Los asesinatos de ocho cabecillas y narcos asociados al Clan del Golfo, desde la llegada a su comandancia de Jobanis Ávila Villadiego (“Chiquito Malo” o “Javier”), son la prueba de que en ese cartel narcotraficante se gobierna con fusta de hierro.
En cada uno de esos casos, la hipótesis principal es que la propia organización del ejecutó, bajo sospecha de desobediencia, traición o robo de las ganancias. Este es un reportaje de El Colombiano, con apoyo de Revelaciones del Bajo Mundo.