Las noticias… ¡Todo un cuento!

Prensa Escuela lo invita a seguir a Luisa y a Carlos mientras ellos usan el periódico EL COLOMBIANO para su clase. Desde textos hasta ilustraciones e infografías, estos pequeños, gracias a la prensa, logran sacar adelante su exposición dejando a su maestra y a sus compañeros asombrados con el tema. Conozca cuál fue en la cartilla Las noticias…¡Todo un cuento!,  Volumen IV.

Las noticias…¡Todo un cuento! by Prensa Escuela EL COLOMBIANO

 

 

Recomendados para leer en clase y en familia

El gigante egoísta

Por: Tatiana Jaramillo- promotora de Lectura de la Fundación Taller de Letras Jordi Sierra i Fabra. 

Esta historia, publicada por primera vez en 1888 en el libro El príncipe feliz y otros cuentos, evidencia la convicción que movió a su autor británico Oscar Wilde durante toda su vida: “el arte es necesario para vivir”.

El intenso disfrute de lo bello fue lo que promovieron esteticistas como Wilde. Por eso, la lectura de este cuento en su versión original podrá deleitar y conmover a niños y adultos por la sutileza de las descripciones y la belleza de sus imágenes y situaciones.

Un duchazo de conocimientos

En ocasiones es importante enriquecer previamente los conocimientos de los niños para un mayor disfrute de  lecturas como El gigante egoísta, donde el paso del tiempo está señalado por la llegada de las estaciones del año.

Como en nuestro país no hay cambios estacionarios los niños no tienen experiencias para comprender el tema, así que puede estimularlos a consultar por qué el verano, el otoño, el invierno y la primavera se presentan en algunos lugares de la tierra.

Vestir las estaciones

“Invitado por la nieve y la escarcha vino el viento del norte, que envuelto en pieles iba y venía rugiendo”.

Un rasgo encantador de este cuento es que los fenómenos climáticos son personificados: la nieve se la pasa lanzando copos, y la escarcha afilando estalactitas.

También se describe su ropaje. Así que puede animar a los niños a imaginar la ropa más adecuada para vestir a cada una de las estaciones como personajes.

¿Le sentará bien al señor Otoño vestir sandalias y bañador?  ¿O a doña Primavera llevar sombrero de lana, botas y paraguas? Si los ánimos crecen haciendo esta actividad podría representarse teatralmente la historia, incluyendo la actuación de las estaciones.

¿Dónde juegan los niños?

El jardín del gigante era el lugar de juego preferido por los niños de esta historia, hasta que éste decide echarlos e instalar el letrero: “Propiedad privada. Entrada prohibida”.

¿Conoce el lugar de juegos preferido de sus hijos? ¿Serán los espacios abiertos como parques públicos, canchas deportivas, calles y aceras del vecindario? ¿O serán los espacios cerrados frente al video juego, el computador o los juegos de mesa? Observe la cotidianidad de su hijo y juegue con él buscando un equilibrio entre la multiplicidad de espacios de juego que ofrece su entorno.

Cuentos de gigantes

La literatura tiene  bellas historias cuyos personajes son gigantes. Para conocer más sobre ellos, recomendamos los siguientes  títulos:

El gran gigante bonachón. Roald Dahl. Alfaguara.
Los últimos gigantes. Fancois Place. Ekaré.
Cuando los gigantes aman. Folke Tegetthoff. Fondo de Cultura Económica
El primer gigante. Tersa Durán. La Galera.
El grandulón oso barrigón. Tony Ross. El arca.

  Ricitos de oro

Por: Mauricio Andrés Misas Ruiz- promotor de Lectura de la Fundación Taller de Letras Jordi Sierra i Fabra.  

Este cuento tiene sus orígenes en un antiguo cuento escocés referido de las historias de Román de Renart en el que una zorra entra sin permiso a la casa de los osos. Con el tiempo la zorra de la historia se transformó en una anciana y más tarde en una niña de rubios bucles.

Según el pedagogo norteamericano Bruno Bettelheim, en este cuento no se resuelve un conflicto y no presenta un final feliz para enmarcarse dentro de los llamados cuento de hadas, por lo menos en la versión clásica de Robert Southey, que apareció en su obra The Doctor (1834 – 1837).

Sin embargo, la versión que presentamos hoy, posterior a la de Southey,  incluye un final feliz.

