Seis cabecillas de bandas delincuenciales del Valle de Aburrá han caído en manos de las autoridades en los primeros días de mayo, gracias a labores de inteligencia y denuncia ciudadana.
Los golpes afectan a “los Urabeños”, el combo de “Betania”, “la Oficina de Manrique”, “Robledo” y “Pachelly”.
Captura de alias “el Tigre”, presunto delegado de “los Urabeños” en Medellín. Foto cortesía Policía.
Dos cabecillas de organizaciones criminales de Medellín fueron capturados, en distintos operativos, cuando recibían visita de sus respectivas mujeres.
Los agentes de Inteligencia policial aprovecharon así el punto débil de “Abelito”, el líder de la banda “la Sierra”, y de “Hugo Pájaro”, del combo “los Pájaros”.
Alias “Abelito”, cabecilla de la banda “la Sierra”, fue detenido en el barrio Cristo Rey de Medellín. Foto cortesía de la Policía.
Pese a que las autoridades locales sostienen que en el Valle de Aburrá existen 10 Organizaciones Delincuenciales Integradas al Narcotráfico (Odín), que articulan cerca de 350 combos, apenas tres jefes de esas agrupaciones fueron reseñados en la lista de los delincuentes más buscados por la Policía Metropolitana.
Se trata de Juan Carlos Mesa Vallejo (alias “Tom”), líder de la “Odín los Chatas”;Abel Garcés Londoño (“Abelito”), de la “Odín La Sierra”; y Giovanni Cataño Cadavid (“Cataño”), de la “Odín Picacho”.
El listado excluyó a los otros siete, que también dominan el bajo mundo del área metropolitana y están implicados en múltiples delitos, según reseñas judiciales. Ellos son: “Elkin Triana” (“Odín los Triana”), “Camilo el Grande” (“Odín Robledo”), “Queso” (“Odín Caicedo”), “James” (“Odín San Pablo”), “Monopepe” (“Odín la Unión”), “Mateo” (“Odín Trianón”) y “Rayo” (“Odín la Terraza”).
¿Por qué no están en la lista, acaso su captura no es urgente?, son las preguntas que quedan en el ambiente. Esta es la reseña del caso elaborada por El Colombiano, con apoyo de Revelaciones del Bajo Mundo.
De los más buscados por integrar bandas, solo las primeras dos filas incluyen cabecillas de primer y segundo nivel. Si tiene información de estas personas, llame a la Línea 123 con absoluta reserva. FOTO cortesía
Un lanzagranadas y una carabina serían las armas que una organización delictiva del corregimiento Altavista tendría destinadas para el asesinato de un policía y del alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez.
El plan criminal se venía gestando desde hace un mes, cuando un informante se presentó al búnker de la Fiscalía y entregó los primeros datos que configuraron la investigación. Esta es la reseña del caso, elaborada por El Colombiano con apoyo de Revelaciones del Bajo Mundo.
De los tres presuntos planes del crimen organizado para atentar contra Federico Gutiérrez, ninguno ha sido esclarecido por la Fiscalía. El alcalde estuvo este miércoles en Altavista. Foto cortesía de la Alcaldía.
La detención del secretario de Seguridad de Medellín, Gustavo Villegas Restrepo, se veía venir desde que accedió a apoyar una estrategia de la organización criminal “la Oficina” para someter a algunos de sus integrantes de menor rango, a cambio de beneficios judiciales para los cabecillas.
Sin conocer a fondo cuáles eran las motivaciones del funcionario público, estaba claro que las reuniones con delincuentes y sus delegados, como ha ocurrido en el pasado, siempre terminan pasando factura.
En la imagen, el general Óscar Gómez, comandante de la Policía Metropolitana; el secretario de Seguridad de Medellín, Gustavo Villegas; y el alcalde Federico Gutiérrez. Foto: Róbinson Sáenz.
Desde los años 80, las organizaciones criminales de Medellín se dividen el territorio de barrios y comunas, a pesar del esfuerzo de las autoridades por evitarlo. Hoy en día, dos cabecillas de “la Oficina” son los que han comenzado a agrupar sectores y alianzas, en medio de una guerra fría.
Esta es una investigación realizada por El Colombiano, con apoyo de Revelaciones del Bajo Mundo, que reproducimos por considerarla de interés para nuestros lectores y comentaristas.
Trece presuntos cabecillas de organizaciones criminales del Valle de Aburrá fueron capturados por las autoridades en el marzo que terminó, uno de los meses más exitosos en la lucha contra este flagelo en el último año.
Teniendo en cuenta el perfil de algunos de los detenidos, como “Soto”, “Reblujo” y Julio Perdomo, lo común sería que se desataran violentos reacomodos en la zona. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario: marzo fue el mes menos violento de las últimas cuatro décadas. ¿Qué está pasando en el bajo mundo, para que esto suceda?
Tras su captura, Carlos Soto Isaza, alias “Soto”, fue transportado en tanqueta por la Policía. Foto cortesía Policía.
