Un joven de 27 años que estaba en su casa con detención domiciliaria fue asesinado por un par de hombres que utilizaron uniformes del Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario de Colombia (Inpec).
El crimen ocurrió a eso de las 9:00 a.m. de hoy (febrero 4), en la carrera 95 con la calle 48c, en la frontera de los barrios San Javier y La Pradera, del occidente de Medellín. He aquí el relato, elaborado por Revelaciones del Bajo Mundo y El Colombiano.
El reo fue llevado a la unidad intermedia de San Javier, pero fue imposible salvarlo.
Un patrullero de 29 años fue asesinado a tiros en el noroccidente de Medellín, por sujetos que al parecer se aproximaron a pie y lo sorprendieron cuando estaba fuera del servicio.
Una hipótesis preliminar sugiere que el funcionario temía por su vida y había sido amenazado. Este es el recuento del caso, elaborado por Revelaciones del Bajo Mundo y El Colombiano.
El patrullero asesinado era reconocido en su gremio por "pelear de frente" contra los combos de la comuna 8. Foto de cortesía.
Una mujer de 59 años fue asesinada enfrente de su familia, en un crimen que al parecer está relacionado con una retaliación de una banda ilegal de Medellín.
Según la información preliminar, en los últimos cinco años han sido abaleados tres miembros del mismo hogar, al parecer víctimas del combo de “El Coco”.
Hay dos sospechosos identificados, aunque ninguna captura por el momento. Foto de archivo.
Un hombre de 20 años, apodado “Gago”, pasa sus días en la cárcel de Bellavista, pendiente del juicio por el asesinato a punta de bate de un adolescente en la frontera de los barrios Francisco Antonio Zea y Castilla, del noroccidente de Medellín.
El crimen en cuestión, de acuerdo con el expediente policial, ocurrió a la 1:30 a.m. del pasado 12 de diciembre, en la calle 94 con la carrera 67. La víctima fue un joven de 15 años, estudiante de sexto grado en un colegio de la zona, quien al parecer estaba ebrio al momento de la agresión, circunstancia que fue aprovechada por los victimarios. Este es el relato del caso, elaborado por El Colombiano con colaboración de Revelaciones del Bajo Mundo.
Alias "Gago", presunto miembro del combo "Pájaro Azul". Otros dos indiciados están pendientes de la captura. Foto de cortesía.
El vil asesinato de dos niños a manos de sus madres tiene conmocionada a la sociedad de Medellín. Voces de protesta vuelven a levantarse contra el maltrato infantil, como en cientos de ocasiones pasadas, cuando los pequeños también fueron víctimas de familiares, balas perdidas o combos delincuenciales.
Pero no solo esos dos casos han hecho que la semana sea terrible para la juventud en la ciudad. El homicidio a tiros de un adolescente de 14 años y el hallazgo de una joven de 18 enterrada en una fosa son otros sucesos que entristecen a la comunidad.
Así fue el funeral del niño asesinado al parecer por su madre en un ritual de exorcismo. Foto de Esteban Vanegas.
La organización criminal ‘La Oficina’ habría orquestado el asesinato de alias “Morro” para que este no confesara secretos a la justicia de Estados Unidos. Esta es una de las principales hipótesis detrás de la masacre de nueve personas en el municipio de Envigado.
En nuestra sección ¿EN QUÉ VA EL CASO?, les presento este artículo publicado en El Colombiano, con apoyo de Revelaciones del Bajo Mundo, titulado “Una carta habría desatado la masacre de Envigado”.
Cinco hombres y cuatro mujeres murieron en la matanza de la finca La Piscina, en el sector Galicia de la vereda El Salado, en Envigado. Foto de Edwin Bustamante.
Cinco hombres y cuatro mujeres fueron masacrados en una finca del municipio de Envigado, cuando al parecer celebraban las fiestas de fin de año.
El general Yesid Vásquez Prada, comandante de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá, advirtió que el crimen se habría perpetrado a eso de las 2:00 a.m. de hoy, 31 de diciembre.
Esta es la finca de Envigado en la cual se presentó la masacre. Foto de Stephen Arboleda.
Un ajuste de cuentas de la mafia originó tres asesinatos en Medellín y un tiroteo que por poco termina con la muerte de un grupo de policías.
El ataque fue dirigido al parecer contra alias ‘Chepe’, el supuesto cabecilla de la banda ‘El Hueco’ de la localidad de Amagá, y su gente de confianza. Las averiguaciones preliminares apuntan a que la organización criminal de ‘Los Triana’ tiene relación con los hechos.
Escena del crimen en el barrio La Gabriela de Bello, donde hallaron a 'Chepe' y su hermano ejecutados. Imagen de cortesía.
En los últimos meses, la comuna 7 de Robledo y el corregimiento San Cristóbal habían tenido una pausa en cuanto a la violencia homicida se refiere. Pero llegó diciembre y con él, al parecer, se activaron los sicarios en la zona.
La muerte de dos hermanos, el asesinato de un cabecilla y una balacera que dejó dos muertos y nueve heridos, sacudieron en los últimos cuatro días a estos sectores del occidente de Medellín.
Escena del crimen en San Cristóbal, donde la víctima fue David Jiménez, abaleado cuando buscaba a su hermano. Foto de Guillermo Benavidez.
Un par de sicarios en motocicleta atentaron contra la vida de un hijo de Fabio Édison Gómez Ruiz, alias ‘Riñón’, excabecilla de las bandas de ‘Calatrava’ y ‘La Oficina’.
