¡Chao, clóset!
Autor: Sebastian Santafe Ayala
Número de páginas: 136
Editorial: Planeta Cómic
Todo lo que sentimos que revienta en el corazón humano —tanto en sus múltiples maneras de amar como en la naturaleza de sus miedos— es universal. Sin importar quienes seamos, expresamos nuestras emociones en semejanza. Puede ser que no todas las personas experimentemos las emociones derivadas de las mismas situaciones, influenciadas por el mismo contexto o asimiladas en las mismas condiciones, pero sí tendemos a enunciarlas de manera idéntica a la hora de relacionarnos. En esa evidencia de la universalidad de las emociones, el arte es vital para ayudarnos a articular un alfabeto común en el que podemos identificar conjuntamente las realidades dulces a la vez que ásperas de la vida.
El cómic ¡Chao, clóset! nos ofrece con brevedad un nuevo testimonio de esa capacidad del arte para celebrar la riqueza que nos producen en algún momento de la vida el amor, el miedo, la alegría, la tristeza, la vergüenza y el orgullo. Escrita y dibujada por Sebastian Santafe (Bogotá, 1994), es una encantadora novela gráfica. De narración simple, sin mucha floritura y con una apreciable capacidad expresiva, es un libro en el que la ternura hila una historia de aprendizajes y, en especial, de autorreconocimiento.
En este cómic autobiográfico seguimos a un joven Sebastian y los momentos que le llevan a reafirmar su identidad como un hombre gay. Retraído adolescente de clase media bogotana, uno más en una familia de vocación cristiana protestante, su vida, corriente y algo aburrida, varía entre las clases, visitas a la iglesia, los juegos amistosos y los encuentros familiares. Todo cambia un poco cuando viaja a Brasil para escapar de ese sofoco. Allí, entre rumba y playa, palpita y tropieza en sus primeras relaciones con otros hombres. Ese será el punto de quiebre para descifrarse entre ansiedades e impulsos. Le acompañamos en conversaciones inocentes, algunas fiestas, muchos miedos, el goce de la cultura pop, relaciones fallidas, imposiciones sociales y el descubrimiento final de un hermoso y recíproco noviazgo. No es mucho más que eso. Es un cómic corto acerca de aprender a amar, pero sobre todo de aprender a amarse.
En sus páginas valoro cómo transmite la emotividad de la historia con su exploración del cuerpo como generador de movimiento y narración, una destreza sintonizada con la obra de historietistas como Tara Booth o Tommi Parrish. Con sus cabezas anómalas, cuerpos multiformes, las manos grandes y expresivas, Santafe crea sensaciones de profundidad emocional y agitación que impulsan a la historia cuando las palabras se le agotan. El uso del color es delicioso, siendo esa la principal habilidad de su autor. Su atención a las expresiones faciales y el lenguaje corporal hace que seamos íntimamente conscientes de lo que sienten los personajes. Con su exploración tipográfica (afín a la de su colega chileno Gabriel Ebensperger), carga de vitalidad al lenguaje escrito.
¡Chao, clóset!, como ejercicio de memoria, no quiere establecer una realidad fiel. Con vulnerabilidad, intenta llegar a su manera al corazón y a la verdad de algo muy personal. Allí hay momentos de honestidad y engaño que se escurren sobre la voluntad de reconocerse a sí mismo en este mundo. Lo logra con palabras cotidianas y un dibujo desenvuelto, a veces pueril, otras veces vigoroso. Es una historia que nos invita con soltura a una intimidad donde repican horizontes de madurez, afectos, humor y fantasía.
* Lector, investigador y administrador de proyectos en artes, cultura y educación. Fue director del Festival Entreviñetas entre 2010 y 2018, del cual es co-fundador.
