Comodidades de todo tipo como licores, computadores y celulares se habrían encontrado en las últimas semanas en las celdas de la cárcel La Paz, de Itagüí, el centro penitenciario donde se llevan a cabo las negociaciones de la Mesa de Paz Urbana. También se denunció que se estarían interrumpiendo allanamientos a algunos de los integrantes de esta mesa de negociación por órdenes externas.
Al menos así se conoció en los últimos días, después de que el pasado 21 de febrero se hiciera un operativo en todos los pabellones de este centro reclusorio por parte de los guardianes del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (Inpec), donde se confirmó que se encontraron esta clase de comodidades y, de acuerdo con versiones extraoficiales, pertenecerían a miembros de las principales estructuras criminales del Valle de Aburrá, aunque desde la Mesa de Paz desmienten esta versión.
Además, se denunció que personas que no estarían privadas de la libertad habrían pasado la noche en este establecimiento carcelario, entrando como si se tratara de un “hotel” y no de una de las cárceles de máxima seguridad del país, al parecer, con el visto bueno de algunos servidores encargados de la custodia de los internos que allí se encuentran.
De acuerdo con algunas fuentes de inteligencia, se dice que dentro de esta cárcel estarían pasando la noche amigos y familiares de algunos de los cabecillas, sumado a mujeres que estarían ingresando.
Interrumpen allanamiento
Pero al parecer, dentro de esta prisión no solo se habría producido la revisión a todas las celdas para verificar si había alguna irregularidad, sino que en algunas de ellas se interrumpieron los operativos de forma misteriosa, todo porque alguien les dijo a los guardianes, “por allá no busquen nada”, según trascendió por una fuente.
Una de las celdas en las que se habría producido esta situación sería en la que está interno José Leonardo Muñoz Martínez, alias Douglas, y uno de los legendarios cabecillas de la banda La Terraza y quien recientemente ingresó a la Mesa de Paz, siendo uno de los abanderados de los pilotos contra la extorsión en el Valle de Aburrá, que desde el pasado viernes ya no se le aplica en 45 barrios de Medellín, Bello e Itagüí.
“Estaban haciendo inspección a todas las celdas y a todos los espacios y empezaron a llamar a los guardianes, a decir que no siguieran con las inspecciones y desde Bogotá dieron la instrucción de bajarle y entonces no procedieron”, manifestó una fuente cercana al caso.
Incluso se habla de que a altas horas de la madrugada se habría permitido el ingreso de vehículos particulares, ajenos al Inpec, para entrar al patio 1 de este centro carcelario, que sería donde se encuentran los miembros de esta mesa de negociación.
La concejal de Medellín, Claudia Carrasquilla, dijo al respecto que “todos los elementos encontrados fueron retenidos y entregados a la policía judicial de la cárcel. Horas más tarde recibieron una llamada de un coronel de alto rango del Inpec, en la que se ordenó devolver todos los elementos, además de señalar que increparan mejor a los guardianes porque estaban realizando la diligencia de allanamiento y registro”.
Ante esta situación, EL COLOMBIANO se contactó con una de las personas cercanas a la Mesa de Paz de la cárcel de Itagüí, y esta expresó que los allanamientos se produjeron en todos los patios, pero, según este, encontraron estos elementos en otros patios y ahora les estarían echando la culpa, por lo que los señalados de estas denuncias están pensando en interponer las acciones legales respectivas.
También se hizo la indagación respectiva sobre los procedimientos recientes en este centro penitenciario y tanto desde la mesa de paz como funcionarios cercanos a la entidad administradora del penal aseguraron que de esta revisión no se tiene conocimiento de acta alguna que entregue detalles sobre lo encontrado en las celdas.
Movimientos en la cárcel
La denuncia de las irregularidades dentro de este penal llevaron a que se presentaran movimientos dentro de la administración de la cárcel, ya que desde la dirección central del Inpec habrían declarado insubsistente a la directora de la cárcel La Paz, Ana Sofía Hidalgo Alvarado, según lo señaló a El Tiempo, Daniel Gutiérrez, el director del Inpec, argumentando que se habría perdido la confianza en ella.
Sin embargo, pese a este proceso legal, Hidalgo Alvarado aún seguiría como directora de esta penitenciaría, puesto que desde hace un par de semanas se encontraría incapacitada, aunque no trascendió el quebranto que la tendría en esta condición.
