A pesar de estar pagando una pena de 31 años de cárcel en Estados Unidos, el exjefe paramilitar Diego Fernando Murillo Bejarano (“don Berna”) fue designado como gestor de paz urbana en el proceso que adelanta el Gobierno Nacional con las bandas del Valle de Aburrá.
Además de él, a este proceso también se unirá José Leonardo Muñoz Martínez (“Douglas”), otro de los pesos pesados en la historia del crimen de Medellín. ¿Cómo será su participación? En este artículo elaborado por El Colombiano, con apoyo de Revelaciones del Bajo Mundo, indagamos sobre esa situación.
Diego Murillo Bejarano (“don Berna”) está preso en la cárcel federal de Carolina del Norte, en Estados Unidos. Foto de archivo.
Detrás de los llamados de paz que están haciendo los grupos de crimen organizado con la llegada de Gustavo Petro al poder, hay un tejido de relaciones, fracasos y conspiraciones que se ha venido armando durante los últimos ocho años.
En ese entramado están involucrados los excomandantes de las Auc, los líderes encarcelados de “la Oficina” y el Clan del Golfo, tres organizaciones que compartieron en algún momento de su existencia la doctrina paramilitar y los negocios de narcotráfico. Junto a ellos, actúa una serie de corporaciones de DD.HH. y abogados que tramitan los acercamientos con el Estado.
Este es el informe de El Colombiano sobre esta situación, realizado con el apoyo de Revelaciones del Bajo Mundo.
José Leonardo Muñoz (“Douglas”) es uno de los líderes de “la Oficina” que estaría dando directrices frente a los acercamientos con el Gobierno. En esta imagen, el momento de su captura en 2009, junto a su lugarteniente alias “el Compa” (derecha). Foto de archivo.
En el último semestre ha circulado en tres ocasiones el falso rumor de la supuesta libertad de alias “Rogelio”, el cabecilla de la organización criminal “la Oficina” recluido en una cárcel de Estados Unidos.
Las suspicacias que ha despertado esta información errónea, sobre las consecuencias que tendría para el bajo mundo el eventual retorno de este personaje a Colombia, hacen reflexionar sobre los enigmas que rondan este caso. Por qué las declaraciones ante la Fiscalía estadounidense, en las que “Rogelio” ha confesado crímenes, no han sido utilizadas por la justicia colombiana para judicializarlo en nuestro país?
Carlos Mario Aguilar, alias “Rogelio”, preso en la cárcel de Manhattan. Cortesía.
Hoy se cumplen 20 años desde que el narcotraficante Pablo Escobar Gaviria, jefe del cartel de Medellín, murió en un tejado del barrio Calasanz.
Muchos horrores de aquella época han quedado en la impunidad. Uno de ellos son los crímenes de “los Pepes”, una organización enemiga de Escobar, que desangró a la ciudad a punta de bombas, secuestros y sicariatos, en su carrera vengadora contra el capo. Solo un hombre fue condenado por esos hechos, y está muerto. Esta es la historia, reconstruida por El Colombiano con apoyo de Revelaciones del Bajo Mundo.
Así quedó la finca La Manuela, en el municipio de El Peñol, luego de que "los Pepes" la dinamitaran en 1993. Pablo Escobar la había llamado así en honor a su hija menor. Archivo El Colombiano.
La primera investigación seria que hubo contra la organización criminal de “los Chatas” terminó con la muerte del servidor público que los perseguía.
Desde entonces, hace más de una década, esta banda parida en el municipio de Bello delinque impunemente y expande su área de influencia, sin que las autoridades logren propinarle golpes contundentes.
Aunque la Policía tiene identificados a los supuestos jefes de la banda, no existen requerimientos judiciales en su contra, por lo cual obra la presunción de inocencia. Cortesía.
El volante que ofrecía una “magnífica recompensa” por la información que llevara a la captura de alias ‘Adiel’ estaba circulando hacía unos dos meses, pero todo indica que el reseñado ni cuenta se dio.
Por eso hoy fue capturado de la manera más descuidada, cuando al parecer hacía compras navideñas en el centro comercial Santafe de El Poblado, en el suroriente de Medellín.
Organigrama de Inteligencia Policial sobre la estructura de mando de alias "Sebastián", en la cual aparece "Adiel". Solo falta por capturar "Fredy Colas". Cortesía.
Una de las organizaciones criminales más brutales que golpeó a Medellín y Colombia en su historia reciente, fue sin duda alguna ‘La Terraza’, una confederación de bandas del Valle de Aburrá al servicio del paramilitarismo.
Sus acciones, auge y caída regresaron a la memoria colectiva la semana pasada, cuando la Fiscalía le imputó la muerte y desaparición de los miembros de su cúpula a Diego Fernando Murillo Bejarano, alias ‘Don Berna’. Con base en lo dicho por este extraditado, las indagaciones del ente acusador, las versiones de exmiembros del clan y entrevistas a investigadores judiciales, Revelaciones del Bajo Mundo reconstruye el expediente judicial de ‘La Terraza’.
Tres jefes de 'La Terraza', de izquierda a derecha: 'El Negro' Elkin, 'El Zarco' o 'San Pedro' y 'Gorra'. Cortesía de la Fiscalía.
Maximiliano Bonilla Orozco, alias ‘Valenciano’, viajaba con frecuencia a Venezuela, por donde se movía con relativa facilidad gracias a la documentación venezolana que tenía.
Hace algunos meses se instaló en la ciudad de Maracay, cercana al mar Caribe, en una urbanización de estrato medio alto llamada La Soledad, hasta donde llegaron los uniformados a capturarlo, en un operativo binacional.
Así estaba 'Valenciano' al momento de la captura en Maracay, Venezuela. Foto de cortesía.
Primero fue Pablo Escobar, luego ‘Don Berna’ y ahora ‘Don Mario’. El bajo mundo de Antioquia siempre ha tenido un rey siniestro, cuya fama de capo poderoso se infla en la medida en que las recompensas en su contra van sumando ceros a la derecha.
En el caso de Daniel Rendón Herrera, alias ‘Don Mario’, recuerdo que a finales de 2007 la Policía ofrecía 500 millones de pesos de recompensa por información que condujera a su captura. En enero de este año aumentó a 800 millones y pronto dio un brinco a los 1.000. A mediados de 2008 la cifra iba en 3.000 y hoy en día su rostro aparece en un cartel de 5.000 millones de pesos.