El contragolpe de la Policía Metropolitana contra la organización criminal de “los Chatas”, por el ataque contra dos patrulleros, ya produjo su primer resultado: la detención de dos presuntos miembros del clan.
Se trata de alias “Sebitas” y “Ricardito”, quienes habrían participado en el tiroteo del pasado 5 de enero, en el municipio de Bello.
"Sebitas" estuvo cuatro días recluido en la clínica León XIII; al salir lo capturaron. Cortesía Policía Metropolitana.
Tres días de violencia irracional en un mes triste para la vida, nos recordaron que en Medellín y el Valle de Aburrá todavía nos falta luchar mucho para alcanzar la paz.
Masacre, tiroteos, asesinatos de niños, asonadas a la Policía, torturas y paros de buses nos hacen preguntar sobre el rumbo que deben tomar las medidas de seguridad en el área metropolitana.
Así finalizó la inspección judicial y exhumación de los niños enterrados en Aguasfrías. Foto de Esteban Vanegas.
Un hombre de 20 años, apodado “Gago”, pasa sus días en la cárcel de Bellavista, pendiente del juicio por el asesinato a punta de bate de un adolescente en la frontera de los barrios Francisco Antonio Zea y Castilla, del noroccidente de Medellín.
El crimen en cuestión, de acuerdo con el expediente policial, ocurrió a la 1:30 a.m. del pasado 12 de diciembre, en la calle 94 con la carrera 67. La víctima fue un joven de 15 años, estudiante de sexto grado en un colegio de la zona, quien al parecer estaba ebrio al momento de la agresión, circunstancia que fue aprovechada por los victimarios. Este es el relato del caso, elaborado por El Colombiano con colaboración de Revelaciones del Bajo Mundo.
Alias "Gago", presunto miembro del combo "Pájaro Azul". Otros dos indiciados están pendientes de la captura. Foto de cortesía.
Un adolescente de 15 años murió abaleado en plena vía pública, cuando conducía una bicicleta.
El crimen se presentó en el barrio Calasanz, al occidente de Medellín, y las autoridades manifestaron que el muchacho había sido amenazado hacía tres meses por una banda ilegal del vecino municipio de Bello.
Así fue la escena del crimen en Calasanz, luego del asesinato del menor de edad. Foto de Esteban Vanegas.
Tres personas muertas y dos heridas dejó un ataque indiscriminado de sicarios, en el noroccidente de Medellín.
El crimen fue perpetrado cuando se disputaba un partido de fútbol aficionado, el cual había sido organizado como un encuentro por la paz entre jóvenes de barrios afectados por el conflicto armado.
En esta cancha de Francisco Antonio Zea ocurrió el tiroteo. Foto de Rodrigo Martínez.
El informe más reciente de Medicina Legal sobre los homicidios en Medellín, presenta una realidad contundente: en la comuna 13 es donde más menores de edad son asesinados.
La nueva víctima de ese drama es un muchacho de 15 años, desescolarizado, a quien la muerte le llegó hasta la entrada de la casa.
El adolescente murió junto a unos escalones, en Nuevos Conquistadores. Por ahora se desconoce el móvil del ataque. Foto de Stephen Arboleda.
En las últimas dos semanas se han presentado tres casos de doble homicidio que involucran taxis, en el Área Metropolitana.
El hecho más reciente sucedió en la madrugada de hoy, en el municipio de La Estrella, cuando los dos ocupantes del automóvil de servicio público esperaban a una mujer en las afueras de una urbanización residencial.
En este vehículo fueron abaleados los dos hombres, en el municipio de La Estrella. Foto de cortesía.
De nuevo un delincuente juvenil favorecido por la justicia causa un daño enorme: esta vez las víctimas fueron cinco miembros de una misma familia, a los cuales el muchacho atacó con una granada de fragmentación.
El hecho sucedió en el municipio antioqueño de Rionegro, y al parecer el móvil es una retaliación de parte del sospechoso, según la Policía.
Esta es la casa en la cual se presentó el ataque. La granada hizo un hueco en el techo. Imagen de cortesía.
Un adolescente de 17 años fue capturado por la Policía, sospechoso de haber asesinado a un sacerdote católico en el municipio antioqueño de Rionegro.
El crimen que entristeció a la feligresía sucedió en las escaleras de acceso a la catedral de la localidad, en pleno parque principal. Allí estaba el presbítero de la Díócesis local Luis Carlos Orozco Cardona, de 26 años, rodeado de varias personas de la comunidad.
Al padre Luis Carlos Orozco lo mataron en el atrio de la catedral donde daba la misa.
Una adolescente de 14 años fue hallada sin vida en una vía pública del suroccidente de Medellín, y las autoridades investigan si además de un posible homicidio se trató de una agresión sexual.
El cuerpo fue encontrado a las 6:30 a.m. de hoy, en una glorieta que conecta al puente de la calle 30A con la Autopista Sur, a un costado del Cerro Nutibara.
En este sitio fue hallado el cadáver de la víctima, en la mañana de hoy.
Un niño de 8 años resultó herido ayer cuando jugaba en la calle, al quedar en medio de un tiroteo entre los miembros de dos combos rivales.
Ocurrió a las 11:30 a.m. en el barrio Juan XXIII, ubicado al centrooccidente de Medellín. Según el relato de la madre, el menor estaba jugando con otro chico a una cuadra de la casa.
Los familiares del niño se reunieron afuera de las urgencias pediátricas.
Voy a contarles una historia verdadera, relacionada con la violencia intrafamiliar y los celos, dos situaciones con las cuales convivimos día a día sin prestarles mayor atención, dos factores de los cuales solo nos quejamos cuando hay sangre de por medio.
Es también la historia de unos de los peores crímenes ocurridos en los últimos años en Medellín, cuyo perpetrador pasa hoy los días en prisión, con horribles cicatrices en el cuello y la cabeza que de seguro le recuerdan a diario su error.
Giovanny Pérez nació en San Andrés de Cuerquia y se crió en Donmatías, Antioquia.
Un muchacho de 17 años fue detenido por la Policía de Infancia y Adolescencia, indiciado de abusar sexualmente de cuatro niños, integrantes de su propia familia.
La aprehensión del menor ocurrió ayer en una vía pública del barrio Pérez, en el municipio de Bello. Las víctimas son primos del agresor: una niña de 6 años y tres pequeños de 7, 9 y 11 años.
Las muertes de dos jóvenes mujeres sacudieron a Medellín esta semana, y en ambos casos los familiares clamaron por una pronta reacción de la justicia para esclarecer los hechos.
El primero de los crímenes ocurrió el 4 de noviembre en el corregimiento San Cristóbal. Dentro del apartamento 503 del bloque 17, en la urbanización Las Flores, estaba Leidy Johana Palacios Rivas con su novio, un patrullero de la Policía Comunitaria.
A las 9:30 a.m. los vecinos escucharon un estruendo y después vieron al uniformado pidiendo auxilio y cargando a la chica de 20 años. La muchacha tenía una herida de arma de fuego en el pecho.