Globalización Financiera: retos para países subdesarrollados

Mientras el Norte desarrollado trata de salir de la crisis en la que se halla inmerso – la cual nos puede ser contagiada- vamos a dedicarle unas líneas a una perspectiva más de largo plazo de lo que sucede en los países en vía de desarrollo en esta dinámica de los mercados internacionales de capitales.

Una condición necesaria para que una economía crezca es la existencia de recursos financieros que permitan la creación de nueva industria -fábricas, pozos petroleros, etc.- y la construcción de obras de infraestructura.  La primera fuente de recursos para ello debería ser el ahorro doméstico: el ahorro de las familias y el recaudo de impuestos.

Sin embargo, una característica de muchas economías subdesarrolladas es precisamente la falta de ahorro interno. Ya a comienzos de este siglo se notaba una gran debilidad en este frente. Según estudios de banqueros hispanoamericanos, para 2003 la banca sólo capturaba el 23% del PIB, exceptuando Chile que llegaba al 40%. Este dato se complementa con una cifra concreta: mientras el ahorro en América Latina equivalía al 20% del PIB, en el este asiático este indicador llegaba al 35%.

Es por ello que nuestras economías requieren  de capitales extranjeros para estimular la inversión y el crecimiento, ya sea en forma de Inversión Extranjera Directa (IED) o de Portafolio, Créditos Internacionales o Ayuda Oficial para el Desarrollo –AOD- (recursos de cooperación internacional) (ver gráfico de Capitales Internacionales para el Desarrollo).

Estos recursos tienen diferentes orígenes, características y destinos. La AOD son recursos subsidiados (donaciones, préstamos a tasas preferenciales, etc.) que tienen un menor costo para los países receptores. Igualmente, la IED tiende a ser fuente de recursos de largo plazo que se destinan a la creación de infraestructura e industria.

De otro lado, los créditos de la banca privada son más onerosos que los de bancos públicos o de instituciones multilaterales como el BID, el BM o la CAF, etc., los cuales tienen entre sus objetivos promover el desarrollo. Generalmente las instituciones privadas cobran tasas de interés más altas, prestan a plazos más cortos y ofrecen menores períodos de gracia (tiempo muerto para amortizaciones).

Los capitales de portafolio son recursos de corto plazo, necesarios para asegurar la liquidez de los mercados financieros pero sumamente volátiles. A cualquier señal de crisis económica o política, los inversores de estos capitales salen a la venta de sus activos financieros y buscan otros refugios.

Según este gráfico, con el  transcurso de los años, la AOD ha ido perdiendo peso dentro de las fuentes de financiación para el desarrollo. Si bien, los países industrializados se han comprometido a dedicar el 0,7% de su PIB para la AOD, la realidad es que la mayoría de ellos no cumple este compromiso y, como se ve en el gráfico, la participación de este rubro ha caído significativamente. En cambio se destaca la creciente participación de las Inversiones de Portafolio y de la IED. Si bien los capitales de portafolio preocupan por su volatilidad, la IED genera grandes expectativas por su tradicional carácter de inversión productiva.

IED y sus efectos sobre el desarrollo: la economía mundial ha transferido al sector privado la mayor responsabilidad como ente generador de recursos para el desarrollo. La AOD ha sido reemplazada gradualmente por los recursos del mercado privado de capitales. En este marco, la IED genera grandes expectativas. Veamos la realidad:

Este gráfico del profesor chileno Ricardo Ffrench Davis  (presentado en el curso de Integración Regional en la Universidad de Barcelona, 2005) muestra  unos datos  críticos bastante contundentes: mientras en el período 1983 – 2002, la IED en el mundo creció casi 12 veces -ver (b)-, el PIB mundial sólo lo hizo en 70% -no alcanzó si quiera a duplicarse.- Entonces, surge la pregunta de por qué una expansión tan importante de los flujos financieros de largo plazo alrededor del mundo no se traduce en mayores tasas de crecimiento económico.

