Tal vez, la forma más práctica de resolver esta duda es recurriendo al sitio de referencia CoinMarketCap, buscar información sobre una divisa cripto llamada Ether y tras poner dicha palabra en el buscador del sitio, la página irá a un espacio dedicado a Ethereum, una blockchain (cadena de bloques, en español). Igualmente, si en el buscador se escribe el nombre de la criptomoneda ADA, se terminará una sección que destaca a la cadena de bloques Cardano.
Es posible que a expertos en la economía cripto no les llame la atención lo que ocurra en el mencionado sitio web. Sin embargo, para quienes dan sus primeros pasos en el mundo de las criptomonedas, lleva a un tema fundamental: saber distinguir entre una criptomoneda y una blockchain.
Información inalterable
Sin entrar en detalles técnicos, una criptomoneda puede definirse como una divisa digital, que permite realizar diversas transacciones. Por su parte, el término blockchain alude a la tecnología que habilita bases de datos distribuidas, cuya información no se puede alterar. Este rasgo es fundamental ya que es lo que permite un alto nivel de seguridad para el manejo de datos y transacciones.
Por sus capacidades, la tecnología blockchain es un componente esencial para casi todas las criptomonedas en circulación, ya que es el elemento que hace posibles los valores de seguridad, libertad, sin intermediarios financieros tradicionales, y privacidad que caracterizan a las operaciones con divisas cripto.
Aquí radica el núcleo de la diferencia: mientras la criptomoneda es el activo que se utiliza para llevar a cabo operaciones, la blockchain es la plataforma tecnológica que brinda soporte a las transacciones que se ejecutan con la criptodivisa.
La gran mayoría de las criptodivisas surgió con el respaldo de una blockchain y las probables confusiones conceptuales tal vez tengan que ver con el hecho de que Bitcoin, la criptomoneda más nombrada, surgió de la blockchain homónima. Pero no es el caso de Cardano, que concibió la criptomoneda ADA; Ethereum desarrolló Ether y Solana, que lanzó SOL, por mencionar varios casos.
Algunas criptodivisas no cuentan con una blockchain propia sino que operan en una ya existente. Ejemplos en este sentido son Shiba Inu, que funciona en Ethereum, y la stablecoin Tether (USDT), que está disponible para varias blockchains (Ethereum, Tron, EOS, Algorand). Un caso especial es la criptodivisa XRP, que usa una tecnología propietaria con descentralización limitada (por lo que se le descarta como una verdadera blockchain).
Evidentemente lo anterior implica que hay cadenas de bloques que son la plataforma de distintas criptomonedas y no solo la propia. Tal es el caso de Ethereum, que además de operar Ether brinda soporte a múltiples divisas cripto (Shiba Inu, Bancor, OmiseGo, DAI, etc.).
Valorar cada blockchain
¿Por qué es importante comprender la diferencia que existe entre una blockchain y una criptomoneda? Es una manera de fortalecer el conocimiento en torno a los diversos elementos (tecnologías, aplicaciones, activos, servicios, etc.) que darán forma al futuro de la economía. Así, si un usuario interesado en las criptomonedas comprende el rol de blockchain en dicha innovación estará en una mejor posición para analizar los proyectos.
En otras palabras, esto quiere decir que los usuarios podrán valorar una iniciativa desde distintos ángulos, incluyendo factores asociados a la cadena de bloques: “¿Por qué la criptodivisa no cuenta con una blockchain propia?; “¿Por qué usa la plataforma de Ethereum y no la de Bitcoin?”, “¿Qué proyectos exitosos están operando en la blockchain elegida?”, etc.
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