La interminable lucha de las autoridades contra el crimen organizado del Valle de Aburrá comenzó el mes de noviembre con amplios bríos, pues en tan solo 10 días han logrado procesar a 33 supuestos miembros de seis bandas distintas.
Las acciones de la Policía y la Fiscalía afectaron principalmente a las bases de estas organizaciones, es decir, los mandos medios y los integrantes rasos, encargados de ejecutar los cobros de extorsiones, secuestros, amenazas, desplazamientos forzados y venta de estupefacientes en los barrios.