (Ver recuadros).
Aunque este tipo de casos suelen generan reacciones encontradas (algunos los justifican como una reacción ciudadana legítima ante la ausencia de las autoridades, otros lo ven como una venganza), expertos en derecho penal explican que los ciudadanos implicados en esas acciones pueden verse inmersos en procesos judiciales que pueden conducirlos a largas temporadas en la cárcel.
Así lo expresa por ejemplo Santiago Trespalacios, abogado experto en derecho penal, quien sostiene que este tipo de casos deben diferenciarse de la legítima defensa, que únicamente se produce cuando una persona se defiende contra un atacante que pone en riesgo su vida y le da una respuesta proporcional a la amenaza de la que es víctima.
“Sería sencillo decir que estos casos se dan por la no efectividad de las autoridades, pero en verdad no es eso. En mi concepto obedece más a que las personas quieren una solución pronta, inmediata, definitiva y solo lo encuentran acudiendo a violencias”, expresa el abogado.
En el caso del taxista de Itagüí, por ejemplo, Trespalacios advirtió que, pese a que podría argumentarse que buscaba emprender una represalia en contra de un fletero que lo amenazó, las circunstancias en las que abrió fuego contra el mismo podrían configurarse en un caso de homicidio agravado, arriesgándose a una pena de entre 20 y 45 años en la cárcel.
“Yo creo que hay un eufemismo en la expresión ‘justicia por mano propia’, porque la palabra justicia nos da a entender que es una conducta justificada; es decir, que no debería ser reprochada. Pero en realidad se trata de una venganza pura y dura”, agrega.
Por su parte, Julián Quintana, también abogado especialista en derecho penal y exdirector nacional del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, consideró que este tipo de casos muestran las fallas en la política criminal del país, ya que dan cuenta de la ausencia de la autoridad.
“Las personas acuden a los gobiernos, organismos de control, Fiscalía, Policía y jueces. Como no encuentran soluciones a sus conflictos, se ven obligados a adoptar sus propios medios para resolverlos, lo que genera más violencia y termina deslegitimando el estado social de derecho. Retomar el rumbo solo depende de que en Colombia se haga cumplir y respetar la ley”, propuso Quintana.
El taxista que abrió fuego contra fletero
El pasado domingo 11 de septiembre, una cámara de seguridad captó el momento en el que un taxista, en el municipio de Itagüí, acribilló a tiros a un fletero. Según los testimonios que recabaron las autoridades, el hecho se produjo hacia el mediodía de esa jornada, cuando el presunto ladrón habría encañonado con un arma a ese taxista y a un pasajero a la altura del intercambio vial de Pilsen. En respuesta, el conductor de servicio público desenfundó un arma que cargaba y abrió fuego contra el sujeto, que se movilizaba en una moto de color negro. Aunque durante los primeros minutos el ladrón logró esquivar los disparos y escabullirse del sitio, el taxista emprendió una persecución que terminó en zona residencial del barrio La Independencia. Allí, una cámara de seguridad grabó cuando el fletero llegó a la vía a máxima velocidad, hacia las 11:42 de la mañana, y perdió el control de su moto porque fue embestido por otro vehículo que también lo perseguía. Antes de poder huir, las imágenes muestran como el sujeto fue abordado por un peatón que lo empujó al suelo. Segundos después, el fletero fue alcanzando por el taxista que lo perseguía inicialmente (que aparece señalado en la segunda imagen anexa), quien tras bajarse de su carro sacó su arma y oprimió el gatillo repetidas veces a corta distancia, dejando al presunto criminal tendido para siempre en el suelo. Tras analizar las imágenes, las autoridades rastrearon al taxista y lograron enviarlo a la cárcel. Según la Fiscalía, el hombre será procesado por homicidio agravado.
En Copacabana agente del CTI mató a ladrón
En lo que al parecer fue también el caso de robo frustrado, un agente del CTI causó revuelo en Copacabana esta semana al abrir fuego en contra de un grupo de tres hombres que habrían ingresado a su casa ubicada en el barrio Simón Bolívar de ese municipio. De acuerdo con las primeras investigaciones, el episodio ocurrió hacia las 4 de la tarde en la calle 49 con la carrera 51, cuando los tres hombres empezaron a forzar la chapa de la vivienda, ubicada en un quinto piso. Al percatarse del ruido, el agente oficial sacó su arma y abrió fuego contra los intrusos, causando la muerte de un hombre de 53 años identificado como Giovanny Andrés Villalba González.
Aunque los otros dos sospechosos lograron escapar del sitio, después se conoció que la Policía capturó a uno de los implicados, cuando caminaba frente al comando de esa institución, localizada en el marco del parque principal. Sobre el tercer implicado, las autoridades dicen aún no dar con su paradero.
Este caso llamó la atención por producirse a penas cinco días después de que en el municipio de Guatapé, en el Oriente antioqueño, un grupo de agentes de la Sijín también abrieran fuego con sus armas de dotación en contra de dos fleteros, que habrían intentado cometer un robo en un restaurante ubicado en la vía que conecta a ese municipio con El Peñol
Según informó el medio local Mi Oriente, los agentes, vestidos de civil, abrieron fuego contra los ladrones cuando intentaron robar a una mujer que portaba una cadena de oro. “Los sujetos iban a robar a dos personas; ellos no sabían que eran policías de la Sijín y ellos terminaron disparándoles a los fleteros”, dijo un testigo a ese medio. Posteriormente el coronel Daniel Mazo, comandante de la Policía Antioquia, dijo que los uniformados estarían encubiertos.