Podemos decir que una exposición tiene tres momentos significativos: la fase de creación, la apertura al público y la huella que deja en los archivos de los artistas, las instituciones y los visitantes.
En la fase creativa los curadores plantean un relato que los museógrafos materializan. Dispuestas las obras de arte en el espacio, se abre la conversación y se programan visitas guiadas, talleres, conversaciones con los artistas, y se proponen modos de mirar y entender el sonido de una máquina, las cosas que dice una línea, el vacío en un dibujo, el discurso de una pintura, la invitación de una instalación a detenerse en ella, el rompecabezas que arman las palabras en un afiche, las fotografías para mentir o decir la verdad a medias, la fotocopia y lo serial para hacer una denuncia, las mezclas entre las técnicas que propician nuevos lenguajes. Desmontadas las obras, los colores de las salas, los muros de drywall... quedan los expedientes en el archivo, lugar que conserva y nos ayuda a recuperar la actividad expositiva de un lugar.
Durante el 2024 se inauguraron cerca de 160 exposiciones en Medellín, 13 por mes, muchas de ellas de carácter antológico, retrospectivo y temático, gestionadas por colectivos, galerías y museos. Algunas invitaron a pensar la historia del arte nacional y otras llevaron sus propuestas curatoriales a temas como el paisaje, el dolor, el conflicto armado, la violencia doméstica, la expansión de la imagen fotográfica, entre otros.
Para entender por qué nos gusta más una obra y otra no, o una exposición y no otra, María Gainza dice: “En la distancia que va de algo que te parece lindo a algo que te cautiva se juega todo en el arte, y las variables que modifican esa percepción pueden y suelen ser las más nimias”. Aquí un breve repaso.
Cuando la muerte empezó a caminar por aquí...
Exposición antológica del artista Juan Manuel Echavarría (Medellín, 1947). Inició su carrera como escritor. En los noventa, después de una crisis creativa, una de sus amigas, Liliana Porter, lo animó a reemplazar la escritura por la fotografía. A partir de la imagen empezó a indagar por la violencia en Colombia. En esta muestra, curada por el artista y curador Óscar Roldán Alzate, se integraron fotografías, video-instalaciones y proyección de documentales que plantearon una visión sobre la realidad social y el conflicto armado en Colombia. Un recorrido por sus primeros trabajos realizados en los noventa, pasando por obras tan conocidas como Bocas de ceniza (2003-2004) y Réquiem NN (2006-2013). De su obra dice Echavarría: “Más de veinticinco años investigando la violencia en Colombia a través del arte. Un camino corto para una guerra de raíces tan profundas en el tiempo”.
Intervención
Un resumen de cuatro décadas de trabajo en cuarenta obras de la artista Ángela María Restrepo (Medellín, 1950). Alumna del artista Aníbal Gil y contemporánea de José Antonio Suarez Londoño, dedica su tiempo al oficio y la enseñanza del grabado. Fundadora del Taller de Grabado la Estampa, inició su carrera en los setenta. Su pulso ha registrado la intimidad y su bello desorden. Ropa arrumada, abrazos en la cama, perros dormidos, matorrales, momentos de una vida registrada en planchas, papel y tinta. Gracias a la difusión de Policroma, Restrepo ha empezado a recibir la atención de otros espacios expositivos. En el Museo de Arte Moderno de Medellín se puede visitar la muestra individual “Ángela María Restrepo. Nada se puede duplicar realmente”, con la curaduría de Emiliano Valdés.
Compañera
Así como Débora Arango fue pintando lo que fue viendo y registró la desigualdad, el hambre, la prostitución, el abuso de poder... Gabriela Pinilla (Bogotá, 1983), artista y profesora universitaria, ilustra episodios de la historia colombiana tal vez olvidados por los grandes acontecimientos y el relato oficial. Su trabajo es producto de investigaciones en el archivo, la prensa, el cine, la literatura, entre otros soportes. Compañera es la excusa para presentar su proyecto editorial más reciente Entre aguas y raíces: la lucha de la Chiquis en las montañas del Chocó, co-escrito con el politólogo e investigador Darío Villamizar. En él se narra la historia de Carmenza Londoño, profesora normalista y miembro de la organización guerrillera M-19, conocida como la Chiqui. Esta publicación fue una colaboración entre el Museo La Tertulia y la Bruja Riso, fundada en el 2018, que este año recibe un reconocimiento a su trayectoria como espacio alternativo de la ciudad.
Vorágines: mundo(s) por venir
Exposición de gran formato, liderada por el escritor y curador Efrén Giraldo, a propósito del centenario de la novela La vorágine del escritor José Eustasio Rivera. 40 artistas presentan su interpretación de una novela que nos sigue hablando de nuestras actuales problemáticas: la relación con la naturaleza y el medio ambiente, la búsqueda de los desaparecidos, el abuso de poder, la corrupción de las empresas y el Estado. La muestra comprende desde piezas comisionadas, obras de artistas locales a obras de colecciones privadas, dando como resultado un bosque multiformato para continuar la reflexión que surge del cruce entre naturaleza, arte y literatura.
