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EL ENCARGO INEVITABLE

En este número nos embarcamos a explorar la forma en que miramos la política, casi siempre como un duelo entre izquierda y derecha, y cómo está cambiando la geopolítica del poder global. Y nos preguntamos por nuestras relaciones con los animales, al tiempo que reflexionamos sobre las representaciones de series como Griselda, el cine hecho por mujeres y los nuevos espacios para el arte que se abren en Medellín.

  • La bacanería deportiva de Fico y el entretenimiento político

La bacanería deportiva de Fico y el entretenimiento político

El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, se ha pasado las últimas semanas mostrando su pasión por el deporte, entrena largas horas para participar en maratones y triatlones, ¿pura pasión, descuido de labores o construcción de una marca personal?

Por José Fernando Loaiza Bran | Publicado

“¿Fico es bueno?”. Era una pregunta para responder en pantaloneta. La explicación me rescató en la entrada de los laberintos de la política, en los que no conozco camino seguro. “Fico, el alcalde. Dicen que es muy teso. Que es maratonista. También que terminó un triatlón, ¡un Ironman!”. Por ese lado va la zambullida, esperando evitar esas corrientes tan traicioneras.

Hay que decir que responde otro aficionado (uno muy aficionado en tiempos de menos afanes). Empecé a practicar el triatlón contrariando a mi entrenador en la Liga de Atletismo de Antioquia —Libardo Hoyos, que ha orientado a corredores olímpicos y mundialistas como Diego Colorado, múltiple medallista en Juegos Suramericanos, Bolivarianos y Panamericanos, y Muriel Coneo, campeona panamericana y suramericana— que pronosticó (y acertó) que si no podía con San Pedro, mucho menos iba a poder con San Pablo. Pero, de la necedad me quedó haber logrado las marcas mínimas para clasificar a cuatro Juegos Nacionales (aunque solo fui seleccionado una vez, representando al Huila), medallas en mi grupo de edad en varios eventos internacionales de la modalidad de duatlón (noveno puesto en categoría élite en un Iberoamericano) y el mejor rankeado en la clasificación de grupos por edades en la Copa Colombia de Triatlón en 2009.

Como el triatlón es una idea no muy clara, con nombre de proeza, en el conocimiento general sobre los deportes en nuestro país, hay que explicar que el término aplica para diferentes competencias que incluyen en orden consecutivo un tramo para completar a nado, otro en bicicleta y uno final de carrera a pie. Se compite en categoría élite, que a nivel internacional incluye a los profesionales (en nuestro país a un puñado para los que su trabajo depende de sus logros deportivos y también a los más aficionados) y en grupos por edades, de cinco en cinco años (entre aficionados que entrenan con regularidad, los que tienen una condición física para desafiarse en un logro personal, los turistas del ambiente deportivo y algunos influencers). A estos últimos los anima una mezcla de gusto por el deporte, el estilo de vida que implica su práctica, los sitios donde se compite y algún reconocimiento social (al final, cada quien construye una marca que proyecta como puede).

El nado heroico del emperador

Parado en la cubierta de un barco que navegaba sobre el Yan-tse (río Azul), Mao Tse Tung dominaba una revista acuática con 5.000 atletas en orden marcial. La escena de aquel 16 de julio de 1966, incluyó la gloriosa zambullida del Emperador Rojo de Pekín, de 73 años, en las aguas del río más largo de Asia. Los presentes fueron testigos de sus brazadas vigorosas y de su estilo para avanzar en la corriente. El traje de baño que usó se conserva en un museo en honor a su memoria en Shaoshan, la ciudad de nacimiento del fundador de la República Popular de China.

Durante los días siguientes, la noticia sobre la proeza del nado de su líder fue una ola que se extendió sobre 700 millones de ciudadanos, para desbordar luego las fronteras. Los relatos hablaron de un recorrido de 13,5 kilómetros que espantaba los rumores que por entonces corrían sobre la salud del mandatario chino (en Moscú se asombraban con la estimación de que habría roto el récord mundial de las 100 yardas).

Se necesita para terminar un triatlón

Es verdad, no cualquiera completa un triatlón, sea cual sea la prueba, desde la versión esprint hasta la larga distancia. En principio, hay tener en cuenta la estimación de que solo el 35% de la población mundial puede nadar sin ayuda, y que esta cifra baja a 18% para la población que practica la natación de manera regular (siguiendo esa línea, se dice que solo un 2% de la población domina los cuatro estilos de nado; aunque no es necesario). Pero no solo hay que saber nadar (lo más difícil en cuanto a las destrezas técnicas). Están, además, las habilidades sobre la bicicleta y la capacidad de correr por lo menos 5 kilómetros al final.

Una condición no menor es la de tener dinero para comprar bicicleta y los elementos que se emplean para practicar tres deportes —ojalá también para contratar los servicios de un entrenador calificado— (se puede excluir el costo de acceso a escenarios deportivos si se aprovechan los espacios abiertos al público en Medellín). No es este un obstáculo para el alcalde, que en su competencia en Cartagena iba acoplado sobre una máquina diseñada para contrarreloj al nivel de las que utilizan los ciclistas profesionales (tampoco los integrantes de su escolta, que tienen entre sus tareas acompañarlo durante sus entrenamientos, desentonan en aspectos mecánicos).

