Por @santiagopajaro *

Edwin Cardona fue el salvador de la noche, con un zapatazo limpio puso a celebrar a toda la hinchada verdolaga. FOTO JAIME PÉREZ.
La obstinación es la potencia de la impotencia, y con ella trae buenos momentos y muchos dolores de cabeza. Hoy, la cabeza duele, de la resaca por una buena victoria, lograda gracias a los obstinados de Atlético Nacional.