Commodities: nueva perspectiva para países no industrializados

Introducción:

El comercio mundial de mercancías se puede dividir en dos tipos de productos exportables: commodities y manufacturas. Los primeros son materias primas, o sea productos sin procesar  –minerales, vegetales, carnes, etc.-, los segundos son el resultado de su transformación: confecciones, calzado, electrodomésticos, etc.

La realidad histórica y las teorías sobre ventajas competitivas han demostrado que los países que salen del subdesarrollo y logran mejores estándares de vida son aquellos que agregan valor a sus mercancías y no los que ofrecen commodities. Sin embargo, en la actualidad, el tema ha adquirido connotaciones particulares que llevan a nuevas y significativas reflexiones.

1.       Producción de combustibles fósiles.

Los países productores de petróleo, gas y sustitutos fósiles han visto como, en la primera década del presente siglo, sus ingresos por conceptos de exportaciones se han incrementado de manera significativa.

Producción, Consumo y Balance del Petróleo Año 2001
En miles de barriles diarios
EEUU
Medio Oriente
Europa
Producción
7.717
22.233
6.808
Consumo
19.633
4.306
16.093
Superávit-Déficit
-11.916
17.927
-9.285
Este gráfico muestra que Europa y Norteamérica, a comienzos del siglo, cuando el precio del combustible aún oscilaba por debajo de los 40 dólares el barril, ya evidenciaban ser altamente dependientes de la importación del combustible fósil. Datos tomados de http://rcci.net/globalizacion/2003/fg323.htm

Ya es conocida la historia de esta primera década del siglo XXI: el mercado infló una burbuja que colocó barriles de petróleo por encima de la barrera de los 145 dólares. Aunque aquella estalló, el crudo nunca retomó los precios de la década pasada. Para mediados de enero de 2011, el Brent del Mar del Norte -petróleo de referencia para Europa, rondó los 100 dólares por barril.  En el mismo sentido, el West Texas -referencia para este hemisferio- superó los 90 dólares a comienzos del presente año -según datos de http://www.paisminero.com.-

La respuesta natural a esta dinámica ha sido diversa: aumento de la producción doméstica en Norteamérica y Europa, incremento de exploraciones y explotaciones en otras regiones del mundo y acelerado dinamismo de la producción de biocombustibles. Sin embargo, la OPEP sigue siendo propietaria de la mayor parte de las reservas mundiales de petróleo:

En esta dinámica, países como Rusia, Irán o Venezuela se han convertido en fundamentales actores de la geoeconomía global. la sigla BRIC, recurrentemente citada en nuestro blog, vincula a  4 mercados emergentes que tienen un gran dinamismo y que son mirados con interés como referentes del crecimiento de la economía mundial. Sin embargo, mientras China e India son grandes consumidores del combustible debido a su extraordinario crecimiento industrial, Rusia se hace visible es precisamente por el beneficio de los altos precios del petróleo y el gas, ya que este país euro-asiático es uno de los poseedores de mayores reservas mundiales.

Esta situación pone sobre el tapete una realidad que desdice parcial y temporalmente de la desvalorización que la teoría de las ventajas competitivas ha hecho de las economías especializadas en la producción de commodities. Es un hecho que el mercado de combustibles tiene un inusitado crecimiento y que las economías exportadoras gozan de una bonanza de mediano plazo que les permite financiar sus programas de desarrollo.

Sin embargo, es claro que la industria de extracción no genera los suficientes empleos y que su futuro se reduce a algunas décadas, aunque nadie se atreva a precisar una fecha para el agotamiento de las reservas del planeta. O sea, las posibilidades de desarrollo sostenible están sujetas al aprovechamiento que se haga de esta bonanza en materia de programas y proyectos de diversificación económica y desarrollo de  nuevas capacidades instaladas (recurso humano e infraestructura, principalmente).

