Cadenas Globales de Valor: para no colocar los huevos en una sola canasta.

Giovanny Cardona Montoya, junio 14 de 2020.

 

A veces la coyuntura nos obnubila y hace que perdamos el Norte de largo plazo. Sin embargo, la aparatosa caida de los precios del petróleo entre marzo y mayo de 202o como consecuencia de la recesión asociada a la pandemia del Covid-19, nos recuerda que la economía colombiana no puede seguir poniendo los huevos en una sola canasta: ser exportador de hidrocarburos.

Por lo anterior, la academia, el sector empresarial y la clase política deben poner sus ojos en una tendencia de largo plazo que marca la dinámica del comercio mundial: las cadenas globales de valor.

Si bien la coyuntura puede insinuar un regreso del proteccionismo (al menos parcialmente), la realidad es que en el largo plazo, los desarrollos de C+T+i seguirán siendo la fuente mayor de generación de riqueza.

A lo largo del último medio siglo,  se ha configurado una redistribución geográfica de la producción de bienes y servicios a nivel mundial.

¿Por qué se ha dado esto?:

1. La posibilidad que tienen las empresas transnacionales de mantener el control de la producción pero con menores costos de mano de obra;

2. La necesidad socio-política de los países industrializados de trasladar procesos productivos contaminantes allende sus fronteras (industrias químicas y petroquímicas, por ejemplo);

3. Cambios políticos en algunas naciones asiáticas y latinoamericanas, con gobiernos neoliberales que crean las bases para transformar sus aparatos productivos, atrayendo la inversión extranjera para reducir su dependencia de la exportación de commodities (tigres asiáticos, China, Chile, Brasil, México);

4. El desarrollo de la C+T+i que transforma los procesos productivos, profundizando los niveles de especialización en las empresas y los territorios;

5. El auge de Acuerdos Comerciales Regionales (ACR) con los cuales se crean condiciones estables, más o menos abiertas, para el intercambio de materias primas, bienes intermedios y productos terminados.

Como resultado de esta combinación de factores, los productos se fueron haciendo cada vez más complejos y su elaboración se deslocalizó. En otras palabras, las actividades inherentes a la producción de una mercancía -diseño, manufacturación de componentes, ensamblaje, distribución y servicio postventa-, se materializan a lo largo y ancho del planeta, ya sea, en el marco de operaciones intra-firma (offshoring y oversea) o de contratación de terceros (outsourcing, maquilas).

Esta transformación da pie a lo que se denominan las Cadenas Globales de Valor (CGV). Según el Banco de la República las CGV consisten en  “…rango amplio de actividades que llevan a cabo las firmas en sus procesos de producción y que van desde diseño, producción, mercadeo, distribución y servicio al cliente. Estas actividades pueden ser llevadas a cabo por la misma empresa en una determinada ubicación geográfica o por diferentes empresas en distintas ubicaciones.”

Interdependencia en cadenas globales de valorCadena Global de Valor del Iphone: Aunque pareciera que el déficit comercial de Estados Unidos es con China (exporta 229 millones de dólares en componentes para Iphone pero, recibe 1875 millones en Iphone ensamblados), la verdad es que esos productos terminados tienen componentes de Taiwán (207 millones), Alemania (161 millones), Corea (800 millones) y otros países (413 millones).

 

Un factor determinante del desarrollo de las CGV es la generación de economías de escala. La especialización en la producción de componentes y bienes intermedios conlleva la manufactura de grandes volúmenes de mercancías complejas, con costos unitarios cada vez más reducidos. Dichas economías de escala se potencian, adicionalmente, gracias a: a) la reducción de costos de comercialización, transporte y comunicaciones; b) la emergencia de empresas especializadas en logística y c) la reducción de barreras aduaneras a través de la firma masiva de TLC.

Son variables críticas del comercio mundial de tareas y de servicios, el talento humano altamente cualificado -técnicos, tecnólogos, científicos-, el desarrollo suficiente de la informática y las telecomunicaciones y el régimen de propiedad intelectual.

Según datos de la OMC, el comercio mundial de servicios en 2017 superó los 5 billones de dólares (contra 17 billones de dólares en mercancías), pero su participación es creciente –8% en 2017-. Se destaca que en dicho año fueron los servicios relacionados con propiedad intelectual los que más crecieron (10%) en el subgrupo de “Otros Servicios”, los cuales representan más del 42% del comercio mundial de servicios.

Adicionalmente vale la pena destacar que, durante 2009, en el marco de la recesión económica global, a pesar de la contracción de la demanda global, el comercio de servicios experimentó un leve incremento.