Las bandas criminales del municipio de Bello son las principales sospechosas de fraguar un plan criminal en contra de la directora seccional de Fiscalías de Medellín, Claudia Carrasquilla Minami.
Así se desprende de las primeras averiguaciones sobre este tema, que esta semana puso en alerta a la institucionalidad de la capital antioqueña.
La Alcaldía, la Policía y el Ejército manifestaron su apoyo a la fiscal Claudia Carrasquilla Minami. Foto de Juan Antonio Sánchez.
Dos personas muertas y cinco heridas dejó una balacera ocurrida en la comuna 8 de Medellín, cuando una patrulla de Policía se enfrentó a integrantes de un combo delincuencial.
Una de las víctimas fatales fue un policía, en tanto que uno de los presuntos agresores resultó ser un menor de edad.
En este sector, entre los barrios San Antonio y La Libertad, ocurrió la balacera. Foto de cortesía.
La criminalidad de Medellín no es un caballo desbocado, que arremete sin dirección contra las personas. Al contrario, funciona como un pulpo cuyos tentáculos obedecen a un mando central.
En las últimas dos décadas, ese pulpo ha estado regido por “la Oficina”, una organización mafiosa involucrada en el narcotráfico, el sicariato, cobro de deudas, extorsión, secuestro, tráfico de armas y control social, entre otros delitos.
Su poder radica en la hegemonía sobre las bandas afincadas en las comunas del Valle del Aburrá, lo que le permite regular los fenómenos ilegales que más afectan a la comunidad, como homicidios, hurtos, microtráfico de drogas y desplazamientos forzados.
Esta es una investigación realizada por El Colombiano, con apoyo de Revelaciones del Bajo Mundo.
Alias “Diego Chamizo” fue trasladado a la cárcel de Cómbita (Boyacá), porque al parecer seguía dando órdenes desde la prisión de El Pedregal. Foto cortesía de Policía.
Dos asesinatos en Medellín, perpetrados en los últimos tres años, tienen en común dos factores: el móvil fue el robo de una motocicleta de alta gama y los perpetradores habrían sido de la misma banda, conocida como “la Viña”.
El primer caso sucedió el 26 de diciembre de 2013 y la víctima fue Daniel Alberto Areiza Gómez, un médico de 29 años asaltado y abaleado en el barrio Colombia; el segundo ocurrió el pasado 4 de junio, en el barrio Los Alpes, cuando el ciudadano mexicano Jesús Estrada de la Rosa trató de evitar el robo que le estaban cometiendo a un motociclista, y recibió los disparos.
Fuentes de la Fiscalía señalaron que en ambos hechos participaron supuestos miembros de “la Viña”, una organización criminal con base en Manrique, que en los últimos tiempos ha incursionado en el hurto de motocicletas de alto cilindraje en distintos puntos del Valle de Aburrá.
Esta es la reseña del caso elaborada por El Colombiano, con apoyo de Revelaciones del Bajo Mundo.
El hurto de motos está creciendo en Medellín y en general en Colombia. Foto de Róbinson Sáenz.
Un decreto expedido por el Gobierno Nacional hace tres meses, que buscaba agilizar los diálogos de paz con la guerrilla del Eln, se terminó convirtiendo en una herramienta jurídica para que los combos de Medellín empezaran a tramitar sometimientos voluntarios de sus integrantes, buscando beneficios legales.
La interpretación de esta norma ha facilitado la entrega a la justicia de ocho miembros de las bandas “la Terraza”, “Altavista”, “13 de Noviembre”, “el Guayabo” y “la Libertad”, que delinquen hace más de dos décadas en el área metropolitana y que en las últimas semanas han mostrado una repentina voluntad de paz.
Esta es la investigación realizada por El Colombiano, con apoyo de Revelaciones del Bajo Mundo.
Los que se entregaron: 1). John Montoya (alias “Puto”); 2). Juan Carlos Bedoya (“el Cabe”); 3). Jairo Gallego (“Gallego”); 4). Víctor Pérez (“Víctor”); 5). Elkin Arroyave (“Vikingo”); 6). John Galvis (“Chómpiras”); 7). Alexánder Molina (“Buche”); 8). Carlos Mazo (“Caliche”). Fotos de cortesía.
Una funcionaria especializada en la lucha contra el crimen organizado es la nueva encargada de la Dirección Seccional de Fiscalías de Medellín.
Se trata de Claudia Carrasquilla Minami, quien asume las funciones de manera interina, en reemplazo del abogado antioqueño Germán Darío Giraldo Jiménez. Este es el perfil de la funcionaria, elaborado por El Colombiano con apoyo de Revelaciones del Bajo Mundo.
Claudia Carrasquilla Minami, directora seccional de Fiscalías de Medellín. Cortesía Fiscalía.
Una cofradía de cabecillas delincuenciales ha venido uniendo sus redes en los últimos tres años, hasta conformar una sociedad con influencia en más del 60% del territorio del Valle de Aburrá.