2. Producción de bio-combustibles.

Los commodities se han revalorizado por la ecuación producción de alimentos – producción de biocombustibles. Si hasta hace algunas décadas a los países especializados en el agro se les podía asociar claramente con subdesarrollo, la realidad de la economía mundial parece mostrar otro panorama: el agotamiento de combustibles fósiles y la relativa escasez de tierras cultivables han creado una nueva economía rural. Hoy los precios de los commodities agrícolas tienen unos vigorosos precios y las tierras aptas para producir biocombustibles se aprecian de manera importante.

El tema no es ajeno a controversias. Según la UNESCO -Portal del agua-, en la actualidad, para producir un litro de biocombustible se requieren 2500 litros de agua. Esto no sería problema si no fuera porque la producción de biocombustibles apenas cubre un pequeño porcentaje del consumo mundial de combustibles. En cambio, la implementación de los planes existentes para la expansión de su producción y consumo, requieren de varias decenas de millones de hectáreas cultivables.

Comentario Final:

Es un hecho que los países reconocen en la producción de biocombustibles una seria alternativa al agotamiento de petróleo y gas. Esta realidad no sólo incide sobre el mercado mundial de combustibles, sino que está afectando de manera importante al de productos del campo. En la medida que la frontera agrícola se desplaza hacia combustibles, en lugar de alimentos, los precios mundiales de los commodities agrícolas mantendrán una tendencia al alza.

Sobre este tema no está dicha la última palabra, pero los países ricos en minerales y con potencial agrícola tienen una oportunidad de oro para impulsar su desarrollo y elevar los niveles de bienestar de la población.

Economía global 2011: en cuidados intensivos

Introducción:

Una mala época es una buena oportunidad para explicar que significa el término Globalización. Las economías mundiales están más conectadas desde la última década del siglo pasado que lo que lo estuvieron durante el resto del siglo XX. Eso hace que el ciclo económico posea unas correas de transmisión mucho más engrasadas y por ende, los contagios sean más rápidos y evidentes. En consecuencia, a pesar de que los precios  mundiales de commodities han impulsado el crecimiento de países subdesarrollados y los mercados emergentes más representativos salieron rápidamente de la crisis,  el riesgo de una segunda recesión sigue latente como consecuencia de los problemas de Europa, Norteamérica y Japón.

Pronóstico de crecimiento en el mundo

Según el DAES, Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de la ONU, las perspectivas  de crecimiento de los países industrializados para 2011 no son alentadoras:

Estados Unidos 2,2%  (0,4% menos que en 2010).

Unión Europea 1,3%  y 1,9% en 2012.

Pero, de otro lado, los mercados emergentes, según el FMI, presentan un horizonte de corto plazo más optimista. Sus proyecciones de crecimiento para 2011, son:

China: 9.6%

India 8%

Brasil 4.1% (desacelerado con respecto a 7.5% de 2010)

Rusia 4.3% (idéntico al 2010, a pesar de los excelentes precios de los combustibles, principal fuente de exportaciones de Rusia).

Todo lo anterior se sintetiza en una proyección de crecimiento global de 4.3% . Veamos gráficamente el pronóstico del FMI para el mundo en general y para los países industrializados en particular:

Sin embargo, estos pronósticos –que no son muy optimistas- pueden empeorar por variables de alta sensibilidad en el corto plazo. En concepto del DAES, los altos niveles de desempleo –agudizados con la recesión de 2008- la fragilidad financiera, la deuda soberana y la no resuelta guerra de monedas, son los mayores obstáculos de la recuperación económica.

Igualmente, para el FMI, cualquier turbulencia en los mercados de la deuda pública podría desencadenar una bola de nieve que absorbería al sector financiero, afectando la recuperación global. Además, la crisis presupuestaria de varios países de la Zona Euro desaceleró la recuperación del segundo semestre de 2010. En consecuencia, la austeridad presupuestal será recurrente en estas naciones durante 2011, lo que afectará al  crecimiento económico.

