La pequeña nació con apenas 465 gramos y batalló durante cuatro meses antes de recibir su diploma.
Tantas ganas tenía la pequeña Sarita de llegar al mundo, que se anticipó casi tres meses de lo que dura una gestación normal y decidió nacer a las 24+2 semanas, es decir, cerca de seis meses, cuando el feto normalmente empieza a experimentar en el útero con sus cinco sentidos y alcanza en promedio entre 32 y 34 centímetros y un peso promedio de 800 gramos.
Pero Sarita llegó al mundo el pasado 2 de enero con 465 gramos, por lo que su madre, junto con el equipo de especialistas de la unidad neonatal del hospital Manuel Uribe Ángel, en el municipio de Envigado, tuvieron que batallar durante casi cuatro meses que esa diminuta bebé tuviera las defensas suficientes para enfrentar la vida una vez lograra salir al exterior.
Este fin de semana llegó ese momento. Luego de 118 días hospitalizada, la unidad neonatal en pleno le hizo pasillo de honor para graduar a su paciente más chiquita que ha tenido el Manuel Uribe, tal como resaltó el pediatra Felipe Andrés Palacio.
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La celebración fue por lo alto, como semejante logro lo merecía. Las enfermeras vistieron a la pequeña con traje rojo y birrete, la pinta con la que desfiló ante el equipo que la atendió durante estos cuatro meses para llegar a los brazos de su mamá mientras una de las profesionales de salud leía el emotivo diploma. “La vida da batallas difíciles a las mejores luchadoras. Se confiere el siguiente reconocimiento a Sara Carmona Moscoso, nacida en 2 de enero de 2024 con 24+4 semanas, por su valentía y fortaleza habiendo cumplido hospitalizada 118 días en la unidad neonatal del hospital Manuel Uribe Ángel. Hoy se da de alta con 2.580 gramos. Exaltamos la labor de sus padres y toda su entrega, amor y dedicación”.
Su madre, evidentemente conmovida, solo atina a dar las gracias con la voz entrecortada, mientras la pequeña, con los ojos bien abiertos, pega un alentado grito en medio de su primera graduación.
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En el video que compartió el doctor Palacio, varios usuarios compartieron la felicidad de ese momento y mientras unos felicitaron el tenaz trabajo que tuvieron que hacer los profesionales del área neonatal del hospital envigadeño, otros le enviaron a la joven madre los mejores deseos y fuerza para empezar una nueva etapa, tan o más difícil como la que ya sorteó, como lo es superar el primer año de vida de un bebé canguro tan prematuro.
El alta para la pequeña Sarita es todo una acontecimiento, no solo para su familia sino incluso en el país. Los bebés extremadamente prematuros, es decir, los que nacen antes de la semana 28 de gestación, ofrece uno de los desafíos médicos más grandes actualmente. El récord en el mundo lo tienen dos gemelos en Canadá nacidos con 21 semanas.
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Para hallar el último caso similar reportado en Colombia hay que ir hasta 2007, cuando la pequeña Milagros nació en Barranquilla con solo 22 semanas, 31 centímetros y 772 gramos que luego bajaron incluso hasta 580 gramos en los primeros días de vida.