Dejando señas: Ricitos se pierde en el espeso bosque. Esta situación se puede aprovechar para enseñarle a los niños a conocer el trayecto a casa.

Un juego divertido para que siempre encuentren el camino es hacer una carrera de observación donde se destaquen los lugares significativos de los trayectos más usados y seguros.

Dejando señas: Esta actividad la puede complementar con la lectura en voz alta de los cuentos: ¿Dónde está el libro de Clara?, de Lisa  Campbell, editorial Juventud y El perro de Madlenka, Peter Sis, de Lumen.

Grande-pequeño: Con los niños más pequeños puede propiciar que identifiquen los tamaños de papá oso, mamá osa, osito, y de las sillas, los platos y las camas que usaban, para luego animarlos a encontrar esas diferencias entre las personas de la familia ¿quién es más alto: papá o mamá, el niño o la abuela?, por ejemplo, o entre algunos objetos de la casa.

También puede leer con los niños el libro Soy grande, soy pequeño, de Kathy Stinson, editorial Ekaré. Este tipo de actividades favorece el desarrollo del pensamiento lógico matemático.

¿Qué comen los osos? Usted puede invitar a los niños a explorar libros de animales para conocer más sobre los osos o la página de internet de la National Geographic http://nationalgeographic.com

Al finalpuede motivar a los  niños para que busquen un alimento que crean que tiene el sabor de la sopa de osito, la que se tomó Ricitos de oro, y que lo compartan con otros amigos para que entre todos elijan un sabor para la sopa de osito.

Los osos de peluche: Hay varios cuentos que abordan el tema de los ositos de peluche, puede leer algunos de ellos con los niños y luego proponerles que describan sus ositos de peluche y relaten, para los demás compañeros o familiares, alguna historia vivida con ellos.

Estos son algunos títulos relacionados: Elmer y el osito perdido y El príncipe Pedro y el osito de peluche, ambos de David Mackee, editorial Norma; ¡Osito! ¿dónde estás? de Ralph Steadman, editorial Fondo de Cultura Económico.

Los tres cerditos

Por: Juan Pablo Hernández Carvajal- director de la Fundación Taller de Letras Jordi Sierra i Fabra

Orígenes de la historia

La primera versión escrita de esta historia proviene de un cuento popular inglés publicado en 1813 en el cual tres gansos son perseguidos por una zorra que quiere comérselos, sólo el mayor de ellos logra engañarla gracias a una sólida casa de ladrillos que ha conseguido construir.

Otra versión se encuentra en el libro “Cuentos de hadas ingleses”, publicado por Joseph Jacobs en 1892; en esta aparecen los tres cerditos que construyen sus casas con distintos materiales.

El lobo derriba las casas de los dos primeros cerditos  y se los come,  pero no puede derribar la casa de ladrillos del tercer cerdito, por lo que intenta entrar por la chimenea, este cerdito lo espera con un caldero de agua hirviendo y lo cocina.

Finalmente, en la versión de Katharine Briggs publicada en su libro “Cuentos populares británicos”, editado por Siruela, los dos primeros cerditos huyen y se refugian en la casa del tercero, y entre los tres engañan al lobo al hacer que se queme cuando intenta entrar por la chimenea.

La adaptación publicada en esta edición de El Colombiano sigue la versión de Briggs.

Prepara una función de cuentería

De todas las narraciones tradicionales esta es una de las que mayor aceptación tiene entre el público infantil. La sencilla y precisa caracterización de los personajes y su secuencia narrativa son elementos que facilitan la comprensión y el disfrute de la historia.

La pedagoga y escritora argentina Ana Pelegrín, en su libro La aventura de oír, de la editorial Anaya, nos ofrece una serie de técnicas para aprender a contar cuentos.

Esta es una recomendación básica que se puede poner en práctica:

Seleccione el cuento a narrar, lea varias veces la historia hasta apropiarse de ella, escriba un guión argumental con los elementos a contar, visualice los personajes y asuma su rol, memorice las fórmulas verbales que presente la historia, dele expresividad a la voz, ensaye su presentación y narre el cuento en voz alta.

Los tres cerditos y el desarrollo de la personalidad

Bruno Bettelheim en su libro Psicoanálisis de los cuentos de hadas destaca la simbología que encierran los personajes de este cuento y las acciones que realizan en favor del proceso de crecimiento y desarrollo de la personalidad de los más pequeños.

