Corría el 2006 cuando fue publicada una antología que reúne una treintena de obras aparecidas a lo largo de siglo y medio de historia urbana. Veintiséis narradores y cuatro narradoras fueron convocados en aquel momento, entre ellos y ellas se cuentan los nombres de Emiro Kastos, Tomás Carrasquilla, Efe Gómez, Sofía Ospina de Navarro, Fernando González, Manuel Mejía Vallejo, Rocío Vélez de Piedrahita, María Helena Uribe de Estrada, Mario Escobar Velásquez, Darío Ruíz Gómez, Jaime Espinel, Amílcar Osorio, Fernando Vallejo, Elkin Restrepo, Darío Jaramillo Agudelo, María Cristina Restrepo, entre otros. El libro incluye dieciocho cuentos, diez fragmentos de novelas, una carta y una crónica. Se trata de una selección de narraciones en las que Medellín es la protagonista, a cuyas transformaciones asistimos a través de las palabras de algunas y algunos de sus más importantes escritores. Jairo Morales Henao, experto en el patrimonio literario de la ciudad, es el artífice de esta compilación que vio la luz dentro de la Colección Biblioteca Básica de Medellín, bajo el sello del Fondo Editorial ITM. Jairo Osorio Gómez fue el editor de esta primera colección entre los años 2003 y 2006, periodo en el que aparecieron los 26 tomos que la conformaron por aquel entonces.
Dieciocho años después inicia una nueva etapa, en la que el ITM se propone entregar a la ciudad la Nueva Biblioteca Básica de Medellín, cuyos propósitos son tres: publicar de nuevo algunos de los títulos de la serie inicial que por su relevancia actual suponen aportes significativos para los interesados en los devenires medellinenses; publicar textos que aún no han circulado entre el público lector, lo mismo que otros considerados ya “incunables” y publicar textos nuevos, en los ámbitos de la investigación y de la creación (de ficción y de no ficción) en los que Medellín es objeto de estudio, inspiración o protagonista.
La reflexión sobre distintas cuestiones a propósito de la ciudad ha ocupado a muchos equipos del ITM, que en 2024 cumple ochenta años, pero que en lo corrido de este siglo ha intensificado sus búsquedas académicas alrededor de los temas urbanos; los títulos que conformaron la serie inicial muestran esa vocación. En este segundo momento se dará continuidad al primero, pero de cara a los tiempos que corren y teniendo en cuenta el agua que ha corrido bajo el puente de la historia reciente en el planeta y las maneras como las metamorfosis sucedidas y en proceso han impactado a la ciudad, asimismo, los cambios locales, muchos de ellos evidentes, otros no tanto, pero no por eso menos decisivos. Así, la Nueva Biblioteca se presenta como una posibilidad de conservar memorias sobre discusiones renovadas respecto a diferentes asuntos que preocupan a los medellinenses, con un propósito expansivo, contrahegemónico, convocante también de las voces disidentes y subalternas. Se trata de escribir sobre una Medellín a pie de calle, de la Medellín que se ama y se padece, de la ciudad que también se odia, de sus singularidades, de sus virtudes, de sus taras y de sus vicios, de sus resistencias a través del arte, de sus hallazgos, de sus aciertos y desaciertos, de sus promesas rotas, de las cumplidas; de las tantas ciudades que laten bajo el topónimo.
Medellín en su narrativa, en esta versión revisada por su compilador y con prólogo del nuevo comité editorial, es el eslabón que conecta los dos ciclos y lo hace porque los textos escogidos permiten adentrarse en las oquedades de la ciudad desde los tiempos en que era un pequeño poblado entre montañas, en los que, sin embargo, ya se pretendía metrópolis y donde muchos de sus oriundos ya renegaban de sus orígenes montañeros y consideraban el dinero como eje de sus existencias. Son sugestivas las elecciones del segundo y del penúltimo texto: Felipe, el cuento de Gregorio Gutiérrez González, en el que su personaje, hacia mediados del siglo XIX, lanza un diagnóstico del pueblo antioqueño tan desolador que sigue interpelando esa jactancia de emprendedores que se respira por estas tierras y que, en no pocos casos, ha jugado tan malas pasadas. Y casi al final, un fragmento de Cartas cruzadas, la novela epistolar de Darío Jaramillo, publicada en 1995, en la que se toca el tema del narcotráfico con la maestría del poeta que cuida el lenguaje por encima de todo y que, gracias a ello, logra cincelar los caracteres sin caricaturizarlos, mostrando los dramas cotidianos, las contradicciones y que, por el uso del género epistolar como modo narrativo, deja ver los distintos puntos de vista y los sufrimientos de cada uno; el fragmento incluido por Morales Henao puede valorarse también como pieza individual, sobre todo los últimos párrafos, en los que uno de los personajes hace una revisión de cierta clase social vernácula que él ve como decadente y cuyas palabras hacen eco de las pronunciadas por Felipe casi siglo y medio antes:
“Hombres cicateros con ellos mismos y con el dinero, inclusive el dinero de los demás, esa avaricia no es más que el reflejo en feo de una austeridad que heredaron como principio religioso: ahora, mientras escribo, completo el cuadro de un estilo de vida que agoniza en un mundo que no corresponde a la idea donde crecieron y que consideraron la única realidad posible”*.
En el libro ha sido trazado entonces un gran fresco de Medellín, con sus transformaciones paisajísticas, los cambios en sus espacios callejeros y privados, los modos de vivir los días y las noches a través de los años, las tensiones entre librepensadores y moralistas, entre cosmopolitismo y tradición, las formas del hampa, también con los rituales cotidianos, las alegrías sencillas, las bondades y la fascinación de los pobladores por ciertos rasgos regionales expresados en los gestos, los espacios y las cosas, las dinámicas barriales, la densificación de la ciudad a medida que transcurren las décadas y las miradas críticas que desde las épocas de la pequeña villa miran con sospecha lo que para la mayoría es plausible. Esta edición, primer número de la Nueva Biblioteca Básica de Medellín, tiene además un hermoso diseño que se mantendrá en los números siguientes, a cargo del equipo del Museo de Ciencias Naturales de la Salle, adscrito a la Facultad de Artes y Humanidades del ITM.
*Jaramillo, D. “Cartas cruzadas”. En: Morales, J. (comp.) (2024). Medellín en su narrativa. Fondo Editorial ITM. p, 383.