La falta de eficiencia de la IED como generadora de crecimiento se explica en la última columna de la derecha (c) donde se evidencia que aproximadamente 2/3 partes de estos recursos se fueron a fusiones y adquisiciones (F&A), o sea a la compra de industrias ya existentes y no a  la generación de nuevas empresas. Para graficar este dato digamos que Sab Miller, la cervecera surafricana compró Bavaria con una inversión de seis mil millones de dólares. Esta es una IED que no generó una nueva industria,  sino que simplemente continuó con una tendencia la economía mundial: fusión de bancos, integración de aerolíneas, monopolización de servicios de telefonía, etc.

Colombia es un país que en las últimas dos décadas se ha convertido en un mercado atractivo para los capitales extranjeros, particularmente IED. La tarea central del gobierno es asegurarse que lleguen recursos financieros de largo plazo no sólo para la extracción minera (que es muy importante) o para la compra de supermercados ya existentes en el país, sino que incursionen en sectores de nueva industria, particularmente aquellos relacionados con la tecnología de punta y, muy especialmente, en el campo y la agroindustria.

Cada país tiene sus particularidades. Colombia tendría una gran oportunidad si lograra hacer competitivo al sector agroindustrial. Atraer recursos de IED y de AOD es una prioridad para resolver el enorme problema de la pobreza en el campo, a la vez que se incursiona en los mercados internacionales con productos competitivos de un sector que tiene un gran potencial para nuestro desarrollo.

Inflación: hablaremos de ti, ahora que nadie te recuerda

Hace 20 años, cuando regresé a Colombia después de vivir 7 años en Europa, la inflación era el tema de moda de los economistas…era el fantasma que espantaba nuestro sueño. Y había razones para ello: muchos países latinoamericanos habían acumulado “hiperinflaciones”  y en Colombia, modelo rescatable de la región, este indicador reflejaba, para 1990, 33% (ver el gráfico 1C de Juan Carlos Arango Q.). Hoy que nuestra inflación es del 4% o menos, aquello suena como una monstruosidad. Pero el monstruo duerme, no ha muerto, y hay que vigilar su sueño.

Este gráfico, diseñado por el profesor Juan Carlos Arango Q., muestra como la inflación colombiana ha caído de más de 30% al 5%. Pero también muestra el vínculo entre inflación y salarios (en este caso el salario mínimo). Si la inflación baja, los empresarios pueden tener menores costos laborales.

¿Qué es la inflación?

La inflación es el incremento generalizado del nivel de precios. Para medir la inflación, las autoridades económicas “construyen” una canasta con los bienes y servicios que más consumimos en nuestra cotidianidad. A cada bien o servicio le dan un peso relativo (ponderado) de acuerdo a su importancia con respecto a los ingresos de la población. Así, por ejemplo, tiene más peso en la canasta el arriendo de la vivienda que los paquetes de cigarrillos que nos fumamos. Entonces, le hacen seguimiento al comportamiento de los precios de esta canasta, lo que les permite medir el comportamiento de la inflación.

¿Qué produce inflación?

La inflación se puede mirar desde dos panorámicas relacionadas: la inflación a través de la oferta o la inflación por incremento en la demanda.

Llamaremos inflación de oferta a aquella que se produce como consecuencia del aumento directo en los costos de producción. O sea, cuando los precios suben debido a que los productores tienen mayores costos de materias primas (combustible costoso, metales caros, etc.), pagan salarios más altos, se les incrementan los impuestos (impuesto a la renta, predial, etc.) o se les encarece el crédito para capital de trabajo (altas tasas de interés).

La inflación se produce cuando se incrementa la demanda porque las familias aumentan su consumo (mejores salarios, más uso de las tarjetas de crédito, etc.), las empresas incrementan sus inversiones (aumentan la compra de materias primas, maquinarias, insumos y servicios), el gobierno incrementa el Gasto Público (salarios de funcionarios públicos, subsidios a la población, gasto militar, obras públicas, etc.) o el país aumenta su superávit comercial (son más las divisas que entran por exportaciones que las que salen por importaciones).

¿Es mala la inflación?

No, per se, la inflación no es mala. Que los precios suban puede ser un indicio de que hay necesidades insatisfechas, compradores deseosos de adquirir bienes y servicios, y eso podría estimular a los empresarios a producir más, lo que genera empleo y crecimiento del PIB. Hasta acá, la inflación es positiva.