Las preguntas del 2011

¿Podrán las naciones industrializadas y China concertar compromisos en materia cambiaria; en otras palabras, frenar la guerra de monedas? La respuesta a esta pregunta no es simple, ya que un acuerdo en esta temática tiene que ver con una redistribución global de los empleos en el corto plazo. Es difícil que Europa o Estados Unidos renuncien a sus prioridades en esta materia. El desempleo estructural en Europa es alto -una bomba de tiempo para su sistema de seguridad social- mientras que Obama sabe que se juega su reelección sino muestra resultados concretos en materia de recuperación de empleos.

¿Se frenará el dominó de crisis fiscales en las naciones de la Zona Euro? La proactividad de las naciones en riesgo de contagio es fundamental. Será necesario que se realicen ajustes fiscales en el nivel nacional y que se lleven a cabo reformas institucionales en el nivel comunitario –la Zona Euro no puede seguir manejando las crisis como nacionales, éstas tienen dimensión comunitaria-.

¿Podrán ver la luz al final de túnel las negociaciones de la Ronda de Doha de la OMC? El escenario oscuro de la economía mundial en el 2011 es un ambiente altamente negativo para negociaciones comerciales. Es difícil pensar que se pueda llegar a acuerdos comerciales entre Japón, Unión Europea, Estados Unidos y los mercados emergentes, en este contexto. Esto también me sirve de argumento para pensar que el optimismo que se vislumbra en Colombia con respecto al TLC con E-U, para este 2011, también debe ser moderado. Si bien el regreso de las mayorías republicanas al Congreso  puede verse como un punto a favor, el ambiente económico no lo es.

Comentario Final:

La economía mundial enfrenta una de sus mayores encrucijadas. Después de haber derrotado al comunismo, el capitalismo requiere de una mayor concertación entre sus principales actores. Pasar del G-7 al G-20 no es un cambio cosmético. Las naciones industrializadas y los mercados emergentes deben ponerse de acuerdo y repartirse los costos de la recuperación económica. La recuperación del empleo en Europa y Estados Unidos está asociada a la dinámica económica en China y al creciente consumo de sus habitantes. Ningún país o bloque saldrá de la crisis sin el concurso de sus socios y competidores del mercado mundial.

La guerra de monedas ha sido la manifestación más evidente de la “des-concertación” entre los diferentes mercados de la economía mundial. Pero, la tasa de cambio  no es una variable independiente. La fuerte revaluación que sufren las monedas de América Latina, de Japón y de Europa se traduce en efectos de déficit fiscal y desempleo, principalmente. En consecuencia, lo que está en debate no es la estabilidad cambiaria sino la competitividad de las economías y el bienestar de las poblaciones.

Por último, los esfuerzos fiscales que se han hecho en muchos países para salir de la crisis de 2008 no son gratuitos. El déficit fiscal crece como espuma y los gobiernos tendrán que empezar a ajustar sus cinturones y deberán salir a buscar nuevos recursos para cubrir su deuda pública. El ajuste de gasto afectará directamente al empleo y la búsqueda de liquidez para cubrir sus pasivos elevará las tasas de interés, afectando la inversión privada y contrayendo nuevamente al empleo.

Crecimiento económico 2011: pronóstico reservado

Introducción: siguiendo la tradición, los analistas nacionales aprovechan la época navideña para pronosticar el desempeño de la economía en los próximos 12 meses. Sin embargo, no es viable mirar los indicadores de una economía abierta como la nuestra sin relacionarla con el comportamiento de la global e, igualmente, no tiene sentido práctico si no se le analiza en un contexto de largo plazo.

Pronósticos: Como antesala debemos decir que las cifras del año que estamos cerrando son menos alagüeñas de lo esperado por gremios y gobierno. El crecimiento económico del tercer trimestre sólo alcanzó, según el DANE, 3,6%, guarismo inferior al proyectado hace un año. De hecho, todo indica que el 2010 cerrará por debajo del 4%. Esto nos coloca dos puntos por debajo del promedio latinoamericano.