Opina el autor que el niño, identificándose con cada uno de los tres cerditos, comprende que las personas evolucionan y que el crecimiento tiene grandes ventajas, ya que el tercero y mayor de ellos es quien finalmente vence al enemigo gracias al trabajo, la inteligencia y la planificación racional.

Versiones de Los tres cerditos animadas y musicalizadas

Visita el sitio web www.youtube.com y escribe la frase “Los tres cerditos original Disney”. Allí podrás encontrar este cuento clásico en la versión de Walt Disney realizada en 1933.

Esta versión, acompañada de música y animación, sigue la historia original y agrega una variante interesante tomada del cuento Blancanieves y los siete enanitos en la cual el lobo, a la manera de la madrastra de Blancanieves, se disfraza en varias ocasiones con el fin de engañar a los cerditos.

Otra versión muy buena es la de Looney Toons titulada Trío de músicos bailarines, donde los cerditos son músicos y sobreviven del lobo al refugiarse en la casa del tercer cerdito, finalmente el lobo trompetista se une al grupo formando todos una banda de jazz.

Canta con los tres cerditos

La cantautora española Rosa León realiza una bella composición musical a partir de la historia de Los tres cerditos, intenta ponerle música. También la puedes escuchar en: www.yes.fm/musica/Rosa-Leon/los-cochinitos 

Los cochinitos ya están en la cama,
muchos besitos les dio su mamá.
Y calentitos todos en pijama,
dentro de un rato todos soñarán.

Uno soñaba que era un rey
y que al momento pedía un pastel,
su gran ministro le hizo traer
quinientos pasteles sólo para él.

Otro soñaba que en el mar,
en una lancha se iba a remar,
mas de repente, al embarcar,
se cayó de la cama y se puso a llorar.

El más pequeño de los tres,
un cochinito lindo y cortés,
ese soñaba con trabajar
para ayudar a su pobre mamá.

Y así soñando sin despertar,
los cochinitos pueden jugar.
Ronca que ronca y vuelve a roncar,
al país de los sueños se van a pasear.

El flautista de Hamelin

Por: Catalina Morales Moreno- promotora de lectura de la Fundación Taller de Letras Jordi Sierra

Este cuento tiene sus orígenes en el siglo XIII y está basado en un hecho real en el que un joven con ayuda de su flauta destierra una plaga de ratas de la ciudad alemana de Hamelin.

Sin embargo, la historia tuvo tanta repercusión que se convirtió más tarde en leyenda. Se tiene referencia de un vitral en la iglesia de Hamelin que data del año 1.300 y narra con imágenes este hecho. Lamentablemente fue destruido en el siglo XV.

Hoy día se puede contemplar, en dicha iglesia, un vitral inspirado por el anterior y elaborado por el artista Hans Dobbertin.

Los Hermanos Grimm hicieron su propia versión dando a conocer el cuento por todo el mundo.

Existen otras versiones en las que los niños desaparecen para siempre. El cuento que hoy presentamos es una de las tantas versiones recogidas de los cuentos de tradición oral europea, por lo tanto se desconoce el autor.

Siguiendo la música

Será divertido que los niños vivan el cuento El Flautista de Hamelin como si fuesen los auténticos protagonistas de la historia, se puede proponer un juego de seguimiento rítmico con las manos y con los pies, a las órdenes del líder y al compás de la música ejecutarán los movimientos. El que se equivoque saldrá del juego.

 Un ratón de plastilina

Elaborar ratones en plastilina es ideal para recrear la escena en que estos roedores invadieron a Hamelin. Necesitará plastilina gris para hacer el cuerpo, la cabeza, las orejas y la cola; rosada para el hocico y blanca y negra para ojos y bigotes. Es recomendable  consultar un manual de plastilina.

Cumplir con las promesas

En el cuento, el alcalde engaña al flautista para que libere al pueblo de la plaga, ofreciéndole una recompensa que luego se niega a pagar. Es apropiado leer el cuento en voz alta y proponer una reflexión en torno al engaño y a las consecuencias que esto trae.

La Sirenita

Por: Tatiana Jaramillo. Promotora de Lectura de la Fundación Taller de Letras Jordi Sierra

La leyenda

Este cuento fue escrito en 1813 por Hans Christian Andersen, inspirado en la leyenda danesa que cuenta cómo los cantos de las sirenas embrujaban a los hombres del mar.

Se dice que un humilde pescador fue atraído por los cantos de una joven sirena quien renunció a su inmortalidad a cambio de tener el aspecto de una mujer y conseguir ser amada por un hombre.

