¡Así vivimos el primer día de formación con nuestros talleristas de El Taller 2024!

El Taller de Prensa Escuela comenzó el pasado viernes 16 de febrero en las aulas de la UPB con el programa de formación a talleristas. 15 estudiantes de las Universidades de San Buenaventura y Pontificia Bolivariana, de las carreras de Comunicación Social y Periodismo, Licenciatura en Español e Inglés, Licenciatura en Educación Infantil y Licenciatura en Humanidades y Lengua Castellana participaron de este espacio en el que tuvieron un primer acercamiento al proceso que llevarán al proceso educativo.  

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Desde el 2005, El Taller ha recogido los testimonios de algunos jóvenes del departamento que han narrado y plasmado sus realidades en diferentes formatos que les permite reconocer al otro con empatía y entender la diversidad de contextos sociales. Esta estrategia le apunta a formar lectores con criterio que generen contenido responsable a partir de elementos básicos del periodismo.  

A este encuentro IMG_0988_Momentlos talleristas llevaron un objeto valioso para cada uno y a través de una serie de fotografías traídas por cada uno y socializadas en parejas que les permitió generar un espacio de reflexión para conocer al otro desde sus emociones e intereses. 

Para María Antonia Quintero Arango, estudiante de Comunicación Social y Periodismo de UPB llegar a Prensa Escuela le recuerda a todos los docentes que han dejado un aprendizaje significativo en ella. Quiere que la comunicación – educación sea una forma de recorrer y conocer su territorio, pero, más importante, reconocer el de los demás. 

Aprender de sus compañeros tallerista y escuchar las realidades de los jóvenes que participarán en El Taller durante el segundo semestre es la principal expectativa de Susana Arcila Jiménez, estudiante de Comunicación Social y Periodismo de UPB, quien quiere cultivar su empatía y capacidad de enseñanza que, en su formación profesional, es esencial para conectar con las audiencias que le competen.  

El Taller es nuestra estrategia, como Grupo El Colombiano y Fundación Grupo El Colombiano, de formación ciudadana que le apunta a formar lectores con criterio, a partir de algunos elementos del periodismo. 

Aquí les dejamos la publicación de El Taller 2023:

El Taller 2023

El Taller Prensa Escuela

Esta es una invitación para convocar a poblaciones jóvenes, tanto talleristas como participantes, a pensar la ciudadanía como una manera de estar en sociedad, gracias al encuentro con otros de una forma innovadora, a través de grupos de trabajo que se constituyen con personas de diferentes colegios, entornos económicos, sociales y culturales.

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Para el programa Prensa Escuela, la narración es un camino que permite transformaciones, pues contar la realidad es ubicarse como un agente activo de la sociedad. Los jóvenes que comparten sus narraciones pueden hacerlo en diferentes formatos aprovechando las tecnologías digitales que, a la par, permiten un mayor alcance en la divulgación de los relatos.

Un interés constante es ofrecerles a los jóvenes referentes de vida, personas que contribuyen con una visión clara del ejercicio ciudadano pensando en el bien común y, en lo posible, cercanos a su contexto, como manera de darle valor a lo propio, para construir pertenencia para que el cuidado de lo público y los seres humanos se asuma como una prioridad, aquí la gente del barrio, de la escuela, del trabajo de sus familiares se hacen relevantes a la hora de construir ciudadanía y se convierten en modelos de convivencia.

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Es importante señalar que en Prensa Escuela se trabaja desde la noción de manejo responsable de la información, que alcanza también a la escritura, pues se respeta el tema, postura e intención de narración, todo en clave de ciudadanía, es decir, de conexión con el otro.

Los invitamos a leer y escuchar las historias que los jóvenes de distintas generaciones nos están contando desde el 2005, gracias al trabajo de cooperación que realizamos cada año con las Universidades Pontificia Bolivariana y de San Buenaventura.

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“Prensa Escuela es un abrazo cálido”

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La ceremonia de reconocimiento de El Taller Prensa Escuela 2023 se realizó el pasado viernes 24 de noviembre en el auditorio Juan Pablo II de la Universidad Pontificia Bolivariana.

Entre agosto y octubre, 62 jóvenes de 18 instituciones educativas de Medellín y su área metropolitana se encontraron durante 22 horas para conocerse y vivir la diversidad como una oportunidad que enriquece sus vidas. En 11 sesiones de taller descubrieron opciones para narrar las historias de su vida cotidiana y comprender la ciudadanía como un ejercicio que trasciende un documento de identidad.

Once talleristas acompañaron a los jóvenes de secundaria en este proceso de formación que, a su vez, fue de formación para ellos, 6 estudiantes de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad Pontificia Bolivariana y 5 de Educación de la Universidad de San Buenaventura.

La vida diaria como motivación a la escritura

El evento contó con la participación especial del periodista y escritor Juan Fernando Mosquera Restrepo, en el marco del programa Adopta a un autor de la Secretaría Cultura Ciudadana de Medellín.
Los jóvenes tuvieron la posibilidad de leer algunos de los textos que conforman el libro Estaba en llamas cuando me acosté, y conversaron con Juan Fernando sobre las inquietudes que les generó. La moderadora de esta charla fue la estudiante de Comunicación Social y Periodismo, Irina Petro de León.

Tanto los estudiantes como los talleristas recibieron un certificado que reconoce su esfuerzo y perseverancia para avanzar en este proceso de fortalecimiento de las habilidades narrativas y de convivencia.