Conocedores de esa información, gremios y autoridades económicas presupuestan para 2011 un crecimiento que oscila entre 4,3% (Asobancaria) y 5% (Fedesarrollo y Andi). Banrepública y ANIF estiman que el crecimiento será cercano al 4.5%.

Factores endógenos: En estos pronósticos pesa mucho el comportamiento de la inversión y el incremento del consumo doméstico. En otras palabras, el crecimiento de la economía colombiana depende en gran medida de la recuperación del consumo de las familias, de las inversiones de nuestras empresas y de los capitales internacionales. Con respecto a los últimos, debe destacarse que continúa la concentración de estas inversiones en la industria de extracción (petróleo y gas, principalmente) y en el sector servicios: banca, comercio y telecomunicaciones, principalmente.

Lamentablemente, (ver en nuestro blog: Globalización Financiera: retos para países en desarrollo -gráfico 2-)  mucha de la inversión extranjera que llega al sector servicios se relaciona con fusiones y adquisiciones y en  menor medida con la generación de nuevas empresas. No se visualiza un redireccionamiento de estos capitales hacia la industria manufacturera o agropecuaria, donde tenemos unas ventajas comparativas importantes y un enorme potencial para la generación de empleo.

Sin embargo, debemos destacar el pronóstico optimista de la ANDI que da un peso significativo a cambios estructurales que se habrían dado en las empresas colombianas y que inciden en su competitividad de largo plazo: innovación, desarrollo de nuevos productos e inversiones en calidad.

Tema aparte representa el comportamiento del clima. Los problemas que ha vivido Colombia con el invierno afectan a la agricultura y a las vías de infraestructura, principalmente. De un lado, ello se puede traducir en malas cosechas, escasez de materias primas y alimentos, y sobrecostos de transporte por pérdidas de tiempo y dificultades de acceso. Pero, de otro lado, la concentración del presupuesto del gobierno hacia la construcción de viviendas, vías y apoyo a los damnificados, se convierte en un motor de recuperación económica que jalonará a diversos sectores de la economía colombiana.

Factores exógenos: Este moderado optimismo de los gremios y del Banco de la República se matiza con variables del orden internacional. El crecimiento depende también de las buenas relaciones con los vecinos (Ecuador y especialmente Venezuela, son dos grandes compradores de bienes manufacturados y alimentos de origen colombiano). Igualmente, el escenario gris de la economía de las naciones industrializadas pende como espada de Damocles sobre el ciclo económico global. Estas economías aún no se recuperan plenamente de la crisis financiera mundial: guerra de monedas y alto desempleo se convierten en potenciales factores de proteccionismo, baja en las importaciones y caída en los flujos de capitales hacia economías en vía de desarrollo.

Un determinante de estos factores externos será el comportamiento de la tasa de cambio. Para la banca nacional y extranjera, el dólar terminará el 2011 con una cotización  que oscila entre $1720 y $1854. Este consenso de la banca es un indicio negativo para el crecimiento de la economía colombiana. Si este dato se acompaña de un estancamiento en los países del Norte –hecho altamente probable- podría darse una baja en los precios de los commodities, lo que afectaría seriamente nuestros ingresos de exportaciones.

De igual manera, una recesión en el Norte y un dólar barato, acompañados de un sostenido consumo doméstico -según pronóstico del gobierno y los gremios-, elevarán el déficit en cuenta corriente a causa del aumento de las importaciones y la caída en los ingresos de remesas por el desempleo de los colombianos que viven en España y Estados Unidos.

Comentario final: En nuestro blog consideramos que el próximo año no será  muy bueno y que el crecimiento económico estará cercano al pronóstico menos optimista que presentan los gremios. Las razones de nuestro moderado pesimismo son:

1. Los países industrializados no salen de su crisis –de hecho, es altamente probable una nueva recesión-, lo que afectará nuestras exportaciones y los flujos de inversión. En el mediano plazo, las sombras son mayores ya que, de seguir la guerra de monedas, estaremos enfrentando un mercado con un dólar devaluado, además de un posible renacimiento del proteccionismo. El TLC con Estados Unidos seguiría empantanado y la Ronda de Doha de la OMC podría estar cerca de un fracaso definitivo.

