Laura García Guerra
Aprendiz de Comunicaciones
Prensa Escuela El Colombiano
Así como palabras e imágenes se pueden leer, el arte tiene su lugar en la literatura. Hace 135 años nació el Museo de Antioquia, acompañado de una biblioteca que servía como complemento perfecto de pinturas y esculturas.
La biblioteca Museo de Antioquia y centro de documentación Fernando Botero, comenzó con una donación de libros que fue creciendo con el paso del tiempo hasta llegar a 16.600 ejemplares y 5.000 libros más en bodega. Desde el año 2.000 buscan que la biblioteca sea especializada en arte.

Así, comentó Carlos Edwin Rendón, director de programas públicos del museo, en la reseña publicada el 11 de enero de 2016, “lo que se busca es, cuestionar el discurso histórico, los relatos, hacer un diálogo más horizontal e irnos especializando en arte contemporáneo, en la colección del museo y en el centro de documentación del maestro”.

La importancia de la biblioteca se centra en el soporte que le da a las investigaciones curatoriales. “Este es un Museo contemporáneo de arte, que significa que interpreta y actualiza los conceptos de arte, y en ese sentido debe funcionar la biblioteca”.