Descubriendo Dinamarca

El ambiente en que se desarrolla esta historia de barcos y paisajes submarinos está profundamente relacionado con la geografía de este país escandinavo compuesto por 406 islas.

Busque con los niños información sobre Dinamarca, su ubicación en el mapa, las historias y personajes de su mitología vikinga.

En Internet se encuentran bellas fotografías de la escultura de La Sirenita ubicada desde 1913 a la orilla del mar en su capital Copenhague. La figura es el símbolo de esta ciudad donde Andersen, hace ciento ochenta años luego de muchas dificultades, pudo triunfar y dejar de ser “el patito feo” del arte danés.

Sirenas: seres fascinantes del mar

Leer sobre el origen, costumbres y poderes de las sirenas, mitad mujeres – mitad peces que hechizan con sus cantos a los humanos, es una experiencia que puede fascinar a los niños por el encanto que tienen estos seres mágicos.

Sus raíces mitológicas, en las que eran también mujeres – pájaro, pueden ayudarnos a entender porqué, al final del cuento, La Sirenita no retorna a las aguas sino que levanta vuelo.

Amores imposibles

La experiencia del enamoramiento no es exclusiva de los adultos, también los niños buscan declararse, reconciliarse, celebrar ser correspondido o expresar enojo por un desengaño amoroso.

La Sirenita es, sin duda, una historia de amor imposible, situación que tampoco es ajena a los niños, pues ¿quién no se enamoró de su profesor o profesora en la primaria?

Además de este clásico de Andersen, otras obras como El libro de los chicos enamorados de Elsa Bornemman o la película Mi primer beso de Howard Zieff, ayudarán a los más pequeños a comprender tempranamente la complejidad del amor.

Afirma Elena Poniatowska que si se dan buenas lecturas a los niños tendrán después menor necesidad de los libros de autoayuda.

Simbad el marino

Por: Consuelo Marín Pérez. Promotora de lectura de la Fundación Taller de Letras Jordi Sierra

El marino de la alfombra voladora

Simbad el Marino es, al lado de Alí Babá y los cuarenta ladrones, otra de las más conocidas aventuras de Las mil y una noches.

Estas historias han sido difundidas de manera especial por el cine pues desde 1936 se han hecho películas basadas en la historia de Simbad, la más reciente ha sido Simbad: la Leyenda de los Siete Mares, una película de dibujos animados del año 2003 dirigida por Patrick Gilmore y Tim Johnson.

 La ciudad de las alfombras

El lugar de residencia de Simbad era la hermosa ciudad de Bagdad. Usted puede motivar a los niños y niñas a indagar más sobre ella: por ejemplo, que puedan identificar en un mapamundi dónde está ubicada, que conozcan por qué ha sido importante para la humanidad, las características de su arquitectura, su religión y costumbres así como los productos artesanales más característicos.

Adentrándose en este último aspecto llegarán a las alfombras, entonces puede animarlos para que aprendan a dibujar algunos de los diseños propios de ellas.

Es importante que los niños puedan establecer relaciones con su entorno e identificar también los aspectos que caracterizan la ciudad o pueblo donde viven.

Simbad, el cargador

 En efecto, para ganarse el pan, Simbad (el cargador) se veía obligado a cargar pesados paquetes y vivir de las monedas que le daban.

¿Los niños han visto personas en nuestra cultura que desempeñen este oficio? ¿Dónde trabajan, qué cargan?

Indagar sobre estos aspectos del oficio del cargador o cotero como se le conoce en nuestra cultura ayuda a que los niños valoren los diferentes trabajos que realizan las personas y propicia la construcción de una mirada universal al descubrir que muchos de nuestros oficios también se desempeñan en otras regiones.

Criaturas fantásticas

… ¡apareció un dragón que lanzaba inmensas bocanadas de fuego! Además del dragón, en esta historia se mencionan varios personajes fantásticos: gnomos, genios encantados y gigantes.

En la Enciclopedia de las cosas que nunca existieron: criaturas, lugares y personas de la editorial Anaya de España puede encontrar información más específica, para compartir con los niños sobre el origen y poderes de estas criaturas.

¿Para qué se utiliza el marfil?

–Una banda de traficantes de marfil me apuntaba con sus rifles –dijo Simbad el Marino. ¿Los niños conocen el marfil? ¿Saben para qué se utiliza y por qué es tan valioso? Usted los puede animar a explorar más sobre este tema, además puede buscar videos o información sobre la vida de los elefantes.

