Cuando en Colombia pensamos en actos terroristas, en general suponemos que se trata de las atrocidades cometidas por la guerrilla o los paramilitares, que son los grupos armados ilegales reconocidos internacionalmente como ‘terroristas’.
Pero lo que hicieron los sicarios en el barrio San Fernando, del municipio de Itagüí, y en el barrio Juan XXIII de Medellín, se acerca mucho a esa expresión.