Cuando los Comandos Jungla irrumpieron en su escondite de la Costa Caribe, Gustavo Adolfo Álvarez Téllez se aferró a sus hijas. “¡No me suelten, que me van a matar!”, les ordenó el presunto narcotraficante. Las jóvenes de 17 y 22 años se abalanzaron sobre los policías, tratando de alejarlos a punta de arañazos y dentelladas.
Los uniformados se dividieron, mientras unos contenían a las muchachas, los otros sometían al “Gordo Tavo”, llevándolo al piso y poniéndole las esposas. Quién sabe qué cosas pasarían por su mente en aquel momento. El hombre que alguna vez fue catalogado como uno de los 10 delincuentes más buscados de Colombia, tal vez pensaba que los enemigos cosechados en las guerras de la cocaína habían llegado a cobrarle con la vida.
Esta es la historia detrás de la captura, elaborada por El Colombiano, con apoyo de Revelaciones del Bajo Mundo.

Así lucía Gustavo Álvarez Téllez (“Gordo Tavo”), al momento de su captura en Cereté, Córdoba. Foto cortesía de la Policía.
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