En menos de un día, los empleados de la multinacional Zijin - Continental Gold, fueron víctimas de por lo menos cuatro atentados con explosivos, en medio de la guerra subterránea que desde hace más de cinco años se viene recrudeciendo en las profundidades de las montañas de Buriticá.
Los hostigamientos dejaron un trabajador herido y graves destrozos en una subestación eléctrica, que obligaron a evacuar la mina de emergencia ante la falla en el suministro de energía y los sistemas de ventilación, drenaje y comunicación.
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A raíz de la creciente preocupación que hay por la situación de seguridad en ese municipio, en el que se estima hay una operación de por lo menos 2.000 mineros ilegales controlados por el Clan del Golfo, agremiaciones mineras le exigieron al Gobierno Nacional ponerle fin a la impunidad por esos atentados.
Así lo expresó por ejemplo Juan Camilo Nariño, presidente de la Asociación Colombiana de Minería (ACM), para quien urge que la Fuerza Pública recupere el control de ese municipio del Occidente antioqueño.
“La ACM le exige categóricamente al Gobierno Nacional tomar medidas inmediatas y contundentes, para garantizar la seguridad en zona y proteger las operaciones legales y la vida de los colaboradores. Es necesario fortalecer la seguridad, combatir las redes criminales y garantizar la estabilidad en el territorio”, expresó Nariño.
“Es inaceptable que los grupos ilegales sigan actuando con total impunidad, poniendo en riesgo no solo la vida y la seguridad de los trabajadores, sino también la estabilidad económica de comunidades enteras que dependen de la minería legal. Estos ataques no solo buscan despojar al país de sus recursos, sino que también debilitar el orden institucional y la confianza en el Estado”, añadió.
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Según precisó la multinacional minera, la más reciente oleada de atentados en la mina comenzó desde la madrugada del pasado viernes 17 de enero y se extendió hasta la mañana del día siguiente, el sábado 18 de enero.
En un lapso de seis horas, la minera señaló que se registraron en un solo lugar al menos cuatro ataques consecutivos con explosivos.
“Estos grupos arrojaron artefactos de manera continua, atacando las instalaciones y el personal de la Empresa, lo que resultó en la destrucción de varias infraestructuras de producción y dejó a una persona herida”, precisó la empresa en un comunicado de prensa, alertando por la zozobra en la que permanecen su cerca de 1.500 empleados directos y 2.500 contratistas que operan la mina de Buriticá, considerada la mina de oro más grande el país.
El episodio de este fin de semana ocurre casi ochos meses después de uno de los momentos de mayor tensión que vivió ese proyecto minero, cuando por cuenta de un accidente en un socavón ilegal dos mineros resultaron desaparecidos.
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Pese a hacer parte de una operación ilegal, en la zona se desplegó un equipo de salvamento de la Agencia Nacional de Minería, que estuvo atrapado en ese municipio por más de una semana ante la negativa de los ilegales de dejarlos ingresar a sus túneles clandestinos para rescatar los cuerpos.
Este episodio puso sobre la mesa la compleja crisis de orden público por la que atraviesa Buriticá y la mina de Zijin, que se estima tiene el 60% de sus túneles copados por grupos armados ilegales, que además de extraer de forma ilícita unas 3,2 toneladas de oro cada año, tiene en riesgo la estabilidad de la montañas de ese municipio.
Además de ese riesgo, el municipio también viene sufriendo problemas para abastecerse del agua potable, ya que gran parte de esos entables mineros clandestinos vienen robándose el agua que abastece a los habitantes del casco urbano, quienes llegan a sufrir interrupciones de hasta 20 horas diarias.
A pesar que desde hace varios años las autoridades locales vienen pidiendo una intervención urgente del Gobierno Nacional, tanto en materia de seguridad como de formalización, los atentados de este viernes evidenciaron que esas agrupaciones armadas siguen andando a sus anchas por la zona.
Frente a esta situación, la Agencia Nacional de Minería, entidad a cargo de los procesos de formalización, argumentó hacer presencia en el territorio, al tiempo que rechazó lo ocurrido.
“La ANM rechaza estos hechos que colocan en riesgo la vida e integridad de los trabajadores de ZIJIN – Continental Gold, así como la destrucción de los equipos pertenecientes a esta compañía. La ANM viene trabajando con los mineros informales y tradicionales del municipio de Buriticá desde 2023; mantiene contacto con los mineros que se caracterizaron el año pasado y que expresaron su decisión de formalizarse”, expresó esa dependencia.
