El hallazgo de una fosa común dividida en tres agujeros, en los cuales las autoridades encontraron nueve cadáveres, arroja nuevas luces y sombras sobre el caso de los desaparecidos del municipio antioqueño de Sopetrán.
La principal inquietud nace de las fuentes de información que llevaron a las autoridades al lugar y de quiénes serían los presuntos autores de la masacre.