El Taller 2023, historias sin fecha de vencimiento

Como parte de este proceso de formación, tanto los jóvenes como los talleristas, tenían la posibilidad de postular una narración, en cualquier formato, para la publicación de El Taller Prensa Escuela. De los 11 talleristas, 8 postularon un texto y seleccionamos 3. De los 62 estudiantes, 37 postularon textos y seleccionamos 14.

El comité editorial de la publicación está conformado por la profesora Sonia Amparo Guerrero Cabrera, de la Faculta de Educación de San Buenaventura; José Mario Cano Sampedro, de la Facultad de Educación y Carolina Campuzano Baena, de la Facultad de Comunicación Social –  Periodismo de la Universidad Pontificia Bolivariana y Clara Tamayo Palacio, Coordinadora del Programa Prensa Escuela de El Colombiano.

Los invitamos a leer la publicación y a compartirla con familiares, alumnos y amigos.

Los invitamos también a ver algunos de los momentos más emotivos de la ceremonia.

De esta forma, y con la frase de Sara Taborda, tallerista, que le da el título a esta nota, con un abrazo cálido, llegamos al fin de la edición 2023 de El Taller Prensa Escuela en la que celebramos las historias que nos unen como sociedad.

El Taller 2023

Les presentamos la publicación digital de la edición de El Taller 2023. Aquí podrán leer los textos de algunos de los estudiantes y talleristas que participaron en los encuentros de los últimos cuatro meses. Los invitamos a explorar sus relatos y a contagiarse de la alegría que produce compartir historias. También, podrán encontrar nuestro pódcast “Realidades Mutantes” en el que les compartimos nuestras perspectivas sobre algunos de los aspectos que consideramos relevantes en los procesos de formación.

*Haz clic aquí para visitar la publicación.

El Taller 2023

Visita milagrosa

Por: Sofía Rodríguez Taborda

I.E. José María Bernal

Gustavo nació el 14 de agosto de 1945. Es una persona inigualable y es mi abuelo. Desde que soy una niña siempre me sentaba con mi peluche favorito a escuchar sus maravillosas historias de cuando era joven.

Él no se imagina cuánto lo aprecio, lo admiro más que a nadie. Me ha enseñado a esforzarme por lo que verdaderamente quiero. Desde niño siempre soñó con ser soldado, pues su papá también lo era. Toda su infancia admiró mucho a su papá porque él sabía que ser soldado no era nada fácil, que era un reto, pues en el ejército se pueden vivir cosas muy impresionantes. Eso fue lo que impulsó a mi abuelo a seguir su sueño, se plantó esa idea en la cabeza y la puso en práctica.

Siempre cumplía todas sus metas. En su juventud tuvo muchos cargos en la vida militar: fue policía, soldado, carabinero… Desde ahí comenzaron sus historias y pasó por momentos verdaderamente increíbles.

Una vez me contó algunas de las cosas que podían pasar allá un día cualquiera; era un 25 de marzo del año 1964, en las montañas de Marquetalia, Tolima, zona en la que actuaba Manuel Marulanda, alías “Tirofijo”. Era un día como cualquier otro. Mi abuelo y sus demás compañeros debían levantarse a las 5:00 de la mañana, bañarse con agua fría y desayunar. Los soldados se fueron al campo de batalla e iban por el monte siguiendo a su comandante. Luego de patrullar un rato escucharon unos tiros de fusil, y con uno de esos, mataron a un compañero suyo. 

Luego de matarlo se fueron y mi abuelo, junto a su grupo, tuvo que recogerlo y cargarlo alrededor de cinco días, hasta encontrar un campo descubierto donde un helicóptero pudiera aterrizar para recoger al soldado muerto y llevarlo al batallón que quedaba en Neiva, Huila.

Aunque yo era una niña y no entendía mucho del tema, me gustaba demasiado y podía pasar horas escuchando este tipo de historias porque con ellas aprendía cosas nuevas.

Recuerdo que cuando era niña vivía lejos de mi abuelo y mis días favoritos eran cuando iba a visitarlo con mi mamá y lo aprovechaba al máximo. Siempre jugábamos juegos de mesa, en especial el de “la escalera”. Nos encantaba ese juego. También salíamos a caminar y siempre me invitaba a helado. Pasar el día con él era muy agradable y siempre me hacía reír.

A medida que crecía mi abuelo me contaba historias, siempre enseñándome con ellas que debo luchar por lo que quiero. Cuando nací él estaba hospitalizado, muy enfermo, pero aun así, moría por conocerme. Entonces pidió permiso en el hospital militar para que le llevaran a su nieta y pudiera conocerme. Fue algo complicado, pero lo logró. Mi abuelo, enfermo y desalentado, sacó todas sus fuerzas para conocerme, se paró y cuando me vio se le salieron lágrimas de emoción. A los pocos días, se alivió. Para mí fue un milagro que él siempre pidió, y también un claro ejemplo de que luchar por lo que deseas sí vale la pena. Esa es una de las historias que más me ha conmovido. 

Hoy en día todavía conversamos y compartimos sus recuerdos. Más que nunca lo admiro, pues para mí es un guerrero. Ha atravesado muchísimas enfermedades y ahora está más enfermo que cuando yo era una niña, y sé que algún día ya no va a poder contarme sus maravillosas historias… eso verdaderamente me pone triste. No puedo ni imaginarme cómo será mi vida sin él, aunque sé que siempre va a estar en mi corazón y que siempre voy a poner en práctica sus consejos. Si llego a tener hijos, les contaré sus historias y lo importante que fue para mí. Por esto y más, siempre va a ser mi ejemplo a seguir.