“La escuela del mundo al revés”

Valentina Bustamante Cruz
Estudiante de Comunicación Social y Periodismo de la UPB

Este trabajo académico fue escrito para la clase de Comunicación y Educación que orienta el profesor Juan Carlos Ceballos Sepúlveda, basado en la lectura del artículo de opinión “La escuela del mundo al revés” de Oscar Henao Mejía,  publicado en El Colombiano, el viernes 14 de agosto en la página 4A.

El mundo de la vida y el mundo de la escuela

Cuando el autor afirma que su concepto de pedagogía lo distancia de la posición que establece el Ministerio de Educación acerca de la duración de las horas de clase, hace evidente su postura pedagógica-social frente a la educación. El Ministerio de Educación considera que la intensidad horaria de los alumnos dentro de las aulas de clase es lo primordial.

El autor afirma que tal enfoque se distancia de los objetivos fundamentales de la escolaridad, porque entonces se deja de lado el fondo: el sentido y la sustancia de la clase, para dar paso a la forma: el número de horas en que un alumno está sentado en el aula.

Para Oscar Henao debe primar la calidad sobre la cantidad. Así, pone en entre dicho el modelo pedagógico conductista que se ciñe a los objetivos, al ensayo-error y a la rigurosidad de los métodos por encima de los procesos, en el que se busca alcanzar unos resultados sin prestar atención al proceso pedagógico de los alumnos.

Prensa Escuela EL COLOMBIANO en la VI Parada Juvenil de la Lectura.  Tomada por: Andrés Mauricio García. Año: 2014

Prensa Escuela EL COLOMBIANO en la VI Parada Juvenil de la Lectura. Tomada por: Andrés Mauricio García. Año: 2014

El autor defiende que, en su experiencia escolar, recuerda con mucha más fidelidad aquellos aprendizajes que se dieron por fuera del salón de clase, en el que la vida y la academia se fusionaron para dar paso a un aprendizaje más lúdico y pedagógico.

De esta forma, nuevamente expone su inclinación por el modelo pedagógico-social que mezcla el mundo de la escuela con el de la vida y que busca desarrollar las personalidades de los alumnos en torno a las necesidades sociales, pues se conectan los contenidos con la vida.

Afirma que las experiencias pedagógicas exitosas demuestran que la dedicación a las clases no es de esencial importancia, que deben primar los espacios abiertos a la investigación y al diálogo, por encima de las rigurosidades metódicas.

La tradición disciplinar de la escuela no tiene cabida en estos nuevos métodos, que lo que buscan es una experiencia dotada de vida, de sentido de realidad y que promociona el encuentro con el otro y la libre expresión.

Hay entonces un cambio de paradigma que estriba sustancialmente desde el modelo pedagógico tradicional, estructurado sobre las bases del enciclopedismo, de la transmisión de información y del maestro como poseedor de la verdad hacia un modelo social que se estructura sobre las bases del descubrimiento y la experimentación, la construcción colectiva del conocimiento a partir del diálogo y el maestro como facilitador y acompañante del aprendizaje.

Henao Mejía afirma que la figura que dota al maestro sólo de facultades para dictar clases y no salir del aula, es lo que empobrece la práctica educativa. Es por esto que considera que la discusión de las horas de clase debe comprometer no solo un asunto de forma sino de fondo. No son cuántas horas están los alumnos en el salón de clase sino cómo están siendo aprovechadas esas horas.

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Prensa Escuela EL COLOMBIANO en la Octava Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín. Tomada por: Andrés Mauricio García. Año: 2014

Lo que el autor defiende es la riqueza de las enseñanzas adquiridas por fuera del aula de clase: en los descansos, en las horas lúdicas, en los encuentros sociales.

Esto también debe tenerse en cuenta al tratar de imponer métodos rigurosos que reduzcan la creación y construcción colectiva del conocimiento.

Estudiamos en comunidad, porque es deber de la escuela y de los colegios enseñar a los seres humanos a desenvolverse en presencia de otros individuos.

En este sentido la escuela continúa tomando bases del modelo pedagógico desarrollista, en el que se necesita una participación activa de los profesores y los alumnos, quienes deben interactuar para crear, criticar y reflexionar en torno al conocimiento.