2. La alta politización de las relaciones con Venezuela no permite ver confianza en los empresarios para incrementar inversiones de cara a exportaciones sostenibles hacia el vecino país. Venezuela era, antes de la crisis de relaciones diplomáticas, nuestro principal comprador de manufacturas.

3. La recuperación de la economía colombiana no se acompaña de un mejoramiento significativo del empleo. El desempleo sigue siendo alto y, aunque cae, el subempleo y el empleo de baja calidad que se han generado no aseguran un sostenido crecimiento del consumo doméstico.

4. Será un factor positivo el incremento gradual en el volumen de extracción y exportaciones de petróleo, lo que asegurará ingresos sostenidos de divisas en los próximos años.

5. Y, lo más destacable es el pronóstico de la ANDI sobre los cambios en innovaciones y calidad, lo que se comprobará más claramente en el mediano y largo plazo y no tanto en el 2011.

¿Cuál es el Salario Mínimo Ideal?

Al finalizar el año, surgen expectativas por las negociaciones del Salario Mínimo entre empresarios, gobierno y sindicatos. Generalmente, la solicitud salarial de los sindicatos supera la oferta de empresarios y la propuesta gubernamental -éste último, atado a las metas en materia de inflación, crecimiento, generación de empleo y déficit fiscal, principalmente-. También hay que decir que, en la mayoría de los casos, no hay una concertación, y el gobierno debe establecer el Salario Mínimo por decreto.

Veamos algunos datos y criterios que se deben tener en cuenta para entender la complejidad de lo que se está negociando.

Salario Mínimo 2010, en América Latina (en dólares US)

País Salario Mínimo Fecha tasa de cambio
Argentina 435 Diciembre de 2010
Chile 317 Abril de 2010
Brasil 291 Abril de 2010
Venezuela 286 Abril de 2010
Colombia 271 Diciembre de 2010
Uruguay 245 Abril de 2010
Ecuador 240 Abril de 2010
Perú 196 Abril de 2010
México 133 Abril de 2010

Comentarios 1. El hecho de que un Salario Mínimo sea relativamente alto (caso Argentina) se puede ver de dos maneras. De un lado, evidencia que los trabajadores de menor remuneración de ese país, tienen un salario más alto que en el resto de Latinoamérica. Incluso, en términos de poder de compra de bienes importados, su nivel también es el más alto.

Sin embargo, el poder adquisitivo de los trabajadores de un país también debe observarse teniendo en cuenta la inflación y el porcentaje de trabajadores que ganan un Salario Mínimo. Así, por ejemplo, en Argentina, sólo 300.000 trabajadores obtienen esta remuneración, mientras que la mayoría tienen salarios pactados en convenciones sindicales. Igualmente, el Salario Mínimo Vital y Móvil de este país pierde mucho poder adquisitivo por la alta inflación. Es por ello que el último incremento se hizo en el mes de agosto.

Comentario 2. Un salario alto, medido en dólares, también refleja mayores costos laborales de producción en comparación con los demás países.  Así, los costos laborales de producción de Argentina serían más altos que los de los demás países de la región. México tendría los menores costos laborales.

Sin embargo, también sería necesario conocer qué porcentaje de mexicanos ganan Salario Mínimo –muchos mexicanos que laboran en las maquilas que ensamblan productos para Estados Unidos, tienen una baja remuneración- y, además, habría que analizar los demás costos asociados al salario: parafiscales o el factor prestacional. Así, por ejemplo, las prestaciones sociales elevan el Salario Mínimo en Colombia en un 50%.

¿Por qué  es tan complejo acordar un Salario Mínimo?

