No cesan las lluvias, pero Un verano sin ti de Bad Bunny nos hace sentir como si saliera el sol.
Su cuarto álbum de estudio, sin contar su EP Oasis con J Balvin y su lanzamiento sorpresa Las que no iban a salir, es un homenaje a su isla: una carta a P FKN R, un estado mental y físico para las vacaciones, el amor, el desamor, la amistad y el perreo.
Con sus dos conciertos en diciembre de 2021 en el estadio Hiram Bithorn en Puerto Rico, el 2022 prometía ser el año de Bad Bunny. Y sí que lo ha sido. Una gira en arenas completamente agotada, otra gira mundial en estadios también sin boletas disponibles, su segundo Grammy anglo y el lanzamiento del álbum con más récords en la historia de la música latina.
146 millones de reproducciones en Spotify el día de su lanzamiento, número uno en la lista Billboard 200 en Estados Unidos (un hito que solo un artista latino ha logrado: él) y 23 canciones que debutaron en Billboard Hot 100, el listado musical más importante en Norteamérica.
¿Cuál es la razón de su éxito? Hacer lo que se le da la gana. Experimentar, atreverse.
Volver a sus raíces en el trap con Dos mil 16; entonar un mambo en Después de la playa; incluir uno de sus mayores éxitos lanzado hace más de tres años: Callaíta; cantar con algunos de los exponentes más reconocidos del momento del género urbano: Jhay Cortez y Raw Alejandro, mientras apoya también a agrupaciones indies como The Marías, Bomba Estéreo y Buscabulla, con quien tiene la mejor (y más poderosa) canción del álbum: Andrea.
Y como si fuera poco, evocar también el “bailoteo a poca luz” con colaboraciones con Tony Dize y Chencho Corleone de Plan B. Sin duda Me porto bonito es el tema más “perreable” de los 23 sencillos.
Un álbum para escuchar en estadios, en la playa, en el trabajo, en el bus, manejando, entusados, enamorados.
Si YHLQMDLG y El último tour del mundo fueron la banda sonora de la pandemia y de las fiestas clandestinas, Un verano sin ti es la banda sonora de la reactivación, de la vida post-covid, y de una realidad, nuevamente, sin tapabocas.
Junio de 2019 y sus tres conciertos en Colombia (Medellín, Bogotá y Cali) fueron cancelados, los rumores apuntan a bajas ventas en la boletería, pero como él mismo canta en <3, el último track de YHLQMDLG, “...el tiempo no falla y siempre tiene la razón”.
En noviembre de ese mismo año compartió escenario con J Balvin en su espectáculo El niño de Medellín en el Atanasio y si bien ya se había presentado en el 2018 en La Macarena, bastaron tres años para tener no una sino dos fechas (completamente agotadas) en Medellín.
El 18 y 19 de noviembre el Conejo llegará para recordarnos lo mejor de ser latinos. La vida nos dará de nuevo el placer de escuchar en vivo al artista más importante de los últimos cinco años, ojalá cesen las lluvias para ese entonces.