La elección de Daniel Quintero como alcalde de Medellín, junto con la alta votación lograda en la ciudad por Juan Jiménez Lara para el Concejo, llenan de positivismo a los defensores de los animales, que sienten que “espectáculos” como la tauromaquia y las cabalgatas serán cosa del pasado en la ciudad, por lo menos en los cuatro años que vienen.
Varios factores hacen prever que Quintero podrá ser garante de que durante su administración no se celebrará una sola corrida de toros. Y es que, como informó EL COLOMBIANO en agosto pasado, las organizaciones defensoras de los animales en la ciudad elaboraron un manifiesto en el cual les propusieron a los candidatos a la Alcaldía firmar su compromiso de que, en caso de resultar elegidos, se opondrían a las corridas de toros y las cabalgatas.
Su rúbrica, según los animalistas, garantizaba que no iban a destinar recursos para eventos en los que se evidencie maltrato, y que se opondrían a cualquier intención de que estos se realizaran.
El documento salió a la luz el 27 de agosto y, para beneplácito de los proponentes, el primero en estampar su sello fue precisamente Quintero, quien no solo lo firmó sino que citó a las organizaciones y fundaciones al Centro de Espectáculos La Macarena, el epicentro de la tradición taurina de Medellín y que ha sido, además, el lugar donde se han realizado las marchas antitaurinas.
Para John Duque, subdirector en Medellín de la fundación AnimaNaturalis, este hecho generó confianza para que los animalistas se volcaran a las urnas a otorgarle su voto.
“Quintero nos convocó de inmediato a ese lugar, donde por doce años continuos realizamos la cadena antitaurina, lo que nos pareció un acto simbólico muy positivo y esperanzador y creemos que cumplirá su promesa”.
Duque, que es ingeniero forestal y especialista en conservación de la naturaleza, señaló que cuando la Fundación San Vicente vendió su parte (el 51 % de las acciones) de La Macarena a la firma D’Groupe SAS, dio un signo muy positivo para el fin de las corridas de toros, dado que esa entidad siempre fue reticente a dejar de lado la fiesta brava, “a pesar de que en los últimos años les dejaba pérdidas”.
Pero en algunos sectores taurinos la esperanza no desfallece. Santiago Tobón, expresidente de Cormacarena, aseguró que la decisión de hacer o no corridas ya no está en manos de gobernantes. “Eso es más un asunto de escenario. Hay privados interesados en hacerlo en un futuro en Medellín u otras partes, construyendo plazas nuevas o portátiles y la ley los protege porque lo único que prohibe es que se inviertan dineros públicos en esos escenarios”, dijo.
Quintero va firme
A medida que avanzan los días, Quintero va dando muestras de que no solo cumplirá su promesa al firmar el manifiesto, sino que fortalecerá los programas que tiene el municipio en favor de los animales.
En sus primeras declaraciones a la prensa tras la elección, expresó que no defraudaría a los electores, entre los que están gran parte de los animalistas que no solo le dieron el voto sino que le hicieron campaña. Esta semana, en el canal Telemedellín, les envió un mensaje: “les agradezco a ustedes por eso y vamos a dar la batalla juntos”, subrayó.
Tras resaltar que tanto al Concejo como a la Asamblea llegaron personas de reconocida trayectoria animalista como Juan Jiménez Lara y Álvaro Múnera, respectivamente, dijo con énfasis: “He sido franco y claro, acá no vuelven las corridas de toros mientras yo sea alcalde de Medellín”.
Sin dejar de reconocer que Medellín es ejemplo nacional y hasta internacional en la defensa de los animales, por programas y estrategias que ejecuta desde el Centro de Bienestar La Perla, como las adopciones, las vacunas y los programas de esterilización masiva de mascotas, Quintero lanzó una nueva propuesta:
“Vamos a fortalecer La Perla y a mantenerle su carácter técnico, pero vamos a apoyar emprendimientos de centros veterinarios barriales; a cambio, estos le darán unos cupos a la alcaldía para atender los casos de esas mascotas de familias pobres que no tienen para pagar las consultas y por esta razón las abandonan”.
Al respecto, Duque admite que La Perla, en efecto, se quedó corta debido a que la cultura del respeto animal va más lenta que los programas y por eso apoya la propuesta del futuro alcalde. “Hay que mirar alternativas, ver cómo sería el sostenimiento financiero y que sea en los barrios, donde los emprendedores veterinarios conozcan la realidad de las familias”, advirtió.
Desde el Concejo
Sumado al compromiso expreso del alcalde electo, al Concejo llegará el médico veterinario Lara, que lleva más de 25 años trabajando en la defensa animal. En esta corporación, si bien se perdieron las curules de Ramón Emilio Acevedo y Álvaro Múnera Builes —este último irá a la Asamblea a librar las batallas por la protección animal a nivel departamental—, continúan Nataly Vélez, María Paulina Aguinaga, Simón Molina, John Jaime Moncada y Jaime Cuartas, quienes también han apoyado la misma causa.
Lara, destaca el ahora diputado electo Múnera, fue elegido con 14.472 votos, siendo la segunda votación más alta después de Vélez, quien tuvo el respaldo de 20.002 sufragantes.
Frente a lo que pueden esperar los animalistas de su papel en la corporación, Lara aclaró que no será el reemplazo de Múnera: “él dejó una vara muy alta y es difícil reemplazarlo, pero voy a seguir su legado y, si es posible, elevar más la vara”. Añadió que trabaja por los animales desde que salió del colegio. Es decir, la lucha no le es ajena.
Caballistas no se rinden
Un sector que está dispuesto a dar la lucha es el de los caballistas buscando el retorno de las cabalgatas. Así lo confirmó a este diario Samuel Gómez, vicepresidente de Asocaba, quien dice que su gremio buscará reunirse con el alcalde y plantearle que se organicen desfiles con menos animales.
“Las cabalgatas deben volver, hacen parte de la idiosincrasia de la gente y es un negocio que mueve mucho dinero y genera empleo: de cada caballo viven el montador y cuatro miembros de su familia; y además de él están el herrero, el cuidador, el veterinario, el mayordomo, el camión que lo transporta, cada uno con cinco personas, más los vendedores ambulantes que van al evento”, indicó.
Por esto, dijo, pedirán cita con Quintero para proponerle desfiles con 1.000 o 2.000 caballos, con caballistas agremiados, que sepan de manejo y buen trato a los equinos.
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personas pueden vivir de un caballo, por lo cual lucharán por revivir las cabalgatas.