La tragedia de Jhon Viáfara, el campeón de la Copa Libertadores con Once Caldas, es el reflejo de cómo el narcotráfico ha contaminado al deporte más popular del mundo.
El astro del fútbol colombiano terminó extraditado y condenado a 11 años de cárcel en Estados Unidos, compartiendo la deshonra con otros ídolos salpicados por los negocios del hampa.