Tragedia de esposos fue por un botín inexistente

Alias “Tavo” se derrumbó en el mueble de la sala, mientras veía cómo los celadores entraban y salían del cuarto principal del apartamento, turnándose para torturar a las víctimas. Oía los gemidos ahogados de los esposos y, nervioso, destapó la primera botella de licor. Solo allí supo la cruda verdad: no lo trajeron para cometer un robo, aquello era una invitación a matar.

El testimonio de este hombre, Gustavo Adolfo Vélez Arango, es pieza clave para esclarecer los asesinatos en Medellín del comisionista de bolsa italiano Marco Rallo y su cónyuge, la abogada María Clara Uribe Zárate, y ha derivado en el arresto de otros tres sospechosos.

Los pormenores de la historia fueron narrados por el fiscal 31* de la Unidad de Vida de la Fiscalía, durante la audiencia de garantías de Juan David Mejía Vallejo, el último de los detenidos. Esta es la reseña del caso, elaborada por El Colombiano y compartida a los lectores de Revelaciones del Bajo Mundo.

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