De acuerdo con información de Inteligencia de la Policía y del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, esta coalición ilegal estaría encabezada por Juan Carlos Mesa Vallejo, alias “Tom” 0 “Carlos Chata”, por quien el gobierno estadounidense ofrece una recompensa de hasta 2 millones de dólares por colaboración que lleve a su captura.
Le siguen Diego Alberto Muñoz Agudelo (“Diego Chamizo”), Carlos Mauricio Soto Isaza (“Soto”) y Carlos Arturo Arredondo Ortiz (“Mateo”), con quienes habría extendido su alcance desde Barbosa hasta Envigado.
Esta es la reseña de la situación, elaborada por El Colombiano con apoyo de Revelaciones del Bajo Mundo.
Germán Darío Giraldo, director Seccional de Fiscalías de Medellín, y el alcalde Federico Gutiérrez. Fotos de archivo.
Los protagonistas de la guerra de combos que agobia a varios vecindarios del noroccidente de Medellín, ya tienen rostro, luego de que la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá distribuyera volantes con recompensas en contra de alias “el Diablo” y “Gordo Arepas”.
La Alcaldía ofreció 30 millones de pesos para quien dé información que conduzca a las capturas de estas personas, cuyos grupos delictivos actúan en las comunas 5 y 7 (Castilla y Robledo).
Estos son los volantes que distribuye la Policía, ofreciendo la recompensa contra alias “el Diablo” y su enemigo “Gordo Arepas”. Cortesía Policía Metropolitana.
La guerra entre combos delincuenciales que operan en la frontera de las comunas de Robledo y Castilla, en el noroccidente de Medellín, ha cobrado una nueva víctima.
Se trata de Carlos Daniel Pemberthy Molina, de 29 años y desempleado, quien fue atacado por sicarios en la noche de este lunes 1 de agosto y se convirtió en el muerto número 12 de una contienda criminal que se agudizó desde junio, cuando se presentó una división interna en la “Odín Robledo” (Organización Delincuencial Integrada al Narcotráfico).
Esta es la reseña de los hechos elaborada por El Colombiano, con apoyo de Revelaciones del Bajo Mundo.
Las vacunas extorsivas a este parqueadero del sector Candelaria, son uno de los motivos que habría provocado la disputa entre los combos. Foto: Donaldo Zuluaga Velilla.
En las últimas dos semanas, ante los medios de comunicación locales, nacionales y extranjeros, el alcalde Federico Gutiérrez ha expuesto la siguiente teoría: que si algunos combos han disparado el índice de homicidios de Medellín, es como consecuencia del buen trabajo de las autoridades, que los están combatiendo de frente. ¿Será verdad?
Según el Sistema de Información para la Seguridad y la Convivencia (Sisc), en la capital antioqueña han ocurrido 304 homicidios hasta hoy (julio 31), 34 más que los registrados en el mismo periodo del año 2015, lo que implica un incremento del 12,6% en este índice.
El alcalde Federico Gutiérrez visitó el corregimiento Altavista, luego de la asonada del 20 de julio. Cortesía de la Alcaldía de Medellín.
Dos grandes fuerzas criminales ostentan la hegemonía del bajo mundo en el Valle de Aburrá, y a su sombra cerca de 350 combos extorsionan, trafican con droga, roban, corrompen a los funcionarios públicos y atormentan a una población de más de 3.8 millones de habitantes en 10 municipios.
No es sencillo enfrentar ese número de bandas, que equivalen al 18,6% de las detectadas por la Fiscalía en Colombia (1.883). Al anterior alcalde de Itagüí, Carlos Trujillo, el esfuerzo le significó un plan criminal para atentar contra su vida, lo mismo que le sucedió en febrero a su homólogo de Medellín, Federico Gutiérrez.
Esta es una investigación periodística elaborada por El Colombiano, con apoyo de Revelaciones del Bajo Mundo.
Entre el 1 de enero y el 15 de marzo de este año, se cometieron 106 homicidios en Medellín. Foto de Archivo.
El asesinato de un presunto mando medio de la organización ilegal “los Chatas” es el nuevo capítulo de una deteriorada situación de seguridad que amenaza al municipio antioqueño de Bello, donde los hilos que manejan al crimen organizado parecen estar agitándose.
La víctima fue Sebastián Marín Morales, un comerciante de vehículos de 24 años, quien según fuentes policiales era conocido en el bajo mundo con los alias de “Sebitas” o “Sebas”.
En esta zona, a una cuadra del parque principal de Bello, ocurrió el doble asesinato del abogado y el taxista. Cortesía.
Cuatro organizaciones criminales golpeadas en Medellín, Envigado e Itagüí, es el resultado de una ofensiva policial y judicial realizada en el Valle de Aburrá en los últimos 15 días.
Con esas operaciones terminó el mes de septiembre, destacándose la captura de un delincuente de vieja data y a su vez uno de los cabecillas que más había ascendido en el bajo mundo en los últimos años: alias “Bambaramba”.
Este uno de los tres presuntos fleteros de la banda “los Bananeros”, capturados en Castilla. Cortesía Policía Metropolitana.
