x
language COL arrow_drop_down
Generación — Edición El Cambio
Cerrar
Generación

Revista Generación

Edición
EL ENCARGO INEVITABLE

En este número nos embarcamos a explorar la forma en que miramos la política, casi siempre como un duelo entre izquierda y derecha, y cómo está cambiando la geopolítica del poder global. Y nos preguntamos por nuestras relaciones con los animales, al tiempo que reflexionamos sobre las representaciones de series como Griselda, el cine hecho por mujeres y los nuevos espacios para el arte que se abren en Medellín.

  • Los botánicos Álvaro Cogollo y Álvaro Idárraga. Foto: Camilo Suárez
    Los botánicos Álvaro Cogollo y Álvaro Idárraga. Foto: Camilo Suárez
  • Álvaro Idárraga es el líder del Herbario del Jardín Botánico de Medellín. Foto: Camilo Suárez.
    Álvaro Idárraga es el líder del Herbario del Jardín Botánico de Medellín. Foto: Camilo Suárez.
  • Cogollo es uno de los botánicos actuales más importantes del país. Ha encontrado más de 200 nuevas especies. Foto: Camilo Suárez.
    Cogollo es uno de los botánicos actuales más importantes del país. Ha encontrado más de 200 nuevas especies. Foto: Camilo Suárez.

“Todavía no conocemos nuestra diversidad”: botánico Álvaro Cogollo

Una conversación con los botánicos Álvaro Cogollo y Álvaro Idárraga sobre la Real Expedición Botánica de Mutis, las plantas, la actualidad.

Mónica Quintero Restrepo | Publicado

lvaro Cogollo es uno de los botánicos más importantes del país. En su lista hay más de 14.000 especies colectadas, unas 200 son nuevas. A su lado está Álvaro Ídarraga, quien ha sido uno de sus discípulos, y hoy es el líder de El Herbario del Jardín Botánico; su número de colección va en más de 9.000. Los botánicos colectan plantas toda la vida, y por eso agradecen que los números sean gratis e infinitos.

Cogollo: “Podríamos decir que Mutis fue el primero que descubrió nuestra biodiversidad, sobre todo porque fue quien llamó la atención sobre la biodiversidad colombiana. Ahora, a nivel de la historia y de la ciencia colombiana, no se le da la importancia que merece. Yo me enteré de Mutis por la clase de historia, no de ciencias, cuando hablaban de la Expedición Botánica como un hecho histórico y político. Recuerdo cuando, quizás porque por eso soy botánico, leí la historia de Mutis y dije qué bueno ser como él”.

¿El país más biodiverso?

Cogollo: “Ser biodiverso significa que aquí hay muchas formas de vida, tanto en plantas como en animales y en microorganismos. Sobre ese tema de que Colombia está en el segundo lugar o en el tercero, diría que es el país más biodiverso del mundo por unidad de área, porque Brasil está primero, pero ¿cuántas veces cabe Colombia en Brasil? Ahora, ¿qué le favorece ser tan biodiverso? La ubicación de Colombia, incluso tener dos océanos, el Atlántico y el Pacífico, es un privilegio. Estar en la región noroccidental de Sudamérica, en esa esquina, es un privilegio. Además, se da el fenómeno del istmo de Panamá, que permite el intercambio de la biota del norte y el sur y del sur al norte. Los privilegios de Colombia son muchos, yo lo miro así, la Cordillera de los Andes viene una sola desde el sur, luego llega Colombia al nudo de los pastos, como quien dice, ‘nos dividimos en tres’, y se levantan esas tres cordilleras, se forman esos valles interandinos. Esa es otra ventaja. Luego está la diversidad, digamos, altitudinal, desde el nivel del mar hasta la nube perpetua, en la Sierra Nevada de Santa Marta. ¿Quién tiene ese privilegio? Y eso va dando también toda una cantidad de ecosistemas que son únicos.

Idárraga: La heterogeneidad que tenemos espacialmente es tan alta que propicia muchas formas de vida y hace que entre ellas haya demasiadas diferencias. Si uno mira la cordillera occidental, si yo miro hacia el lado izquierdo, eso es lleno de agua que es todo el Chocó, pero si lo miro hacia el lado derecho, veo un bosque seco que es el río Cauca, no conversan. Pero claro, el resultado de eso es que hay especies que solo están acá y otras que solo están allá. Eso genera un elemento único que ha evolucionado en ese ecosistema. Tenemos un país mixto en biodiversidad, y como reflexión tenemos que 200 años después y todavía conocemos tan poquito. Se estima que un 30 % de la diversidad de la flora aún no ha sido descrita o no ha sido registrada. Hay muchas áreas inexploradas en Colombia, por cualquier razón, desde la dificultad del acceso, desde la problemática social que ha habido en todo este tiempo”.