1. Porque a los empresarios les preocupa que un Salario Mínimo muy alto les eleve significativamente sus costos laborales. No sólo por la contratación de trabajadores con esta remuneración, sino porque el porcentaje de incremento sirve de referente para la negociación de los aumentos de los demás trabajadores –aquellos que ganan más del mínimo-

2. Porque al gobierno le preocupa que un significativo incremento de Salario Mínimo afecte la contratación de nuevos trabajadores –especialmente jóvenes-, ya que las empresas se verían desmotivadas a hacerlo por los altos costos que ello implica.

3. Porque a los trabajadores les preocupa que el incremento no compense la pérdida de poder adquisitivo que genera la inflación. Normalmente los sindicatos esperan que el Salario Mínimo compense la pérdida de poder adquisitivo que se tuvo con altas inflaciones anteriores.

4. Porque a los especialistas les preocupa que el incremento salarial no sea proporcional a la tasa de inflación más el aumento de productividad, haciéndose los productos nacionales menos competitivos en los mercados internacionales. Normalmente, el gobierno asocia el aumento del Salario Mínimo con las metas de inflación; o sea, pretende contener el gasto interno para evitar que se disparen los precios.

Sin embargo, en este punto, generalmente hay confrontación en el sentido de tomar como referente la inflación pasada o la presupuestada. La primera sería una compensación justa para el trabajador, la segunda sería ideal para lograr controlar los precios a futuro.

5. Por último, y de manera general, hay que decir que es difícil acordar un Salario Mínimo porque la Mesa de Concertación tiene un actor que busca principalmente una estabilidad macroeconómica –el gobierno-, otro que busca mantener bajos costos de producción –el empresario- y un tercero que lo que busca es elevar el poder adquisitivo de los ingresos de los trabajadores –el sindicato-. Y, la verdad sea dicha, con una planeación de corto plazo es casi imposible que estos tres objetivos se puedan conjugar en un acuerdo.

Reflexión final: las negociaciones del Salario Mínimo no son un fenómeno marginal. La  Mesa de Concertación refleja la capacidad de una democracia de construir consensos. El ideal es que las tres partes realmente lleguen a acuerdos. Por lo tanto, este tema del Salario Mínimo no se puede reducir a unos cálculos matemáticos.

La inserción de jóvenes a la vida laboral, la estabilidad del proceso productivo en particular y de la macroeconomía en general, y la capacidad de un país de seguir la senda del desarrollo equitativo, se hallan cruzadas por el proceso y los resultados de las negociaciones del Salario Mínimo.

Globalización Financiera: retos para países subdesarrollados

Mientras el Norte desarrollado trata de salir de la crisis en la que se halla inmerso – la cual nos puede ser contagiada- vamos a dedicarle unas líneas a una perspectiva más de largo plazo de lo que sucede en los países en vía de desarrollo en esta dinámica de los mercados internacionales de capitales.

Una condición necesaria para que una economía crezca es la existencia de recursos financieros que permitan la creación de nueva industria -fábricas, pozos petroleros, etc.- y la construcción de obras de infraestructura.  La primera fuente de recursos para ello debería ser el ahorro doméstico: el ahorro de las familias y el recaudo de impuestos.

Sin embargo, una característica de muchas economías subdesarrolladas es precisamente la falta de ahorro interno. Ya a comienzos de este siglo se notaba una gran debilidad en este frente. Según estudios de banqueros hispanoamericanos, para 2003 la banca sólo capturaba el 23% del PIB, exceptuando Chile que llegaba al 40%. Este dato se complementa con una cifra concreta: mientras el ahorro en América Latina equivalía al 20% del PIB, en el este asiático este indicador llegaba al 35%.

Es por ello que nuestras economías requieren  de capitales extranjeros para estimular la inversión y el crecimiento, ya sea en forma de Inversión Extranjera Directa (IED) o de Portafolio, Créditos Internacionales o Ayuda Oficial para el Desarrollo –AOD- (recursos de cooperación internacional) (ver gráfico de Capitales Internacionales para el Desarrollo).