En la actualidad, la deslocalización cada vez responde menos a argumentos de costo, para incursionar en razones más asociadas a la agregación de valor y la generación de ventajas competitivas. En otras palabras, crece el papel del conocimiento en los procesos productivos en detrimento del uso de mano de obra no cualificada.

Según la OMC, tomando como referencia la manufacturación del sector automotriz, el comercio mundial de tareas se hace cada vez más intersectorial. Ya en 2011, el 32% en total del valor añadido de las exportaciones mundiales de vehículos provenía del sector del automóvil, mientras que el 68% se originó en otros sectores. Adicionalmente, 40% de dicho valor añadido fue derivado del comercio de servicios, no de las manufacturas.

El comercio entre 12 naciones del continente asiático (53% del comercio mundial), se traduce en un intercambio de componentes y bienes intermedios. Desde 1996 el porcentaje de valor agregado de China a sus exportaciones ha fluctuado entre 48% y 57%. La mitad de los productos terminados que salen de China tienen un valor agregado nacional cercano al 50%, la otra mitad son productos ensamblados con pocos componentes domésticos.

Estados Unidos es el mayor demandante de servicios de offshoring en el mundo (51%), seguido por Japón con 17% y la Unión Europea (15 países) con 11%. De igual manera se destaca que los países con la mayor cantidad de centros de maquila y ensamblaje son India y China, seguidos de naciones latinoamericanas y de países de Europa central y del este.

Reflexión Final:

Hace 3 décadas, con la Apertura Económica, el país hizo una apuesta por la modernización del aparato productivo. Y eso no pasó. Hoy somos un país con un nivel consumo sofisticado, financiado con la exportación de productos mineros (petróleo, carbón, ferroníquel, oro). Pero nuestro aparato productivo es más primario que en la segunda mitad del siglo pasado, con un sector  manufacturero altamente dependiente de importaciones, incluso de productos de origen agropecuario.

Colombia tiene pocas reservas probadas de hidrocarburos, no puede darse el lujo de esperar décadas. ¡Qué esta pandemia se convierta en una oportunidad para empezar realmente a hacer diferente las cosas!

Prospectiva: las fábricas no manufacturarán productos, harán tareas.

Marzo 8 de 2020.

La División Internacional del Trabajo -DIT- ha moldeado el comercio internacional a lo largo de los siglos. ¿Qué producir y qué importar? La DIT ha respondido siempre esta pregunta para cada país o territorio.

El eurocentrismo característico de la época en la que se origina el capitalismo moldeó un comercio internacional bipolar en el que el Norte se industrializó y el Sur se convirtió en proveedor de materias primas. A Europa se le unieron, con el tiempo, los norteamericanos, los australianos, los canadienses y finalmente los japoneses. Esta DIT dividió al planeta en países industrializados y naciones en vía de desarrollo.

Sin embargo, el volumen del comercio internacional fue creciendo de manera desequilibrada, especialmente desde la segunda mitad del siglo XX. Son los productos manufacturados los que pasan a ocupar la mayor parte de las exportaciones del planeta:

Desde mediados del siglo XX se ha evidenciado que la agregación de valor es la principal fuente de riqueza de los exportadores ¿En qué estábamos pensando los colombianos?

Desde mediados del siglo XX se ha evidenciado que la agregación de valor es la principal fuente de riqueza de los exportadores.

 

Esta distribución geográfica de las exportaciones -commodities o manufacturas- fue, por varias décadas, un referente de la distribución mundial de la riqueza. Los países industrializados fueron los dueños del porcentaje más alto del PIB mundial mientras, los exportadores de minería y agricultura, las naciones pobres.

Como consecuencia de dicha estructura geoeconómica y de la DIT, el comercio mundial se concentró en gran medida entre los países industrializados: eran estos los países capaces de elaborar productos con alto valor agregado -vehículos, dispositivos electrónicos, etc.- y los compradores de los mismos son sus mismos ciudadanos con alto poder adquisitivo:

Imagen1Como se puede ver en este mapa de 2003, la mayor parte del comercio mundial se da entre norteamericanos, europeos occidentales y naciones del Este Asiático. Es destacable el alto volumen de comercio entre los mismos países de la Unión Europea, el mayor flujo comercial del planeta. Las naciones de América Latina y África no tienen una participación significativa en el comercio mundial, ni producen con valor agregado, ni tienen capacidad de compra para adquirirlos. En el caso de Asia, el poder adquisito de los japoneses es elevado, al igual que su capacidad de manufacturación. Sin embargo, la alta participación del Este Asiático tiene nuevas explicaciones…

La DIT no ha dejado de profundizarse, la evolución de la Ciencia, Tecnología e Innovación -C+T+I+i- hace que la especialización tome rumbos nuevos, tanto en la producción de las mercancías, como en la distribución de la riqueza.

