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EL ENCARGO INEVITABLE

En este número nos embarcamos a explorar la forma en que miramos la política, casi siempre como un duelo entre izquierda y derecha, y cómo está cambiando la geopolítica del poder global. Y nos preguntamos por nuestras relaciones con los animales, al tiempo que reflexionamos sobre las representaciones de series como Griselda, el cine hecho por mujeres y los nuevos espacios para el arte que se abren en Medellín.

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Tinta seca: exponerse a desconocidos

Esteban Duperly | Publicado

El asedio animal, de Vanessa Londoño (TusQuets. 121 páginas) y Tortuoso arado, de Itamar Vieira junior (TusQuets, 335 páginas)

Voy a empezar hablando de mí. Aunque para hablar de los libros de otros. El pasado abril fui invitado a la Feria Internacional del Libro de Bogotá —Filbo— y mientras estaba allá me preguntaba la utilidad de los eventos literarios. No de Filbo en particular, sino de todos en general, porque me parece que el énfasis tiende a ponerse en los escritores y no en los lectores. Pero esa es una argumentación muy larga y para otro lugar.

El caso: pensaba en la utilidad de todo aquello y en los costos enormes de hacerlo (paréntesis para irme a la deriva: más que eventos literarios se trata de eventos culturales en la medida en que allí se mueven y se muestran muchas expresiones artísticas, además de la literaria. Es decir, las bellas artes como una de las formas de la cultura. Pero noto que cada vez con mayor frecuencia equiparamos cultura a urbanidad, y nos aterra que un escritor, y sobre todo una escritora, se salgan de las formas dado que están en un evento cultural)... pensaba en la utilidad de las ferias del libro, decía, y por supuesto sigo encontrando valores en ellas. Uno de tantos es exponernos a desconocidos.

Cuento mi experiencia: entré en contacto con una autora y con un autor que para mí hubiera sido difícil descubrir. No sé si me hubiera interesado en sus libros al verlos, qué se yo, en una librería o en una biblioteca. La atención —al menos la mía— suele estar posada en tantas cosas a la vez que, sin quererlo, me pierdo de lo curioso y lo importante.

Vanessa Londoño es colombiana y autora de El asedio animal, una novela que hay que leer con cuidado: son cuatro relatos que al final forman una «historia terrible», como dice en la contratapa. Vuelvo a decirlo: es un libro para leer despacio, con atención; de otro modo será complejo establecer al final las conexiones sobre quién era quién y la manera en que las situaciones se rozaron. Esta novela ganó en 2017 el premio internacional de literatura Aura Estrada que se otorga en México. Y bien lo mereció: su lírica es hermosa. Nos recuerda que sí, que siempre existirá la opción de narrar una historia de forma fría y sintética. ¿Para qué ponerse en algo más si al fin de cuentas es lo más efectivo? Pero es que las novelas también son una forma de explorar la belleza, en este caso la del lenguaje, y al hacerlo no se disminuye un ápice el valor de los horrores que se quieren contar. Al contrario, lograrlo bellamente refuerza el efecto.

Tinta seca: exponerse a desconocidos

Y por el otro lado apareció el brasilero Itamar Vieira Junior, quien ha escrito un best-seller reciente en su país que ya va llegando a una docena de traducciones. Que sea una bomba en ventas no sorprende, o sí; vender libros es muy incierto. Lo que de verdad asombra es que tal entusiasmo suceda con una novela que, aunque fue escrita hoy, es del siglo XX: una novela sobre la tierra. Una novela tan brasilera que bien podría ser colombiana: en una hacienda descomunal, propiedad desde siempre de una familia terrateniente, a quienes nunca se les ve por allá, viven campesinos en calidad de aparceros; gente que se pregunta por qué esa tierra que trabajan no es ni puede ser suya. Sobre las relaciones entre ellos y el mundo circundante, más un par de hermanas maravilladas por un cuchillo brillante, se construye la trama.

Recomiendo ambas novelas y a los dos autores. Después de leerlos serán desconocidos íntimos.

*Periodista y fotógrafo, actualmente trabaja en curaduría de fotografía patrimonial y memoria visual. Reseña libros porque al escribir sobre ellos los entiende mejor.

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