Estos recursos tienen diferentes orígenes, características y destinos. La AOD son recursos subsidiados (donaciones, préstamos a tasas preferenciales, etc.) que tienen un menor costo para los países receptores. Igualmente, la IED tiende a ser fuente de recursos de largo plazo que se destinan a la creación de infraestructura e industria.

De otro lado, los créditos de la banca privada son más onerosos que los de bancos públicos o de instituciones multilaterales como el BID, el BM o la CAF, etc., los cuales tienen entre sus objetivos promover el desarrollo. Generalmente las instituciones privadas cobran tasas de interés más altas, prestan a plazos más cortos y ofrecen menores períodos de gracia (tiempo muerto para amortizaciones).

Los capitales de portafolio son recursos de corto plazo, necesarios para asegurar la liquidez de los mercados financieros pero sumamente volátiles. A cualquier señal de crisis económica o política, los inversores de estos capitales salen a la venta de sus activos financieros y buscan otros refugios.

Según este gráfico, con el  transcurso de los años, la AOD ha ido perdiendo peso dentro de las fuentes de financiación para el desarrollo. Si bien, los países industrializados se han comprometido a dedicar el 0,7% de su PIB para la AOD, la realidad es que la mayoría de ellos no cumple este compromiso y, como se ve en el gráfico, la participación de este rubro ha caído significativamente. En cambio se destaca la creciente participación de las Inversiones de Portafolio y de la IED. Si bien los capitales de portafolio preocupan por su volatilidad, la IED genera grandes expectativas por su tradicional carácter de inversión productiva.

IED y sus efectos sobre el desarrollo: la economía mundial ha transferido al sector privado la mayor responsabilidad como ente generador de recursos para el desarrollo. La AOD ha sido reemplazada gradualmente por los recursos del mercado privado de capitales. En este marco, la IED genera grandes expectativas. Veamos la realidad:

Este gráfico del profesor chileno Ricardo Ffrench Davis  (presentado en el curso de Integración Regional en la Universidad de Barcelona, 2005) muestra  unos datos  críticos bastante contundentes: mientras en el período 1983 – 2002, la IED en el mundo creció casi 12 veces -ver (b)-, el PIB mundial sólo lo hizo en 70% -no alcanzó si quiera a duplicarse.- Entonces, surge la pregunta de por qué una expansión tan importante de los flujos financieros de largo plazo alrededor del mundo no se traduce en mayores tasas de crecimiento económico.

La falta de eficiencia de la IED como generadora de crecimiento se explica en la última columna de la derecha (c) donde se evidencia que aproximadamente 2/3 partes de estos recursos se fueron a fusiones y adquisiciones (F&A), o sea a la compra de industrias ya existentes y no a  la generación de nuevas empresas. Para graficar este dato digamos que Sab Miller, la cervecera surafricana compró Bavaria con una inversión de seis mil millones de dólares. Esta es una IED que no generó una nueva industria,  sino que simplemente continuó con una tendencia la economía mundial: fusión de bancos, integración de aerolíneas, monopolización de servicios de telefonía, etc.

Colombia es un país que en las últimas dos décadas se ha convertido en un mercado atractivo para los capitales extranjeros, particularmente IED. La tarea central del gobierno es asegurarse que lleguen recursos financieros de largo plazo no sólo para la extracción minera (que es muy importante) o para la compra de supermercados ya existentes en el país, sino que incursionen en sectores de nueva industria, particularmente aquellos relacionados con la tecnología de punta y, muy especialmente, en el campo y la agroindustria.

Cada país tiene sus particularidades. Colombia tendría una gran oportunidad si lograra hacer competitivo al sector agroindustrial. Atraer recursos de IED y de AOD es una prioridad para resolver el enorme problema de la pobreza en el campo, a la vez que se incursiona en los mercados internacionales con productos competitivos de un sector que tiene un gran potencial para nuestro desarrollo.