También hay que tener tiempo para entrenar. Es posible terminar un triatlón de distancia estándar dedicando 10 horas semanales, pero se termina entrenando mucho más, en la práctica, si se quiere tener una buena figuración. Los entusiastas de los grupos por edades pueden pasar entre tres y cuatro horas al día en sus entrenamientos que incluyen las tres disciplinas (natación, ciclismo, atletismo), sesiones combinadas específicas, otras de fortalecimiento en el gimnasio y de recuperación.

Deporte y politaintment

Cada quien proyecta una marca que construye como puede. ¿Qué si es natural que el alcalde publique fotos de sus entrenamientos y anuncie las competencias en las que participará? “En política nada es porque sí. Y el político sabe perfectamente eso. Siempre hay una intencionalidad. Siempre se calcula el momento y el espacio para hacer creer”, responde el profesor Julián Restrepo, doctor en Política y Comunicación, y docente de la Universidad Eafit, que sí conoce los laberintos de la política.

Hacer creer, dice el profesor. “Porque, literalmente, el político es un ser humano. Es fuerte en unas cosas, débil en otras, pero siempre se tiene que mostrar como el mejor en todo: el mejor papá, el mejor abuelo, el más inteligente —explica—. El fenómeno se ha agudizado a partir de las redes sociales, porque lo que hacen es mostrar un perfil. El de un ciudadano que es igual a todos, pero que es capaz de solucionar los problemas de todos”.

El profesor Restrepo reconoce que esa intención siempre ha estado. Menciona a Mussolini, en Italia, que se iba a los campos de trigo, se quitaba la camisa y empezaba a cosechar. “Se mostraba como un hombre fuerte, vigoroso, atlético, pero al mismo tiempo inteligente y con carácter. La gente no solo busca a alguien que gobierne, sino que se vuelva un arquetipo, un imaginario que inspire”. Entre sus ejemplos también está el expresidente Álvaro Uribe, que trotaba de madrugada entre oficiales del Ejército y que se metió a nadar al río Guatapurí, semanas después de que la guerrilla del ELN secuestrara a siete extranjeros en la Sierra Nevada, a finales de 2003. “La propaganda siempre ha sido del culto al hombre. Y ahora, con las nuevas técnicas de la comunicación política y la era digital, más que nunca estamos en esa lógica”, apunta.

“Eso se llama politainment: entretenimiento político. Es uno de los primeros cánones del entretenimiento, que en vez de que el ciudadano esté pidiendo solución a los problemas, se sienta gratificado porque su líder se vea fuerte y cercano a la gente. El deporte aporta a esa narrativa”, explica Restrepo. Y agrega: “Federico es un buen exponente de la teatralidad política en una ciudad donde no necesariamente se pueden solucionar los problemas. Aquí ninguno ha podido solucionar la inseguridad y la violencia; los combos siguen donde están. Entonces la teatralidad cauteriza la incapacidad de gobernar en un momento determinado”.

Logros y números

El alcalde Federico Gutiérrez se le midió al Ironman 5150 de Cartagena, el pasado 15 de septiembre. A través de sus cuentas personales en las redes sociales X e Instagram y de su canal en Youtube, luciendo sus mejores pintas deportivas, compartió con sus seguidores la satisfacción de su proceso de preparación para la carrera. Más de 1.700 competidores se inscribieron y 1.209 cruzaron la meta; entre ellos Fico, en el puesto 440 de la clasificación general, luego de tres horas. Con su tiempo de 3:07:35, se ubicó en el lugar 27 entre 52 inscritos en su categoría (de 50 a 54 años). El argentino Emmanuel Iodice y la boyacense Lírany Gómez ganaron la competencia en categoría élite masculina y femenina. Iodice acabó en 2:02:28, más de una hora antes que el mandatario de Medellín, mientras que Gómez, terminó en 2:21:17.

Ahora, es necesario aclarar que el Ironman 5150 es una carrera de distancia estándar: 1.500 metros de natación, 40 kilómetros en bicicleta y 10 kilómetros de carrera a pie, lejos de los 3,8 kilómetros de nado, 180 kilómetros en bicicleta y un maratón (42,195 kilómetros) que alguna vez dieron sentido a ese nombre cargado de heroísmo. No es para aceptar, sin más, que cubrir una distancia mayor implica un mejor nivel, pero puede serlo cuando terminar la prueba es en sí un reto para los participantes.

La historia del Ironman (hombre de acero) predica que fue la solución, en forma de desafío, de una discusión entre miembros de la Armada de los Estados Unidos en Hawai, sobre cuál era para ellos la competencia más exigente para medir la dureza de un atleta. El resultado fue sumar las que consideraron, de ahí que terminar tal prueba era ya una hazaña de héroes. En las sedes donde se corre esta distancia mítica que suma 140,6 millas de recorrido, se establece un tiempo límite de 17 horas y el récord del mundo es de 7:21:12. Hoy en día, la marca Ironman es una franquicia, así que también hay competencias de 51,5 kilómetros (como la que terminó el alcalde en Cartagena) y de 70,3 millas (que hasta hace unos años se llamaba medio Ironman).

Este año, el alcalde también ha publicado entres sus seguidores el entusiasmo de su preparación para participar varias carreras de atletismo en calle. Fico terminó la prueba de 21 kilómetros de la Maratón de Medellín (media maratón) en un tiempo de 1:40:18, en el puesto 772 (35 minutos después del ganador). ¿Qué si es bueno? Es un bacán.

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