Algunas fuentes cercanas al caso señalaron que las denuncias sobre las irregularidades dentro de esta cárcel estarían relacionadas más a un conflicto personal entre la directora Hidalgo Alvarado y Gutiérrez, lo que habría terminado en el anuncio de insubsistencia de la directora, quien estaba en el cargo antes de los tiempos de la pandemia del covid-19.
Se espera que cuando la directora Hidalgo Alvarado regrese de su incapacidad no solo se haga oficial su salida sino que se anuncie quien quedaría a cargo de uno de los centros penitenciarios más complejos del país por la característica de los internos que allí se encuentran y el proceso de negociación que se está llevando a cabo.
Este medio de comunicación intentó contactarse con Hidalgo para conocer su versión de los hechos, pero no respondió las llamadas ni los mensajes.
No sería la primera vez
Esta no sería la primera vez que en la cárcel La Paz se denuncian estas irregularidades, puesto que desde 2023 se habla de que los internos del pabellón de la Mesa de Paz habrían realizado algunas adecuaciones a sus espacios, como el enchapado de pisos de sus celdas, además de otras comodidades para su esparcimiento mientras purgan sus penas por diversos delitos que durante décadas afectaron la seguridad de Medellín.
En ese momento, el entonces defensor de los Derechos Humanos, Javier Augusto Sarmiento, dijo que dentro de las celdas habían encontrado piscinas inflables para los niños, un elemento que no estaría autorizado para una penitenciaría de máxima seguridad.
Uno de los más críticos a este proceso es el secretario de Seguridad de Medellín, Manuel Villa Mejía, que al preguntársele sobre esta situación en una rueda de prensa cuestionó las condiciones en las que se están realizando las negociaciones de la Paz Urbana en el Valle de Aburrá.
“¿Estos tipos están en la cárcel o están en un hotel? Estos tipos pueden entrar a quien quiera y no tienen que poner reporte de quienes los visitan. Pueden dormir con ellos allá. Tienen licor, tienen celulares. Eso es lo que nosotros no nos explicamos”, señaló.
Cabe recordar que en este centro penitenciario se encuentran desde antes que iniciara este proceso de negociación en firme, el 2 de junio de 2023, Freyner Ramírez García (Carlos Pesebre), Sebastián Murillo Echeverri (Lindolfo), Gustavo Pérez Peña o Rodrigo Rodríguez (El Montañero), Jorge Vallejo Alarcón (Vallejo), Albert Henao Acevedo (Albert), Juan Carlos Mesa Vallejo (Tom) y Juan Camilo Rendón (Saya), solo por mencionar a los titulares de este proceso.
El 19 de diciembre pasado ingresó a este proceso de negociación alias Douglas, quien habría sido clave para seleccionar las zonas en las que no se cobrarían extorsiones en el primer piloto que se realizó entre el 19 de diciembre y el 19 de enero pasado en 25 barrios de Medellín y Bello, en su mayoría barrios en los que este cabecilla históricamente tuvo poder en temas criminales. Junto con él también llegó a la mesa Diego Fernando Murillo Bejarano, alias Don Berna.
Con el ingreso de alias Douglas, el vocero de las bandas criminales en esta mesa de negociación, alias Lindolfo, expresó que “Medellín transita hacia una paz que no va a tener vuelta atrás. Por ese motivo saludamos la incorporación física y plena de Leonardo Muñoz Martínez, ‘Douglas’, al equipo de voceros y la mesa de Itagüí. Su participación es definitiva para el éxito del proceso”.
Incluso a alias Douglas se le vio el pasado viernes, previo al anuncio del segundo piloto contra la extorsión, que durará tres meses en 45 barrios de Medellín, Bello e Itagüí, con un elemento que le ayuda a respirar, debido a una enfermedad coronaria que le afectó una arteria. A esto se le suman los problemas propios que sufre por cuenta de una diabetes.
Para algunos de los expertos en temas criminales, y las propias autoridades de Medellín, desde las cárceles estos legendarios capos detenidos estarían dando muestras de que aún tienen poder dentro del crimen organizado en Medellín ante las decisiones que se toman como una muestra de voluntad de pacificación, simultáneo a la búsqueda de comodidades para que su estadía tras las rejas se asemeje, al menos un poco, a la vida que tuvieron mientras estaban en libertad.