La organización criminal “los Chatas” perdió una fuente de ingresos mensuales de 9.500 millones de pesos, según el Ejército Nacional, luego de la destrucción de un completo de laboratorios clandestino para el procesamiento de cocaína.
El cristalizadero, como también se le llama, funcionaba en un área rural ubicada en un monte del Oriente antioqueño, en límites de los municipios de San Rafael y Alejandría.