El inicio de un nuevo año trae consigo listas de propósitos y esperanzas que se esperan cumplir a lo largo de los próximos 12 meses. Cada universo tiene su propia cadena de esperanzas: los viajeros tienen sus destinos soñados marcados en el calendario, los lectores se han fijado la cantidad de libros que esperan completar cada semana; los cinéfilos esperan, libreta en mano, la lista de nominados, ganadores, estrenos en festivales y producciones que desfilarán por las salas. En el caso de las series ¿cómo se definen las expectativas de esos ávidos televidentes o seriéfilos que maratonean cada semana innumerables episodios?
La primera esperanza fijada es la de los posibles estrenos del año. Hay nuevas temporadas y títulos que repiten con una segunda o tercera temporada. También hay promesas de temporadas finales que cierran historias que se han seguido durante años. En 2023, El cuento de la criada se despide de su audiencia después de seis temporadas de presentar un mundo indeseable, opresivo, que quizás es más cercano de lo que parece en la ficción. Otra serie que llega a su fin en 2023 es La maravillosa señora Maisel, una producción encantadora, ingeniosa, con un guion deslumbrante y una interpretación arrolladora por parte de su protagonista, la actriz Rachel Brosnahan. De esas series de las que uno quisiera 20 temporadas, pero finalizarla en su quinta es también un gesto valiente que reconoce la dificultad de extender una historia sin justificación.

La expectativa del seriéfilo igual se hincha con las producciones que vuelven y avanzan viento en popa en sus tramas. Euphoria estrenará su tercera temporada, The Mandalorian regresa a Disney+, un spin off de The Boyz está anunciado, los dramas de la familia Roy continuarán en la cuarta temporada de Succession y a estas se le pueden sumar las grandes producciones que aprovechan el oro que mana de las franquicias más cotizadas, como las de Marvel o DC.
Hay promesas de nuevas historias, o por lo menos de adaptaciones de historias ya conocidas que han cultivado un público masivo. The last of us merece atención especial. Es la adaptación de uno de los mejores videojuegos de los últimos años y el éxito del videojuego fue principalmente una trama sin fisuras, intensa, cruda y con un desarrollo envolvente que cuidaba cada detalle de su producción, desde el diseño de escenarios hasta una banda sonora alucinante, compuesta por Gustavo Santaolalla. Su adaptación a acción real puede resultar tan exitosa para HBO Max como lo fue La casa del dragón en 2022. Tiene la presencia de Pedro Pascal, Santaolalla repite con la música, y Bella Ramsey, quien interpretó en Game of Thrones a la inolvidable Lady Bear, le dará vida al personaje más importante de la historia, Ellie, una joven aguerrida que lleva en su cuerpo una posible salvación para la humanidad. Esta historia de mutantes en un mundo caído en desgracia puede ser una de las grandes sorpresas del año.
Pero creo que la promesa que cualquier apasionado de una expresión artística espera ver cumplida es la de lo inesperado. Que este año lleguen al mundo de las series títulos desconocidos que nos llenen de tanto asombro como lo hizo en 2022, por ejemplo, El Ensayo, serie de HBO Max escrita con prodigio.
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Ojalá lo inesperado se base en la calidad de las historias, en la solidez de los personajes, en el juego entre humor y drama que pudimos ver en la segunda temporada de The White Lotus o en delirios ficcionales tan bien orquestados como los que pudimos apreciar en 1899, una serie enigmática cuya primera temporada finaliza con un plot twist adictivo. En la distancia que existe entre la expectativa y la realidad, lo inesperado tiene todas las posibilidades de seguir nutriendo los miedos, las fantasías, los sueños y esas otras materias primas de las buenas historias.
*Periodista y autor del libro
Final de Temporada