Las clases magistrales, en silencio y estrictamente individualizadas, no colaboran al desarrollo de este objetivo primigenio de los colegios.

El sentido de la escuela no debe entonces reducirse a los trabajos dentro de las aulas, sino ampliar los horizontes prácticos, para así, ampliar los horizontes conceptuales de los estudiantes, sólo así permite crecer en aprendizaje y en sociedad.

El conocimiento es ahora la materia prima que el medio exige de los nuevos profesionales. Por esto, es deber de la escuela enseñar, no a seguir instrucciones (modelo conductista) sino a pensar (modelo desarrollista).

La formación integral de un hombre que construya su propia vida, reflexione su entorno y su naturaleza, debe ser el principal objetivo de las estrategias pedagógicas en estos nuevos tiempos.

La escuela debe ayudar a la formación de individuos propositivos, que estén en capacidad de afrontar nuevos retos y abrir su mente a nuevas experiencias.

Calvin y el conflicto escolar

 

Juan Carlos Ceballos Sepúlveda
Periodista 

Docente Facultad de Comunicación Social-Periodismo. Universidad Pontificia Bolivariana

Le sucede a Calvin con Moe, lo mismo que les pasa a muchos niños y jóvenes en las instituciones educativas: en algún momento tienen que enfrentar una pelea o un conflicto.

En el caso de Calvin ve que Moe tiene su camión y quiere recuperarlo, pero sabe que aquel gigantón no se lo devolverá y lo retará a pelear. A pesar de ello, Calvin habla con Moe y le dice que le devuelva el camión, pero sólo recibe el reto de la pelea. Calvin se retira.

Este caso sucedió en las tiras cómicas de Calvin y Hobbes que publica todos los días el periódico EL COLOMBIANO y es algo similar a lo que pasa en las escuelas y colegios. Es común que algunos estudiantes reten a otros a pelear.

Es famosa aquella frase de “a la salida nos vemos”, que propone aquel que tiene más fuerza, sobre quien no le gusta arreglar sus problemas “a punta de golpes”. Sin embargo, no aceptar la confrontación es sinónimo de cobardía y corre el riesgo de ser llamado “gallina” o “miedoso” por los compañeros.

El conflicto escolar tiene muchas manifestaciones. Resolver los problemas a puño limpio es una de ellas y ahora está de “moda” que los estudiantes “cazan” sus peleas por Internet, se citan en un lugar donde acuden otros estudiantes a ver como dos de sus compañeros se “muelen” a golpes, patadas y jaladas de pelo.

Creen ellos que es la manera de solucionar sus diferencias.

Por eso Calvin se lamenta con Hobbes, su mejor amigo – un tigre de trapo-. “Así que Moe me robó mi camión, y cuando le pedí que me lo devolviera, Moe quería pelear, yo no quería pelear, así que me alejé y se lo quedó”.

Más adelante Calvin reflexiona: “por qué a algunos no les importa qué está bien o qué está mal? ¿por qué no tratan de ser amables unos con otros?”.

En la comuna noroccidental,  los directivos de una institución educativa propusieron a sus estudiantes y profesores resolver sus conflictos con la palabra. Era común ver a los niños “buscando” pelea porque “me miró feo” o “porque me dijo esto y lo otro”.

Cuando los profesores veían estas actitudes inmediatamente intercedían y les pedían a los niños que hablaran, luego hacían pequeños pactos de no agresión. Era la manera de mermarle importancia a la violencia y generar la cultura de la palabra para solucionar sus diferencias, pequeñas o grandes.

Hobbes le dice a Calvin: “el problema de la gentes es que sólo son humanos”. Puede que tenga razón, porque muchas veces los humanos creen que los problemas se resuelven a la fuerza y es algo que prevalece en la sociedad: “lo que hace falta es la mano dura”.

Sin embargo, también se equivoca el amigo felpudo, porque el ser humano es el único dotado de la palabra y en este caso la palabra sirve para resolver los problemas de manera civilizada.

Ese es el camino más complicado, por eso, la actitud de Calvin es valiente cuando opta por alejarse y no pelear. Si bien se lamenta porque no logra persuadir a su compañero de no irse a golpes, se vuelve todo un reto: darle sentido a la palabra.

Es una tarea en la cual se debe insistir: tener la palabra como alternativa,  como herramienta y como argumento para resolver los conflictos. Duele menos y da más tranquilidad, sobre todo en el alma.