La necesidad de innovar para agregar valor a las mercancías y a los servicios coloca en la cúspide del comercio mundial a aquellos territorios y empresas con mayor capacidad de investigar y adaptar tecnológicamente los desarrollos de la ciencia. Por lo tanto, una empresa exitosa es ante todo innovadora; del mismo modo que tiene una participación en los mercados globales (directa o indirectamente).

economias de escala globalesLa participación en los mercados globales es una estrategia necesaria para competir en la economía presente y venidera: la constante innovación reclama retornos suficientes y rápidos para financiar las áreas y procesos de I+D+i. Las economías de escala son claves en el éxito de una empresa o territorio en el comercio mundial.

Esta simbiosis entre innovación y economías de escala conlleva la profundización de la especialización. Bienes y servicios cada vez más complejos y diversos, distribuidos a lo largo y ancho del planeta no pueden ser elaborados en una factoría única, incluso, en un mismo territorio. En este nuevo nivel de desarrollo de la DIT aparecen las economías emergentes, países que avanzan en ciencia y tecnología, logros que aunados a mano de obra cualificada y barata les permiten integrarse a las Cadenas Globales de Valor. Hablamos especialmente de naciones del Este y del Sudeste Asiático, además de México, Sudáfrica, Brasil, Chile, Turquía, principalmente.

comercio mundial 2016

Casi la mitad de las exportaciones que van de la Unión Europea y de Estados Unidos hacia el Este Asiático son partes, diseños y componentes que se integran en esta región para convertirse en productos finales.

De la elaboración de partes y subproductos hemos pasado al desarrollo de microcomponentes, software y diseños. Ahora la especialización se basa en nanotecnología, biotecnología, genética, microbilogía, química, entre otros. Los proveedores no sólo aportan componentes materiales, algunos son innovadores dueños de patentes que derivan en licencias sin las cuales los productos finales no adquirian las cualidades por las cuales los clientes adquieren los productos.

qualcomm

Como resultado de esta complejidad tecnológica ha emergido una nueva tendencia prospectiva: las empresas han pasado de ser productoras de mercancías a desarrolladores de tareas en cadenas globales de valor. O sea, un producto final es el fruto del trabajo integrado de diversas factorías (sean estas de la misma firma o no -sucursales o outsourcing-). Así, por ejemplo, un Iphone es diseñado en California, Estados Unidos, siendo de propiedad de la empresa Apple, sin embargo, sus componentes y microcomponentes son elaborados en diversos países y ensamblados en China, país desde el cual se distribuyen hacia los mercados finales. De ahí que la aduana pueda señalar que éste es un producto “made in China“. ¿Pero realmente lo es? -ver gráfico-:

cadena global de valor del IphoneEl Iphone tiene compontes de fabricantes de diferentes países, incluso, de empresas que compiten con Apple en el mercado de telefonía y dispositivos móviles. 

En consecuencia, las Cadenas Globales de Valor son la integración consciente de factorías de todo el planeta -pertenecientes o no a la misma firma-, la cual se da para generar riqueza a través de una economías de escala entre territorios y fábricas altamente especializadas. Cada factoría hace una tarea, no un producto. Por lo tanto, estamos hablando de un Comercio Mundial de Tareas.

Según el BID “Los servicios globales de exportación son fruto de un modelo de negocios caracterizado por trasladar una actividad y/o proceso interno de una empresa al exterior, ya sea mediante la subcontratación de un proveedor en el extranjero (outsourcing) o el traspaso de dicha actividad y/o proceso a una subsidiaria de la propia empresa en el exterior (offshoring).”

Un solo producto es elaborado en una cadena de factorías que se distribuyen a lo largo y ancho del planeta. Una fábrica no hace un BIEN, hace una TAREA.

Un solo producto es elaborado en una cadena de factorías que se distribuyen a lo largo y ancho del planeta. Una fábrica no hace un BIEN, hace una TAREA.

En síntesis, el futuro de la División Internacional del Trabajo es el de la integración del mundo como una gran fábrica planetaria. Cada empresario deberá comenzar a mirar a los demás fabricantes a la vez como competidores y como colaboradores. Hablar de coo-petencia adquiere sentido en este nuevo modelo de la economía mundial. Los estrategas de las empresas deberán desarrollar acciones concretas para que los demás integrantes de su cadena de valor compartan propósitos e información. La competitividad de mi producto depende de la gestión que haga cada uno de los eslabones y de la integración de los mismos en la Cadena de Valor.