Esa tarea siempre inacabada para intentar conectarse de una manera cada vez más eficiente sorteando la difícil geografía se convierte en un juego de bendición y condena para muchos municipios a merced del destino que dictan los nuevos trazados. Le pasó a Caramanta y a los municipios del Oriente lejano como Nariño. Hablar, por ejemplo, de la vía Caramanta - Supía o del tramo entre Nariño y Puente Linda tal vez tal vez no diga mucho para alguien en una capital como Medellín, pero las obras que se están ejecutando allí se han convertido para sus habitantes en el inicio de un cambio drástico al panorama al que han estado sometidos durante décadas.
El alcalde de Caramanta, Juan Esteban Correa, recuerda que antes de que el municipio quedara dormido durante años, suspendido en el tiempo, la vía que lo conectaba hacia Supía, en Caldas, era una carretera nacional por la que pasaban el desarrollo y grandes acontecimientos del siglo XX. Por allí transitó la Vuelta a Colombia cuando paralizaba al país y por allí también pasaron los huesos de Carlos Gardel en su largo y legendario viaje desde Medellín hasta Buenos Aires, Argentina. Pero cuando apareció la variante La Pintada a La Felisa, esa vía tan útil pero envejecida y destapada quedó obsoleta. Y la infraestructura posterior no hizo más que profundizar el olvido de ese pueblo resguardado por la niebla.
En noviembre de 2021 se oficializó la Región Administrativa de Planificación –RAP– del Agua y la Montaña, que a través de 41 proyectos estratégicos busca devolverle el dinamismo económico, social y cultural que se tejió con paciencia con la Colonización Antioqueña que se extendió desde finales del siglo XVIII hasta bien entrado el siglo XX, pero que fue desapareciendo desde mediados de los 50 y se agudizó con el conflicto armado. De esos 41 proyectos, son tres los que buscan recuperar la conectividad terrestre para impactar específicamente las economías locales de los municipios de Antioquia y Caldas. Uno de esos es la pavimentación de la vía Caramanta - Supía que consta de dos tramos: 5,7 kilómetros entre Caramanta y el río Arquía –en límites con Caldas– y otros 8 km entre dicho río y Supía.
Las obras en el lado de Antioquia quedaron adjudicadas a Explanan S.A, un contratista experimentado con más de 150 obras a cuestas en todo el país. En junio pasado empezaron obras con un balance hasta ahora positivo, según recalca el alcalde Correa. “La vía tiene unas especificaciones técnicas impecables: calzada de seis metros de ancho más cunetas, todos los permisos ambientales al día y una ejecución de primer nivel hasta ahora”, recalca.
Hasta ahora el impacto colateral es el deterioro de parte de la vía que atraviesa el casco urbano por el paso de las volquetas. Aunque según el alcalde ya se llegó a un acuerdo con Gobernación y el contratista para repavimentarla. La obra deberá estar lista en año y medio (el tramo que le compete a Caldas, en 20 meses) y conectará a Caramanta con Manizales en apenas hora y media (hoy son más de dos horas y media). Será el momento, dice Correa, del despertar de ese pueblo que conservó como pocos los rasgos de la Colonización Antioqueña: su cultura, idiosincracia y arquitectura. Lo que se proponen, según el mandatario, es convertir a Caramanta en la conexión por excelencia con el Eje Cafetero y en referente de turismo agroecológico y patrimonial. Con sus 750 familias cafeteras y su ambiente dominantemente campesino, Caramanta, un mirador para contemplar el Nevado del Ruiz y hogar de aves en vía de extinción como el loro orejiamarillo, asoma como una nueva opción para disfrutar de un auténtico Paisaje Cultural Cafetero, un patrimonio protegido por la Unesco y en franco deterioro en otros municipios cobijados por la declaratoria (como Salento).
La vía del Renacimiento se arma kilómetro a kilómetro
En Nariño están en una situación similar a Caramanta. Con años de promesas acumuladas para recuperar la vía entre Sonsón y La Dorada, la gran ruta de colonización que transformó a pueblos como Sonsón en epicentros comerciales hacia el interior del país, la llamada vía del Renacimiento es una deuda histórica para la reparación de miles de personas pues por allí la guerra arrasó con todo a su paso.
La pavimentación de este extenso corredor es otro de los tres grandes proyectos viales que comprende la RAP, una intervención de 180 kilómetros que se ha ido armando de a poquitos (entre retrasos, problemas e incumplimientos) desde 2015. Es una obra que en total demanda $230.000 millones, plata que ha ido apareciendo a cuentagotas entre esfuerzos del Gobierno Nacional, los departamentos y los municipios. De esos 180 km a Antioquia le corresponden casi 80 km, pero particularmente 20 kilómetros entre Puente Linda y Nariño han sido el gran dolor de cabeza. En diciembre pasado, antes de irse, Aníbal Gaviria inauguró un primer pedazo entre La Quiebra y Nariño, incluyendo el puente sobre el Río Negro, un avance importante pues este sector fue uno de los símbolos de la crudeza del conflicto.
El primer semestre de este año las obras se concentraron en sacar adelante el primer kilómetro pavimentado entre Nariño y Puente Linda, con una inversión de más de $3.000 millones. Otros frentes de obra se han ido abriendo paso desde el lado de Caldas. Y en los últimos días comenzó en el municipio el cierre de vías, adecuación de tuberías y alcantarillados y demás para comenzar en pleno con la pavimentación de 14 kilómetros de este tramo, por lo que quedarían faltando cerca de seis kilómetros para tener completamente esta franja que es la última antes de conectar con Caldas. Lo que ya está listo y el tramo que se intervendrá acumulan una inversión superior a los $47.000 millones. Abarcarlos podría tardar 4 años, pero según relata Ana Carolina Guisao, coordinadora de la Oficina de Turismo de Nariño, el potencial que traerá la vía para el municipio empieza a ser ya palpable.
Precisamente, cuenta Guisao, este año se creó la Dirección de Turismo en Nariño para poder coordinar con Caldas varios proyectos como rutas turísticas que abarquen el Oriente lejano y el Magdalena Caldense, todo un corredor rico en arquitectura, cultura y naturaleza y que a juicio de Ana Carolina se convertiría en una de las rutas turísticas más potentes del país. En Nariño, que ya tiene fama por su turismo natural y medicinal por cuenta de sus termales, están conformando una propuesta de turismo religioso que incluye el recorrido por la cúpula de la iglesia para conocer el icónico reloj de casi un siglo que volvió a funcionar tras 30 años apagado, una pieza de relojería sin par en el país. Pelaos de los colegios, convertidos en guías turísticos, se están capacitando para armar rutas en estos lugares incluyendo una enigmática cripta. Por ahora, según Ana Carolina, han logrado llegar a acuerdos con el consorcio para que los pare y siga sean compatibles con la creciente demanda turística de Nariño.
Este jueves 22 de agosto la secretaría de Infraestructura de Caldas comenzará una correría por toda la vía del Renacimiento que terminará el sábado para hacerle estrecho seguimiento a las obras y a los retos que tendrán para avanzar la pavimentación. Por otro lado, este martes en una mesa técnica con presencia del Invías y el secretario de Infraestructura de Antioquia, Horacio Gallón, se logró un nuevo compromiso del Gobierno Nacional para destinar más recursos a la reparación de la vía La Unión - Sonsón y para seguir avanzando en la vía del Renacimiento.