Cogollo: “Esa es la gran pregunta: ¿somos el país más biodiverso del mundo, y qué? ¿Hasta dónde estamos, digamos, usufructuando esa biodiversidad? Si nosotros miramos la dieta, ¿qué comemos? Las mismas plantas que nos trajeron de Europa y sobre todo de Asia y de África. Algunas son nativas de América, que les hemos dado a ellos también, porque el hombre ha llevado y ha traído. Yo, cuando niño, creía que el arroz era de acá, que el plátano era de acá. Cuando supe lo del plátano para mí fue una frustración. Yo comía plátano todos los días allá en mi tierra. Le da a uno orgullo el maíz, que es americano por lo menos. Uno que sí es colombiano y que comemos es el cacao, el chocolate sí es nuestro. También el borojó, el chontaduro, que son frutas que ni siquiera las hemos promocionado para que las consumamos. La papa es americana, y tampoco la valoramos. Recuerdo cuando en el año internacional de la papa, en 2000, yo me puse a averiguar y aquí no se hizo nada. En Francia hicieron un monumento a la papa. Es inaudito que hayan pasado más de 200 años ya y no hayamos terminado el trabajo de Mutis. Mutis lo empezó y era para haberlo continuado”.

Lea más: Ese fantasma que también es Darío

Las expediciones hoy

Idárraga: “Expediciones como tales ha habido constantemente posterior a la de Mutis, y ha habido gran cantidad de colecciones. De hecho, aquí en Colombia si sumamos las colecciones de herbario que hay son cerca de dos millones de plantas. Sin embargo, como esa, que era la primera, que tenía dibujantes, no se ha repetido. Ha habido otras en el mundo, por ejemplo, en Ecuador la que hizo Ruiz y Pavón es muy semejante a la que hizo Mutis, aunque se dice que la de Mutis era más linda y los pintores eran más. Es una cosa que siempre ha seguido hasta hoy: puede que la semana entrante Álvaro se vaya para Mutatá a colectar plantas, y con seguridad todavía hay montones de sitios y de especies que no conocemos. La diversidad es amplia y no es una labor fácil: entrenar a una persona que sepa distinguir las plantas en el campo, eso es de años. Y esa es otra de las preguntas actuales, hay un montón de especies por describir, pero en Colombia la dificultad no es encontrar una nueva especie, sino quién la describe”.

Cogollo: “Ha sido una de las fallas, diría yo, que estando Mutis se debió formar una escuela de botánica bárbara, y no fue así. Empezaron a haber algunos intereses muy particulares, individualismos en ese sentido, o no sé, llámese egoísmo inconsciente. La mayoría de las escuelas botánicas en Colombia son casi que originadas por extranjeros. Aquí en la década del 80, que fue cuando más vinieron extranjeros a conectar, sobre todo norteamericanos, estuvo el boom del Chocó biográfico. Todo eso tiene que ver con expediciones botánicas, bueno, no podríamos decir botánicas, porque incluso cuando la Real Expedición Botánica no era solo de plantas, sino que se llamó así, también tenía en cuenta mineralogía, animales. Debería ser expedición biológica”.

Idárraga: “Hubo dibujos de animales, no se sabe si se perdieron, creo que Esteban Manrique, del Real Jardín de Madrid, decía que era muy extraño porque él no sabía si habían naufragado, porque sí hay algún registro, pero no se sabe qué pasó con las láminas de animales que hubo”.

Cogollo: Sobre que las expediciones son políticas, lo que pasa es que se quedan en ese campo no más, y no trascienden a donde deberían trascender. Sin embargo, hoy día se habla de Colombia Vivo, que se creó en el gobierno anterior, con el Instituto Humboldt y otras instituciones. Tiene que ver con explorar regiones que no hayan sido exploradas y surge tras la firma del pacto de la paz, ir a esos sitios donde hay vacíos de información, y se han logrado algunos”.

Idárraga: “Dijeron vamos a ir a esos sitios donde hay vacíos de información biológica. En Antioquia se hicieron dos, una hacia Anorí y otra en el Melcocho, y de todas han salido especies nuevas, incluso de fauna, no solo de plantas”.

Álvaro Idárraga es el líder del Herbario del Jardín Botánico de Medellín. Foto: Camilo Suárez.
Álvaro Idárraga es el líder del Herbario del Jardín Botánico de Medellín. Foto: Camilo Suárez.

Cogollo: “Por ejemplo, yo me soñaba, y todavía me sueño, explorar las serranías de Avive. Solo el año pasado encontré cinco nuevas especies. Entonces uno dice, ¿qué no habrá ahí si apenas he explorado dos veces? El conflicto ha sido una de las trabas para conocer, pero por otro lado ha sido uno de los aliados de la conservación”.

Idárraga: “Tristemente, sí. Y es lo que está viviendo ahora la Orinoquía, que se firma el acuerdo y muchos grupos se retiran, y siempre era la parte andina la que tenía mayor deforestación y en los dos últimos años la mayor deforestación se ha trasladado allá. Sale la insurgencia, se acaba el bosque”.

