Wanderlust–Latin Jazz. Francisco Zumaqué Edición propia, 2024 / En plataformas
El término alemán “Wanderlust” se emplea para definir la pasión por viajar. En realidad, habla más bien del gusto por vagar y perderse, una de las maneras más completas y poéticas para referirse a la aventura.
Los emprendimientos del cereteano Francisco Zumaqué Gómez (n. 1945) hablan de ese mismo afán por recorrer tránsitos indefinidos. La industria discográfica supo del hijo del célebre compositor Francisco Zumaqué Nova (1915 – 1992) cuando asumió la dirección artística de CBS en Bogotá en los 60s. Buena parte de los arreglos con marcada modernidad de época con los que se dieron a conocer los Gaiteros de San Jacinto, son suyos.
Las inquietudes y la tozudez del músico no lo llevaron por senderos uniformes. Ese convencimiento se lo haría aún mayor su paso por las célebres clases privadas de la pedagoga Nadia Boulanger en París, y se lo ratificaría la seguidilla de proyectos variopintos en los que se inmiscuiría.
En su discografía Zumaqué ha demostrado que la música es una sola. Trabajos como Macumbia (1984), Caribe (1986) y el epónimo Zumaqué (1990) nos lo dejan ver como un cantautor (o un cuentero, parafraseando uno de sus famosos temas) interesado en las facetas más vanguardistas de la música pancaribeña, y en medio de ellas nos ha dejado uno que otro clásico, como Colombia Caribe, que gracias a su famoso coro “sí, sí, Colombia, sí, sí, Caribe” ya es el himno no oficial de nuestra selección de fútbol.
Su obra como compositor clásico contemporáneo ha quedado en las grabaciones de su obra de cámara, de su Misa Sacerdotalis y, el año pasado, de las piezas de Ocaso en el Sinú, interpretadas en violín y piano por Leonardo Federico Hoyos y Mauricio Arias Esguerra, respectivamente. En esos esfuerzos camaleónicos ajenos a cualquier libreto está su álbum conceptual La búsqueda (1982), clasificado como “sinfonía latina en rock”.
El jazz ha sido transversal en la obra de Zumaqué. Para muchos, Macumbia, con su propuesta tropical progresiva, es el primer álbum de jazz colombiano. Wanderlust habla con sobrada autoridad de esos intereses.
Este EP, lanzado en plataformas el pasado 29 de febrero, está compuesto por cinco creaciones propias que reflexionan en torno a tópicos del jazz y el latin jazz, iniciando por el sonido funk con protagonismo de la técnica del slap en el bajo (Feel So Groovy), el golpe salsero que ya había explorado en sus labores con Eddie Palmieri y con Fania All-Stars (Latin Feeling), la balada instrumental (Sunrise Coffee) y dos improvisaciones en clave de cumbia (Tambores para Dolores, Cumbiamba y gozadera). Para ello, conformó un ensamble de músicos cubanos y colombianos, con Alexander Alfonso “Majá” en piano, Dahyan Díaz y Orlando Barreda “Batanga” en trompetas y Diego Valdés en bajo, junto con Carlos Piña en saxo y clarinete, Julián Ávila en guitarra y Roberto y Kike Cuao en percusiones.
Son 35 minutos de disfrute, por los caminos azarosos en el opus general de uno de nuestros más inquietos y sonoros baluartes históricos.
*Jefe musical de la Radio Nacional de Colombia.