En Colombia las organizaciones del Estado, encargadas de recabar cifras y datos precisos sobre las violencias que atraviesan las personas sexualmente diversas y que hacen parte de la población LGBTIQ+ cada una realiza este registro como mejor le parece. Dejando espacio al subregistro, el vacío en la información, así como a la sobreinterpretación de sus informes.
Una radiografía que desde 2020, viene siendo complementada por organizaciones como Caribe Afirmativo, dedicada a la defensa y protección de la vida de la población LGBTIQ+ en Colombia.
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Este colectivo durante los últimos cuatro años ha buscado juntar y analizar la información que obtiene a través de su Observatorio de Derechos Humanos, junto con la que obtiene de la Fiscalía, la Policía, Medicina Legal, Defensoría del Pueblo, entre otras entidades del Estado, para hacerse a una idea de los riesgos por los que atraviesan las personas sexualmente diversas en este país.
Sus últimos hallazgos fueron compartidos este miércoles 20 de marzo en la ciudad de Cartagena, su informe se tituló “Incontables: sin registro no hay memoria”. La Corporación analizó la situación en materia de derechos humanos para personas LGBTIQ+ en Colombia durante el 2023 y encontró que durante ese año se registraron 156 homicidios y/o feminicidios, una cifra que podría leerse de la siguiente forma: cada 56 horas o cada dos y días y medio, una persona con orientación, identidad o expresión de género diversa fue asesinada.
Con el agravante de que solo el 13.8% de estos casos se encuentra en etapa de juicio, es decir, solo en 20 de ellos se logró identificar al presunto responsable, y existiría la posibilidad de que haya justicia para la víctima y su familia. Una cifra que aumentó en relación con el 2022, después de que fueran reportados 145 casos.
Pero la muerte no sería la principal y única forma como las vidas de las personas sexualmente diversas se ve afectada o truncada, también deben enfrentarse a amenazas, agresiones verbales, violencia física, violencia policial, actos de discrminación y hostigamiento, según detalla el informe. Se estima que 2.333 personas perdieron la vida durante el 2023 por cuenta de su orientación sexual e identidad de género.
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Frente a quiénes son las mayores víctimas de éstas conductas tenemos que, de las 156 personas que perdieron la vida, 46 eran personas con experiencias de vida trans (41 mujeres trans, 3 hombres trans y 2 personas no binarias), 46 hombres gais, 31 hombres bisexuales, 12 mujeres lesbianas, 1 mujer bisexual y 20 personas LGBTIQ+ sin especificar.
Estos datos muestran que el 58.97% (92 víctimas) del total de asesinatos corresponden a personas con experiencias de vida trans y hombres, siendo las primeras las más afectadas.
Además, el 95.5% (149) de las víctimas de homicidios o feminicidios son de nacionalidad colombiana, mientras que el 4.5% (7) son migrantes. Entre las víctimas migrantes, se identificaron 4 mujeres trans, 2 hombres bisexuales y 1 personas LGBTIQ+
En cuanto a las zonas geográficas con más registro de asesinatos, se encuentran los departamentos de Valle del Cauca (33) y Antioquia (20), con las cifras más elevadas en 2023, representando el 33.75% de los homicidios y/o feminicidios. Otros departamentos con cifras alarmantes incluyen Atlántico (13), la ciudad de Bogotá (12) y Sucre (9).
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Así mismo, Caribe Afirmativo logró identificar que 30 de estos homicidios fueron perpetrados utilizando armas de fuego, y en la mayoría de los casos, las víctimas fueron personas con experiencia de vida trans.
Y aunque las cifras resulten difíciles de comprender o dimensionar, para la Corporación Caribe Afirmativo llevar este registro año a año, les permiten no solo identificar de qué manera la población LGBTIQ+ sigue sin contar con las suficientes garantías para vivir una vida libre de violencias, y extender su esperanza de vida, también sirven precisamente para generar acciones afirmativas que les permitan seguir exigiendo derechos en todas las esferas sociales.
“Los datos de violencias permiten identificar tendencias, patrones y prácticas de violencias para consolidar acciones estratégicas y políticas públicas, pues las violencias contra personas LGBTIQ+ se consolidan en un problema público que el Estado debe focaliza”, Wilson Castañeda, director de la Corporación Caribe Afirmativo.
Aunque la tarea de recoger estos datos, limpiarlos y darle sentido no ha sido sencillo. La falta de claridad y ausencia de datos frente a las violencias que sufren las personas LGBTQ+ por parte del Estado, demuestran la falta de compromiso que aún existe en los funcionarios y en el sistema.
“Los datos estadísticos permiten el abordaje de formas particulares de violencias, en especial aquellas que como resultado de un sistema de aprobación o complicidad social son justificadas y normalizadas. Por ejemplo, las mal llamadas de terapias de conversión, (...) y construir memoria de la desidia que viven las personas LGBTIQ+ que no son números, sino vidas y proyectos de vida truncados”, indicó Castañeda.
Cifras y números que principalmente entidades como Fiscalía, institución que dice estar comprometida con los derechos de la población LGBTIQ+ y en erradicar estas violencias, aún no consigue “unificar los criterios de sus bases de datos o usan de forma errónea las categorías y ello impide tener información certera (...) invisibilizan la orientación sexual o identidad de género de las víctimas u omiten información clave de ellas (...) y hay poca formación de los funcionarios que deben recoger información o llenar de las de datos y usan las categorías arbitrariamente”, concluyó el activista.
