Una porción de la hinchada verde, porque no lo es toda, se ha vuelto especialistas en viajar por extremos emocionales. Fácilmente suele pasar del triunfalismo exagerado al profundo pesimismo, y viceversa. Hace dos meses decían que había que echarlos a todos, que ningún jugador servía. Luego del triunfo ante Huila, y con nuevo entrenador más algunos refuerzos de peso, se atrevían a decir que el campeón ya estaba, que Nacional tenía la estrella colgada seis meses antes. Y hoy, después de caer ante Junior, regresaron al principio de este ciclo.
Por @aguirresebas