Cogollo: “Para mí hay una gran falencia en el país, y puede corchar a cualquier alcalde, a cualquier gobernador, yo lo he hecho, he corchado a directores de corporaciones regionales, autoridades ambientales, con una pregunta muy simple, ¿cuántas plantas tienen en su región? No tienen ni idea. Entonces, ejercicios que se hayan hecho con influencia de otras regiones, en este caso Antioquia, es bueno resaltarlo. Antioquia tuvo en la década del 80 un auge, cuando nació el proyecto Flora de Antioquia, y se hicieron muchas exploraciones, ahí participó la Universidad de Antioquia, la Nacional, el Jardín Botánico de Medellín, el de Missouri, el de Nueva York y otros. Esa es la otra, no nos hemos unido como debería ser para conocer todos estos recursos, y ese proyecto vino más para plantas, eso generó una cantidad de colecciones de nuevas especies y terminó en un catálogo que aquí el compañerito Álvaro fue el editor principal. Es el único departamento de Colombia que tiene un catálogo con un alto porcentaje de la flora”.

Idárraga: “En ese momento documentamos —salió en 2012, pero nosotros tomamos datos hasta mediados de 2008 porque teníamos que empezar a escribir y todos los días era más información— 8.320 especies. Imagínate, solo para Antioquia, y era la primera vez que se construía un catálogo para algún departamento, y no había uno para el país. El de Colombia salió en 2016, cuatro años después. Casi que la flora de Antioquia fue la base para la flora de Colombia, donde se registraron cerca de 26.000. La cosa es que desconocemos tanto el territorio, que esa es la reflexión, es imposible que Antioquía tenga el 30 % de las especies de Colombia en un país tan heterogéneo. Eso no es ni orgullo paisa, ni esas cosas, no, eso es el desconocimiento, y que aquí en Antioquía hay una escuela muy fuerte en botánica”.

Cogollo es uno de los botánicos actuales más importantes del país. Ha encontrado más de 200 nuevas especies. Foto: Camilo Suárez.
Cogollo es uno de los botánicos actuales más importantes del país. Ha encontrado más de 200 nuevas especies. Foto: Camilo Suárez.

Las expediciones de hoy

Cogollo: “Ya uno va con su buena cámara y toma la foto. Hoy en día hay una diferencia muy grande, que ya desde el campo puedo tomar la foto con el celular, y si es una planta que no conozco y sé que el especialista está en el Jardín Botánico de Madrid, le digo, ‘bueno José Luis Fernández, mirá, encontré esta planta, ¿qué opinas?’. Y ahí mismo, a la hora si acaso, me responde. Es en tiempo real. Antes no, antes tenía uno que traer las muestras, secarlas, empacarlas, mandarlas, y por allá a los ocho meses o al año le venía alguna información. Todavía se sigue el mismo proceso de Mutis. Lo primero que uno hace es enterarse del sitio: orden público, si es clima cálido o frío, qué enfermedades hay, qué animales, y alista el equipaje, lleva uno el suero antiofídico para las serpientes de la zona, su botiquín con antihistamínico por si lo pica un bicho y uno es alérgico, o si no se muere por allá. Luego ya una va a sitio, toma la muestra, que es cortarle una parte de la planta que tenga hojas, en lo posible flores y frutos, después una foto y una información de campo que incluye la localidad, municipio, qué departamento, qué vereda, qué corregimiento, y todo eso, si había un río, y luego las coordenadas geográficas. Ya lleva uno un GPS, que ahí mismo le da el dato, la altitud, y eso lo consigna uno después. Ya en la noche lo monto en el periódico, le echo alcohol para preservarlo. Luego viene acá al herbario, hay un horno especial para secar, lo separo, y pasa acá al herbario a un montaje, y después la información la digito en una base de datos y genero una etiqueta”.

Idárraga: “Cuando la Expedición de Mutis hacían la colección de la planta también, y el dibujo. Así es como le mostraba a la Corona lo que estaba encontrando, esa gran diversidad de naturaleza que estaba viendo. En su época ellos dibujaban porque cuando secas la planta el color se puede perder, el rojo tornarse marrón. Así que cómo le contaban al Rey el color, dibujándolo, porque si le enviaban la planta en los herbarios, no necesariamente quedaba igual. Los artistas lo que hacían era ilustrar de la mejor forma”.

Cogollo: “El mensaje de esto es que hay que seguir explorando, hay que seguir con expediciones, hay que seguir formando taxónomos”.

Si quiere más información:

Mónica Quintero Restrepo

Es periodista porque le gusta la cultura y escribir. A veces intenta con la ficción, y con los poemas, y es Camila Avril. Editora de la revista Generación. Estudió Hermenéutica Literaria.

x

Revista Generación

© 2024. Revista Generación. Todos los Derechos Reservados.
Diseñado por EL COLOMBIANO