El género Theobroma, perteneciente inicialmente a la familia Sterculiaceae, fue descrito y publicado por Carl von Linnaeus en el año 1753 en Species plantarum. Recientemente, fue ubicado en la familia Malvaceae, subfamilia Sterculioideae, y comprende unas veintidós especies nativas de los bosques tropicales de Centro y Sur América (Dostert et al., 2012; Díaz y Hernández, 2020). El área de distribución se extiende desde la cuenca amazónica por el sur hasta la zona meridional de México. Su centro de diversidad se encuentra en la región amazónica en lo que hoy es Brasil, Perú, Ecuador, Venezuela y Colombia. Las especies de Theobroma son árboles ramificados con hojas simples, flores hermafroditas y frutos indehiscentes carnosos. Por su importancia económica, la especie más reconocida del género es el cacao (Theobroma cacao), que se expande desde la región de la cuenca del río Amazonas y las Guyanas hasta el sur de México. Después de la llegada de los europeos a América, el cultivo del cacao se propagó al Caribe, Asia y África y hoy es pantropical. (Dostert et al., 2012).
En Colombia se registran trece especies de Theobroma (Fryxell, P. A. et al., 2015), entre ellas Theobroma bicolor Bonpl., descrita y publicada por Bonpland en Plantae aequinoctialis en 1808, cuya colección tipo realizada por Humboldt y Bonpland proviene del Chocó y fue depositada en el Herbario del Museo Nacional de Historia Natural de París (P). Bonpland, en una carta escrita a Mutis desde Popayán el 26 de noviembre de 1801, le comunicó que había colectado material de “bacao” del Chocó. Humboldt dijo que esta especie era originaria del Chocó y que se cultivaba en la región de Cartago. Sin embargo, a pesar de lo aseverado por los ilustres botánicos, nunca se ha encontrado el “bacao” espontáneo en el occidente colombiano, y aun cultivado es muy raro (Patiño, 1963).
Theobroma, en griego, significa “alimento de los dioses” y el epíteto “bicolor” proviene del latín bicoloris y significa “de dos colores”, en referencia al color verde del haz y al grisáceo del envés de la hoja. En Centro América es conocido como “pataste”, del náhuatl “patachtl”; “bacao”, en el occidente suramericano; “macambo”, en el Perú amazónico (Loreto), y “cacau do Perú”, en el Amazonas brasileño.
En Colombia se conoce con los nombres de “bacao” (Amazonas, Antioquia, Chocó, Nariño y Valle del Cauca), “maraca” (Amazonas y Caquetá), “maraco” (Amazonas, Guaviare y Putumayo), “cacao de monte” (Chocó), “macambo”,”macambu”,”marroca” (Amazonas) (Bernal R. et al., 2017). Se distribuye naturalmente en Colombia desde el nivel del mar hasta los 1000 m de altitud, en los departamentos de Amazonas, Antioquia, Caquetá, Chocó, Guainía, Putumayo, Valle del Cauca y Vaupés (Fryxell, P. A. et al., 2015).
En muchas comunidades indígenas del Amazonas, en Colombia, es muy común verlo sembrado en las chagras. En un estudio reciente sobre Theobromas de la Amazonia, se concluyó que el consumo de los productos derivados de copoazú (T. grandiflorum) y maraco (T. bicolor), como copolate y bacalate, puede tener un efecto positivo en la salud de los consumidores, similar al del chocolate o incluso mejor, dadas las diferencias en su composición fitoquímica con el cacao, especialmente en cuanto a un menor contenido de ácidos grasos insaturados (Díaz y Hernández, 2020). Es por esto por lo que debería fomentarse su siembra, además de ser una alternativa de sustitución del cultivo ilícito de la coca.
Álvaro Cogollo Pacheco
Biólogo
Miembro honorario/Investigador
Jardín Botánico de Medellín /
Corporación Salvamontes
Medellín, Colombia
cogolloi@yahoo.com