La inflación es mala cuando crece de manera crónica, galopante y se halla por encima de las metas de las autoridades económicas. O sea, una inflación creciente hace más inciertas las utilidades de las empresas, empuja la tasa de interés hacia arriba y afecta la competitividad de los productos nacionales frente a los extranjeros.

Una inflación elevada se come rápidamente los ingresos de los trabajadores y los que más lo van a sentir son aquellos que ganan menos, ya que dedican casi todo su ingreso al consumo. Así, una inflación del 20%, hace que un trabajador compre 20% menos bienes y servicios en diciembre que en enero cuando le habían subido el sueldo. Y en Colombia, un alto porcentaje de la población gana dos salarios mínimos o menos (ver gráfico 21 de Juan Carlos Arango Quintero). A ellos, más que a nadie, los beneficia una baja inflación.

juan carlos arango quintero

Según este gráfico del profesor Quintero, 65% de los colombianos para el año 2000, ganaban dos salarios mínimos o menos.

¿Debemos preocuparnos en el presente?

El fantasma de la inflación está ahí. Con una economía mundial debilitada aún por las secuelas de una recesión que aún no nos abandona, donde la preocupación global es recuperar el crecimiento y estimular el empleo, el control a la inflación pasa a un segundo plano. Pero, hay señales que se deben monitorear permanentemente:

- Los precios mundiales de combustibles y productos agrícolas encarecen los costos de producción y el consumo,

Importancia de alimentos y combustibles en la inflación de la décadaEste gráfico del Observatorio Económico de la Universidad Sergio Arboleda (con datos de bloomberg) muestra que los alimentos han subido hasta en 13% (2008) y los combustibles 30% (2006).

- El creciente gasto público norteamericano y el déficit fiscal de dicho país pueden exportar inflación por exceso de gasto y, en el mediano plazo, elevar las tasas de interés cuando Estados Unidos deba salir a buscar nuevas fuentes de financiación de su déficit,

- La reacción de los demás países desarrollados para enfrentar la tendencia de devaluación del dólar. Incluso el riesgo de una guerra comercial (proteccionismo) que traería nuevos vientos inflacionarios (escasez de productos por tener el mercado cerrado),

- La tendencia deficitaria de los gobiernos colombianos, que provoca endeudamiento público; algo semejante a lo que se presenta en Estados Unidos, pero en menor magnitud.

Los empresarios no se deben alarmar pero tampoco descuidar. Cuando el Banco de la República tome medidas antiinflacionarias será antes de que la inflación esté a la vista; la banca central opera con radar y ve a lo lejos.

FMI: nuevos dueños

La actual crisis cambiaria mundial está involucrando a todo el mundo. Ya los grandes temas de la agenda global no se definen en el G-7 sino en el G-20, o sea, las tres grandes potencias de la economía de la segunda mitad del siglo XX (Estados Unidos, Japón y la Unión Europea) y los mercados emergentes, con los BRIC a la cabeza.

De hecho, el FMI ha redistribuido sus acciones y sus votos, dando a los mercados emergentes 6% más de participación. Esto significa que los países industrializados, otrora propietarios de 63% del capital del FMI, ahora sólo poseen el 57%. Este cambio de estructura de capital es una señal de cuál es la nueva realidad que se está viviendo en la economía mundial.

Ingreso per-capita: ¿E-U, potencia pa´rato?

Nota: es muy frecuente encontrar esta definición, Ingreso Per-cápita pero, también es frecuente que no se le de su verdadera dimensión. Por eso aclararemos el indicador para luego mostrar las cifras que nos interesan.

Ingreso per-cápita: es el total de ingreso de una población (país o región) distribuido entre todos sus habitantes. El ingreso per-cápita es un promedio simple. O sea, al utilizar este término no estamos hablando de cómo se distribuye REALMENTE la riqueza en un país determinado, sino que estamos dividiendo aritméticamente los ingresos que recibe una economía (salarios, ganancias, intereses, rentas) entre el total de sus habitantes. De alguna manera, el ingreso per-cápita puede decirnos qué tanta riqueza produce una población en comparación de similar.

