El taller de León está repleto de herramientas que heredó de su padre, algunas de ellas tienen más de 100 años. Las garlopas, escuadras, gubias, formones y sargentos con los que construye sus instrumentos fueron diseñados por Julio, su papá, a comienzos del siglo XX y mantienen la precisión que envidiaría cualquier impresora 3D ultramoderna.
Al aprender a restaurar y a escuchar violines hace más de 50 años, León descubrió un fenómeno que surgía de la relación de las cuerdas y la madera que acentuaba los matices de las octavas –algo imperceptible para el oído desprevenido– y que las guitarras que había restaurado hasta entonces no poseían. Así que aprendió a reproducirlo en sus guitarras y para ello se vale de una sencilla plantilla que mantiene a su diestra en el taller.
León es en esencia un carpintero. Solo que llevó más allá su dominio de la madera y ha experimentado durante décadas cómo ‘extraer’ su sonido aplicando principios matemáticos. León es un artesano del sonido.