La Policía atribuyó el ataque a una disputa entre criminales que se está presentando en el municipio de Itagüí, producto de una división en la organización que antes lideraba ‘Riñón’.
Cuando capturaron a 'Riñón', la Policía lo relacionó con 120 asesinatos en el Valle de Aburrá, pero en el juzgado solo le pudieron comprobar dos.
Cuando los uniformados llegaron al andén y observaron el cuerpo cubierto por las sábanas, creyeron que se trataba de uno de los cientos de habitantes de la calle que pernoctan en el centro de Medellín.
Al acercarse, sin embargo, se dieron cuenta que la escena era más macabra de lo que pensaban.
Así encontraron a la nueva víctima de la violencia en el Centro, a pocas cuadras de la Plaza Minorista. Foto de cortesía.
Una disputa entre bandas sería la causa de la masacre de cinco hombres en el municipio de San Roque, en el nordeste de Antioquia.
Así lo dio a conocer el comandante de la Región 6 de la Policía Nacional, general José David Guzmán, aunque lo más preocupante es que en apenas 15 días se han presentado cinco masacres en la región.
Panorámica del casco urbano de San Roque, Antioquia. Foto de Julio César Herrera.
El homicidio del reconocido campesino y guitarrista Nolberto de Jesús Bedoya Londoño, de 52 años, enardeció a la comunidad de la vereda Alto Colorado, ubicada a dos horas y 30 minutos del municipio de San Jerónimo, en el occidente antioqueño.
Con las autoridades lejos del área, la turba iracunda transformó la justicia en venganza y decretó el veredicto para los sospechosos: pena de muerte.
El cementerio de San Jerónimo, en el occidente de Antioquia. Foto tomada del portal oficial del municipio.
Cuatro cadáveres fueron arrojados desde una camioneta Hilux en el sector conocido como La Curva del Diablo, en el barrio Moravia de Medellín.
De acuerdo con la información preliminar, las autoridades recibieron el reporte a las 3:00 de la madrugada de hoy y al acudir al sitio encontraron los cuerpos de tres hombres y una mujer.
Escena del 18 de abril de 2008 en La Curva del Diablo, cuando también arrojaron un cuerpo envuelto en circunstancias similares a los cuatro de hoy.
Los tres sujetos, armados con fusiles, filaron a todos los trabajadores en la entrada de la finca. “¿Su patrón ya pagó la ‘vacuna’?”, les preguntaron. Hubo un largo silencio y uno de ellos respondió que no.
Los matones les apuntaron y soltaron ráfagas que derribaron a los campesinos y recolectores de tomate de árbol. Después, para remarcar el terror de su acción, arrojaron una granada que mutiló los cadáveres abaleados. El resultado fue de 10 muertos.
En el corredor de la entrada de la finca fueron fusilados los campesinos. Foto de Manuel Saldarriaga.
Confrontar a un supuesto integrante de una banda, que le había robado, sería la causa del asesinato de otro rapero en la comuna 13 de Medellín. Esta es la principal hipótesis policial sobre el caso de Elider Varela, de 31 años y más conocido como ‘El Duke’.
La víctima era líder juvenil, integrante de la agrupación musical Comando Élite de Ataque, profesor de canto e impulsor del festival de hip hop Revolución sin Muertos, que se celebra anualmente en la ciudad después de la ‘Operación Orión’ (2002).
La víctima Elider Varela, durante un concierto. Foto tomada del álbum público de 'El Duke' en Facebook.
Tres civiles y dos policías muertos, así como cuatro heridos, fue el resultado de dos tiroteos en la comuna 13 (San Javier) de Medellín durante este fin de semana.
Aunque los dos hechos parecen ser aislados entre sí, hacen parte del violento clima que todavía perjudica a este sector del occidente de la ciudad, que desde 2008 registra los más altos índices de homicidios.
Decenas de policías y soldados rodearon la zona de la confrontación. Foto de Stephen Arboleda.
Dos policías fueron asesinados en Medellín cuando disfrutaban de su tiempo de descanso, en diferentes situaciones ocurridas en Laureles y el Centro.
El hecho más reciente ocurrió en la madrugada de hoy sábado y la víctima fue un investigador de la Seccional de Investigación Criminal (Siíjn) de la Policía Metropolitana, que tenía entre sus logros haber conseguido la primera orden de captura contra el capo Ericson Vargas Cardona, alias ‘Sebastián’.
A la izquierda está el patrullero Caicedo, de la Sijín; a su lado, el patrullero Gil, del Departamento de Policía Antioquia. Fotos de cortesía.
Detrás del hallazgo de dos adolescentes mutilados en la comuna 8 (Villahermosa) de Medellín, se esconde una triste verdad: las autoridades prometieron mantener los refuerzos de la Fuerza Pública hasta “estabilizar la situación de seguridad”, pero los ciudadanos han visto cómo paulatinamente se reducen los patrullajes del Ejército, se acabaron las rondas de la Fuerza Aérea y los policías que llegaron de otras ciudades volvieron a empacar.
En un recorrido por este sector del oriente de la ciudad, encontramos varios habitantes de los barrios Villatina, Caicedo, San Antonio y Villa Turbay que le piden a las autoridades que no reduzcan la vigilancia todavía, porque la crisis continúa.
La casa donde desmembraron a las víctimas estaba abandonada, porque el dueño fue desplazado por una banda, que al parecer se tomó el recinto como base de operaciones. Foto de Mauricio Palacio.