“Yo lo que hago es tener una pregunta que busco argumentar con bibliografía o con referencias audiovisuales para luego pasar a pensar en el medio del lenguaje artístico que me permita formalizar esa argumentación de la pregunta”.
Parece abstracto, pero es absolutamente poderoso, porque lo que hace Astrid con su arte es construir imágenes. Imágenes de personas que han sufrido racismo, imágenes de personas afro, que a lo largo de la historia han sido imaginados por otros, por prejuicios.
“Estas ciudades son responsables de esa imagen del hombre que presidió la construcción del mundo, no necesariamente del hombre como debería ser, sino como es, retratado según las creencias de aquellos que gobiernan el mundo. Nuestras vidas son evaluadas y controladas de acuerdo con las definiciones, principios y objetivos de la cultura occidental y sus leyes internas”, dijo el intelectual senegalés, Alioune Diop en la sesión inaugural del Segundo Congreso de Escritores y Artistas Negros celebrado en Roma en 1959. Así está consignado en el libro de Paul Gilroy Atlántico Negro (2014), uno de los libros que Astrid tiene en su estudio.
Eso que dijo Diop de Roma, pasa también en Medellín. Por eso las preguntas de Astrid son también las de Gilroy, las de Diop, las de todos aquellos que han sufrido el racismo. Su arte se suma a los esfuerzos de tantos artistas afrodescendientes por hacerlas públicas, intentando hacer visible lo invisible, porque el racismo es tan naturalizado que para muchos resulta difícil incluso notarlo. Por eso lo que hace Astrid es tan poderoso, porque lo expone con su arte en todas partes.
Su estudio está en un cuarto pequeñito, el último de una casona grandota de Prado, en el centro de Medellín, donde antes vivió un cura, y donde ahora todos los cuartos son talleres de artistas. Ahí, Astrid construye una imagen propia de lo afro, diferente. A veces lo hace con fotografía, otras veces con escultura o video, pero siempre con otros principios, con otros objetivos diferentes a los de aquellos que han gobernado el mundo, como dijo Diop.