La resistencia

Juan Carlos Ceballos Sepúlveda
Periodista 

Docente Facultad de Comunicación Social -Periodismo. Universidad Pontificia Bolivariana

A propósito de Tres artículos, dos géneros y una preocupación verdadera, escrito por Clara Tamayo el martes 2 de septiembre.

Usted se sube en un bus al medio día y escucha a un locutor de la radio conversando sobre “intimidades” con otras personas, eso sí, con un toque de picante para que el tema sea llamativo; llega a la casa y en la televisión están “las noticias del entretenimiento”, como para olvidar la cruda realidad nacional, luego entra en Internet a buscar sus amigos con quienes “habla” en el chat sobre cualquier asunto que no sea “aburrido” y en el celular recibe una que otra llamada, y su buzón se llena de datos de la bolsa, del estado del tiempo y hasta del horóscopo del día.

Ilustración Sttock tomada del portal web de El Colombiano

Ilustración Sttock. Tomada del portal web de El Colombiano

Ante el cúmulo de datos que recibe una persona en el trascurso del día, algunos estudiosos de la comunicación plantean una pregunta: ¿Para que le sirve al ser humano tener tanta información disponible?

En la prehistoria, la información fue fundamental porque posibilitó a ese ser primigenio aprender a sobrevivir y transmitir el conocimiento adquirido de generación en generación. Hoy, la información abunda.

Llega por todos los medios, los tradicionales y los que están incorporados en las tecnologías: los wikis, los twitters, la web 2.0, los podcasts, entre otros.

En ese afán por el “entretenimiento” la información perdió su valor. Es un producto que se vende en una foto, es el estereotipo de belleza representado en una figura delgada al extremo.

Es llevar el tema de la política al ámbito del chisme; en el medio regional y nacional son cada vez más los casos: “La campana”, ” La Cosa Política “, “El Código…” El bombardeo informativo es tan tenaz que uno se confunde, ¿qué hacer con tanto chisme, tanto rumor, tanta publicidad, tanto fútbol, tanto de tanto tan liviano?

Hace un siglo cuando surgían los medios tradicionales, la información se consideraba un bien público. Se decía que el ciudadano tenía derecho a acceder a ella para comprender lo que sucede en la sociedad y autogobernarse, para exigir a sus dirigentes una adecuada gestión y hacer oír sus voces.

Ahora, son pocos los medios comprometidos en difundir la información con responsabilidad. En la actualidad la información es un producto y su valor se determina según el “raiting” de sintonía.

Imagen prediseñada tomada de http://bio-est.blogspot.com/2013/01/m...

Imagen prediseñada tomada de http://bio-est.blogspot.com/2013/01/m…

¿Qué hacer ante este panorama?

1. Los medios de comunicación y los periodistas deben tener en cuenta que los llamados ‘públicos’, a quienes llegan con sus mensajes, son seres inteligentes y seleccionan los informes que les despierte un interés general y que les sirva para tomar sus propias decisiones. Por eso, escogen los medios que más les aporten a su formación como personas.

2. Los ciudadanos deben solicitar abiertamente a los medios de comunicación información de utilidad, es decir, informes completos y bien elaborados (buen periodismo) que les brinden herramientas para participar en la construcción de la sociedad, que les ayuden a comprender lo que sucede en su país, en su región, en la ciudad y en su barrio.

Los medios de comunicación son en cierta medida el punto de encuentro de los ciudadanos.

3. Los maestros deben llevar los medios de comunicación a la escuela. Hablar con sus estudiantes de las noticias que se publican, de la telenovela que vieron, del “reality show”, de la publicidad, y analizar con ellos qué les aporta a su formación como personas.

4. Una vez analizado esto, si tienen medios de comunicación escolar deben comprometerse por ofrecer información de utilidad, tanto para la comunidad educativa, como para el contexto social en donde tiene incidencia.

Así se benefician todos: directivas, profesores, estudiantes, padres de familia, líderes comunitarios, entre otros.

En definitiva, entre todos deberíamos generar una resistencia para rescatar el valor de la información como derecho. La información no puede ser vista como un producto que se consume y se vende.

Es un bien público y es un valor necesario para la consolidación de sociedades democráticas.

Y si estos sencillos planteamientos resultan difíciles, pues por lo menos intentemos otra resistencia: apagar la radio, apagar la televisión, apagar el computador, cerrar las páginas de los periódicos, si no encontramos información que nos ayude a ser mejores ciudadanos.