Por ejemplo: Nicaragua y Dinamarca tienen más o menos la misma población (más de cinco millones de habitantes) pero el ingreso per-cápita de la nación escandinava es de 36.000 dólares al año (datos de 2009), mientras los centroamericanos apenas llegan a 2.600. De hecho, el ingreso per-cápita del mundo es de poco más del 10.000 dólares anuales. Como vemos en este caso, dos países con igual número de compradores tienen un significado de mercado totalmente diferente. Ya que el primero tiene 14 veces más capacidad de compra que el segundo.

El anterior análisis tendría otra connotación si comparamos dos países del mismo ingreso per-cápita, pero con diferente número de habitantes. Así, por ejemplo, Pakistán tiene un ingreso per cápita idéntico al de Nicaragua, pero más de 120 millones de habitantes.

En síntesis, el ingreso per cápita no nos dice como está distribuida realmente la riqueza (equidad o inequidad) pero tampoco nos da el peso económico real de una economía. Lo que si nos permite conocer es la capacidad de generación de riqueza que tiene una población.

Veamos el Ingreso per-cápita de diversas economías mundiales. Apoyados en un documento publicado por la ONU, y tomando como referencia el Ingreso per-cápita (IP-c) de los Estados Unidos, miremos cómo han evolucionado las diferentes regiones.

País o Región I P-c como % del

I P-c de los E-U en 1950

I P-c como % delI P-c de los E-U en 2005
Unión Europea 48% 68%
Japón 20% 72%
China 5% 20%
América Latina 27 22%
Africa 9.5 5.5%
Ex URSS (Rusia más 14) 30% 22%
India 8% 10%
Fuente: Angus Maddison. Statistics on Word Population, GDP (2008)

Reflexiones finales:

Durante más de 50 años, la población de Estados Unidos ha sido la mayor generadora de riqueza del mundo.

En este lapso de tiempo, la población de Japón, Europa y China han aumentado significativamente su capacidad generadora de riquezas. China lo ha hecho particularmente en los últimos veinte años.

El panorama de América Latina como región es bastante negativo. Hoy nuestra capacidad de generar ingresos es proporcionalmente inferior a la que teníamos hace 55 años, si nos comparamos con el referente: Estados Unidos.

A pesar del majestuoso avance de la economía China, su ingreso per-cápita está lejos del de Estados Unidos. Se calcula que el PIB de China igualará la de Estados Unidos en unos 30 ó 40 años, pero el ingreso per-cápita de los asiáticos demoraría siglos en igualar al norteamericano. De hecho la pregunta más relevante sería otra: ¿Qué hará este planeta (su medio ambiente) con 1300 millones de chinos con la capacidad de compra de los norteamericanos?

Las empresas de los mercados emergentes

1. Samsung, la empresa coreana, tiene utilidades superiores a  Nokia o Motorola.

2. CEMEX, la empresa mexicana, es la cementera más grande en Estados Unidos, la segunda en Inglaterra y la tercera a nivel mundial.

3. Las reservas petrolíferas de Gazprom, la empresa rusa, son más grandes que las de los demás países combinados.

4. Lenovo, la empresa china de computadores, que inició operaciones en 1984 con un presupuesto de 25.000 dólares, llegó a los 13.000 millones de dólares de ingresos en 2005, luego de comprarle a IBM su negocio de computadores personales.

5. En 20 años, las exportaciones de vino chileno pasaron de 10 millones de dólares a cerca de mil millones en la actualidad.

6. Las telenovelas latinoamericanas, con Televisa a la cabeza de su producción, tienen un público cercano a los 2.000 millones de personas en todo el mundo.

7. Bollywood, el centro cinematográfico de la India, produce más películas que Hollywood. Adicionalmente, en la India se vendieron en, 2001, 3.600 millones de boletos, contra 2.600 millones para las películas de Hollywood. Sin embargo, Los ingresos globales de Bollywood no alcanzan los dos mil millones de dólares, mientras la productora californiana  recauda cerca de 50 mil millones.