Extraños, cuerpos extraños
Milena Contreras (Medellín, 1990) es una agitadora de los archivos fotográficos y el collage en cartel de Medellín. Hemos visto sus obras en casas patrimoniales que han vendido para hacer edificios comerciales, latas oxidadas, pedazos de pared encontrados por ahí, caracoles, en lotes baldíos. De los archivos fotográficos, que también pueden ser oráculos para entender el olvido y la memoria, arma su propio repositorio que mezcla y expande en sus proyectos de creación. En la Galería de Arte Paul Bardwell las obras proponen una relación con el archivo personal, el cuerpo, y las imágenes de archivos médicos. Este proyecto fue merecedor de la convocatoria Nuevos Talentos en el Arte, versión 2024.
Mapa Teatro - Laboratorio de la imaginación social
Con sede en Bogotá desde 1986, Mapa Teatro es un laboratorio de experimentación y creación transdisciplinar, fundado en 1984 en París por los artistas visuales y escénicos Heidi, Elizabeth y Rolf Abderhalden. Aunque no es una exposición retrospectiva, pretende ser una antología de trabajos articulados en cuatro módulos: Lxs Testigos, Atlas, Anatomía de la Violencia y Trans/Migraciones. Con más de diez obras que van del video a la instalación, dice la Curadora invitada Carolina Ponce de León: “...este laboratorio ha trabajado en el ámbito de las artes vivas, una modalidad de pensamiento-creación que se gesta desde el afecto, entendido como el impacto de las fuerzas vitales del entorno en el cuerpo.”
No-objetualismos. Hacia un pensamiento visual independiente
Este proyecto expositivo hace parte de una larga investigación, realizada por el Curador Jorge Lopera, en la que nos propone una relectura de los procesos artísticos de la década de los setenta en Latinoamérica, que tuvieron al crítico y teórico peruano Juan Ancha como uno de los referentes para explicar este conjunto de obras nacidas de la participación social de las artes visuales en los cambios culturales y políticos e influenciada por la neovanguardia y la distancia de los medios tradicionales de producción artística. El no-objetualismo es ahora una de los términos claves para entender ese momento de la historia y que desembocó en el mítico Coloquio Latinoamericano sobre Arte No-objetual y Arte Urbano, convocado por Acha en 1981 y que el Mamm acogió con una agenda en la que hubo performances, conferencias e instalaciones.
En el principio era el verbo
“Si un trabalenguas fuera una imagen sería un collage de Daniel”, así termina el texto de presentación del artista Daniel Valencia Cossio (Bogotá, 1996). En esta exposición, compuesta por acuarelas, óleos y dibujos existe una vocación por traducir los juegos del lenguaje presentes en los dichos populares, las canciones, los cuentos... que el artista traza en sus obras y en los que encuentra una parte generosa de nuestra construcción identitaria.
El desayuno estragado
Este es un proyecto de co-creación con mujeres víctimas sobrevivientes de la violencia de género de algunos barrios de Medellín. Este ejercicio propone un archivo íntimo de testimonios, fotografías, piezas audiovisuales y un catálogo de objetos y formas de defensa doméstica en donde defenderse de los agresores es ampararse del daño físico y moral de una sociedad que todavía no encuentra una manera amorosa y justa de reparar y cuidar a las mujeres. Evelin Velásquez (Medellín, 1986) logra que las víctimas hablen sin rodeos sobre sus experiencias. De esta exposición nadie sale ileso.
Ruidos en el bosque
Ruidos en el bosque reunió los trabajos de las artistas Natalia Giraldo (Ituango, 1981), Maribel Flórez (Medellín, 1988), Alejandra Arbeláez (El Carmen de Viboral, 1987), Yuli Cadavid (Medellín, 1982), Catalina Toro (Medellín, 1989) y Laura Montoya (Medellín, 1987). Seis mujeres que, desde sus prácticas artísticas levantan un bosque de ideas y gestos sobre la naturaleza. Sol Astrid Giraldo, Curadora invitada por el Coleccionista, escribió en el texto de presentación: “Seis artistas mujeres son las exploradoras del bosque que ellas mismas han plantado y se ofrecen como guías para perderse en él. Van en contravía del arquetipo de la Pachamama, pues no se presentan a sí mismas como el símbolo mudo de la naturaleza. Su presencia no está definida ni por la maternidad ni por la fertilidad como ha sido usual en la historia de la cultura y de las imágenes. Ellas ahora tienen voz”.