Los habitantes de la vereda La Palizada del corregimiento de La Granja, en Ituango, buscan apoyos para concretar un camino carreteable que permita conectarlos de forma más rápida con el resto del municipio y el departamento toda vez que en pleno 2024 sus cerca de 130 habitantes siguen tratando de vender sus valiosos productos remontando el monte en mulas y pagando fletes en las chivas.
Durante muchos años, el Norte antioqueño fue considerado una de las mayores despensas agrícolas de Antioquia, pero la presencia de grupos armados hizo que el volumen de producción bajara, debido a las constantes masacres y a los desplazamientos forzados. La Palizada es uno de los pequeños centros productores y su ubicación es estratégica en términos comerciales, pues queda en medio de tres importantes corregimientos: La Granja, Santa Rita y Pascuitá.
Pero sus habitantes han visto cómo sus vecinos han ido abandonando sus fincas y sus ranchos paulatinamente, en busca de mejores oportunidades, y los que quedan no quieren que el caserío se convierta en un pueblo fantasma.
Por eso, contra todas las adversidades, insisten en recoger el dinero suficiente para construir la carretera, y así, por fin, mejorar sus vidas.
Cada semana salen productos agrícolas desde La Palizada y otras veredas cercanas como La Cumbre, con rumbo a Ituango o el Bajo Cauca antioqueño. Decenas de bultos que primero deben sacarse en mulas desde las fincas, cuyo flete cuesta $50 mil, y luego se embarcan en chivas hasta los pueblos, pagando $10 mil pesos, precios que pueden parecer pocos, pero para la gente de La Palizada es todo un platal a raíz de sus escasos recursos.
Esa dinámica viene repitiéndose desde hace más de 50 años y, desde entonces, el problema ha sido el mismo: la falta de una carretera o camino carreteable. Y claro, el lío no es solo para los agricultores.
Cada que una persona se enferma o una mujer se embaraza, hay que sacarlas en camillas improvisadas hasta la carretera, lo que significa un viaje de tres horas por el monte. Algunas veces, los enfermos no sobreviven al viaje.
Debido a los toques de queda impuestos por los grupos armados, deben regresar en la chiva de las 2:00 de la tarde, para estar a las 6:00 en las partidas de la vereda. Si se pasan de esa hora, corren el riesgo de ser asesinados.
Cansados de esas difíciles circunstancias, los habitantes de La Palizada decidieron recolectar suficiente dinero para un camino carreteable, con la ayuda de la Asociación de Pequeños Productores Agrícolas de Ituango de Asoprai, que prometió una suma importante.
“Hemos estado haciendo rifas, bingos y demás actividades para recolectar, al menos, $150 millones, aunque el camino carreteable costaría más. Estamos pidiendo ayuda de la Gobernación de Antioquia y otras entidades, porque la carretera es una necesidad apremiante y nosotros acá somos muy pobres”, añadió uno de los habitantes de la zona cuya familia es una de las mayores productoras de productos agrícolas en la vereda.
De lograrse el proyecto, La Palizada sería el siguiente poblado de Ituango en tener un camino carreteable este año, después de El Aro, corregimiento donde se empezará a construir un camino para vehículos a mediados de marzo.
Con todas esas dificultades, los 130 habitantes que quedan en La Palizada siguen proveyendo a Ituango y a otros municipios de productos agrícolas de primera calidad como frijol, plátano, maíz y café. Podrían vender fruta, pero la mayoría termina perdiéndose, a causa de los largos trayectos o los bajos precios.
“Acá se pierden granadillas, naranjas, lulos, mandarinas y mangos. Incluso la yuca y el plátano no se logra vender, porque sale muy caro sacarlos y los precios son muy bajos. Los campesinos siembran yuca, cebolla y otros productos de ese tipo para comer en la casa o dárselos a los animales”, comentó Andrés de Jesús George, campesino y tesorero de la Junta de Acción Comunal veredal.
Si alguna organización oficial o privada quiere ayudarles a los vecinos de La Palizada en su sueño de tener un camino carreteable, puede comunicarse con Andrés George, de la Junta de Acción Comunal, en el número 3113028183.