La mala televisión se toma el cine
Por: Oswaldo Osorio
Podría pensarse que un gran sector del público colombiano es hipócrita cuando reniega de los temas sobre la violencia y la realidad del país en el cine, pero luego los premia con la más alta audiencia al ser realizados para televisión.
Así mismo, otro gran sector del público alega en general sobre la presencia de estos temas en la ficción nacional, echando en el mismo costal lo que hacen ambos medios, sin darse cuenta de que no se puede equiparar el tratamiento que hace uno y otro. De ahí el gran problema de esta película, que acaba de un tajo con la diferencia que existía.
Poco es lo que se puede decir de esta cinta, por eso es mejor aprovecharla como excusa para hablar del tema de fondo referido en el párrafo anterior. Lo primero que hay que dejar en claro, entonces, es que por su sistema de producción y el formato que los define, un producto televisivo es muy distinto a uno cinematográfico.